Insólita contra de «L´Osservatore Romano»
El número dos de Bertone lanza una triple investigación en la Curia contra «desleales» y «bellacos»
Angelo Becciu, sustituto de la Secretaría de Estado, señala que el objetivo es que en la Santa Sede se recupere la «confianza mutua».
Se acabaron las bromas. Durante los últimos meses la Curia vaticana ha sido un mar de rumores y de filtraciones que han convertido al entorno más directo del Papa en objeto de dimes y diretes, con cuestiones de fondo muy serias: desde informes sobre supuestos complots para asesinar a Benedicto XVI, a pretendidos avisos sobre corrupción en la Santa Sede.
En el origen de todo ello, la "deslealtad". Así lo afirma este sábado taxativamente L´Osservatore Romano en el segundo lugar más visible del periódico, fuera de la portada: la parte de arriba de la contra. En ese espacio privilegiado, el sustituto de la Secretaría de Estado, Angelo Becciu (número dos del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado), que está a punto de cumplir un año en el dicasterio y ha sido nuncio en Cuba, hace una declaración-entrevista con el mismo director del diario (la información va firmada por g.m.v., Giovanni Maria Vian) destinada a poner orden interno en el Vaticano y a advertir a los traidores de que va a por ellos.
Desleales y bellacos
"La imagen de la Curia está ensuciada por la deslealtad de algunos. Es la deslealtad la que está en la base de la fuga de documentos que han tenido resonancia mediática, sobre todo en Italia. Sobre este deplorable y triste fenómeno está en marcha una investigación a varios niveles y el objetivo es que se recomponga una atmósfera de confianza", afirma monseñor Becciu.
El prelado señala que, desde que llegó a la Curia romana en mayo pasado, se ha encontrado "una realidad alejada de los estereotipos" de que se trata de un lugar "para hacer carrera y urdir complots". Al contrario, y a pesar de los problemas citados, topó con personas "dedicadas a la Santa Sede, devotas del Papa, competentes, sanamente orgullosas de su trabajo".
En los últimos tiempos, explica Becciu, cuando alguno le ha confiado que le avergonzaba decir que trabajaba en el Vaticano, él le ha animado a todo lo contrario: "Le he respondido: Levanta la cabeza y más bien estate orgulloso de ello".
El problema lo constituyen, en su opinión, unos pocos cuya "deslealtad" y "bellaquería" les han llevado a aprovecharse de su "situación de privilegio" para publicar documentos "cuyo carácter reservado tenían la obligación de respetar".
Vía penal, vía administrativa y comisión
Contra ellos -y éste es el meollo de la entrevista- la Secretaría de Estado ha puesto en marcha una investigación rigurosa que, según informa el diario oficioso vaticano, "concierne a todos los organismos de la Santa Sede".
"A nivel penal está dirigida por el Promotor de la Justicia del Tribunal vaticano, y a nivel administrativo por la misma Secretaría de Estado, mientras que una comisión superior ha recibido del Papa el encargo de esclarecer todo el asunto", cuenta L´Osservatore Romano.
"El objetivo", remata Becciu, "es que se recomponga la base de nuestro trabajo: la confianza mutua, que presupone la seriedad, la lealtad, la corrección". El Papa, "a pesar del dolor que todo esto le produce", les anima a ellos: "Su testimonio cotidiano de serenidad y determinación es un estímulo para todos nosotros", concluye.