Las mil páginas del Informe McAleese no muestran un mundo maravilloso, pero apenas recoge castigos corporales y ni un solo abuso sexual por parte de religiosas.
A cada campaña de PETA le sigue una polémica. La última debida a una publicidad que pide adoptar animales. El cartel levantó ampollas en la iglesia católica, ya que muestra una chica Playboy desnuda y cubierta solo por un crucifijo imitando a San Antón.