Su «Uptown Funk», más de mil millones de visionados, gran candidata al Grammy
¿Un sacerdote elogiando públicamente a Bruno Mars? Sí, y con entusiasmo: justo cuando despegaba
, pseudónimo artístico de Peter Gene Hernández Bayot, se encuentra en la cresta de la ola desde hace cinco años... y subiendo. La única incógnita, que sólo el tiempo resolverá, es si la ola durará tanto como para inscribirle en el exclusivo olimpo de los artistas a quienes admira: Elvis Presley, Prince, Michael Jackson.
Nació en Hawai (Estados Unidos) en 1985 en una familia filipino/puertorriqueña de músicos (su madre, Bernadette Hernández, murió a mediados de 2013) donde son seis hermanos, cuatro chicas y dos chicos.
Mil doscientos millones de visionados
Desde 2010 acumula números uno en las principales listas de reproducción y venta del mundo. En 2015 ha logrado un éxito avasallador con Uptown Funk, un tema de Mark Ronson cuyo vídeo oficial supera los 1200 millones de visionados en Youtube. Es el noveno más visto de la historia y se ha convertido en la gran imagen audiovisual de la música pop en el año recién concluido: casi nadie ha dejado de intentar bailarlo.
Es el gran favorito entre los cinco finalistas para ser Canción del Año en la gala de la 58ª edición de los Premios Grammy, que tendrá lugar el 15 de febrero.
La bendición del padre Mickler
Junto a Uptown Funk, entre sus principales hits figuran Locked out of Heaven y Just the way you are.
Esta última fue su primer gran sencillo superventas, y le valió un elogio público del padre Jeffrey Mickler, de la Sociedad de San Pablo, un sacerdote que, fiel al carisma de su congregación, el apostolado en los medios, difunde por internet vídeos breves y didácticos sobre cuestiones de fe y moral.
"Bruno Mars ha producido un maravilloso vídeo musical, refrescante, tierno, romántico: Just the way you are", comentaba el padre Mickler en 2010: "A diferencia de la mayoría de los vídeos de música rock o pop, que presentan al intérprete principal rodeado de mujeres contorneantes escasamente vestidas bailando lascivamente de forma tan lujuriosa e inmoral como sea posible, aquí Bruno capta en qué consiste un amor real: cariño, respeto y una ternura que proviene de reverenciar realmente a otro ser humano".
Efectivamente, la letra de la canción transforma la inseguridad de la chica con su propio aspecto en la seguridad que el chico le transmite porque la ama tal como es: "Cuando veo tu cara, no cambiaría una sola cosa, / porque tal como eres, eres maravillosa. / Si estás buscando la perfección, / simplemente sigue siendo así".
Bella letra, original animación
"Este vídeo es muy inteligente en su animación", valora el padre Mickler: "El cantante coge un clásico casette de música, saca la cinta y comienza a dibujar con ella la apariencia y la belleza de la mujer a la que ama. Es extraordinariamente inteligente y extraordinariamente creativo, a diferencia de la mayoría de los vídeos actuales de la industria musical, tan repetitivos en la forma en la que intentan vender sus productos".
"Espero que Bruno sea bendecido por este esfuerzo", concluye el sacerdote, "y espero que quienes escuchen esta canción no se conformen con menos que tener un amor verdadero, tierno y que no se apague cuando lo hagan las pasiones. Que Dios os bendiga y que si buscáis un amor así, lo encontréis en vuestra vida".
Una incógnita sobre la fe
Pero Bruno no siguió por ese camino ni en todas sus canciones, donde están continuamente presentes alusiones al sexo, ni en todos sus vídeos, tan sensuales como cualesquiera otros de los que produce a diario la industria musical. El jugo que el padre Mickler quiso extraer aprovechando aquel primer gran éxito de Mars no ha perdido sin embargo su valor, ni su adecuación a aquel tema.
Bruno no ha hecho declaraciones relevantes que desvelen sus convicciones religiosas personales. Lleva casi siempre colgada al cuello, en directos y grabaciones, una visible cruz, como también su novia, la modelo Jessica Caban, neoyorquina de padres puertorriqueños con quien sale desde 2011. Signifique hoy lo que signifique esa cruz en su vida privada, la bendición del padre Mickler la lleva ya siempre consigo.