Santa Fabiola de Roma, matrona.
De una mujer resuelta, valiente y firme en su vocación asistencial.
Santa Fabiola de Roma, matrona. 27 de diciembre.
Fue Fabiola una cristiana del siglo IV, casada y divorciada de su primer marido, por desavenencias conyugales. Al permitíselo la ley romana no dudó en hacerlo. Casada de nuevo, enviudó muy pronto y, queriendo reconciliarse con la Iglesia, luego de hacer penitencia pública (como era costumbre en la época) a las puertas de San Juan de Letrán, el Papa San Siricio (26 de noviembre) la admitió a la unidad de la Iglesia. Hizo voto de consagración a Dios y se dedicó a la acogida de peregrinos, de enfermos, utilizando para ello sus múltiples recursos, pues era de la Gens Fabia o Flavios. Esta obra es tenida como la primera fundación caritativa cristiana.
En el año 395 se unió a San Jerónimo (30 de septiembre y 9 de mayo, invención y traslación de las reliquias) en Tierra Santa, aunque no perteneció al círculo de mujeres piadosas que acompañaban al santo y eran dirigidas por él (Santas Paula, Eustoquio, Marcela, Lea...), sobre todo porque Fabiola tenía un temperamento resuelto y libre, y no era aficionada a sujetarse a la recia disciplina cuasi monástica que puso Jerónimo a sus dirigidas. En Belén, el obispo Juan de Jerusalén intentó ganarla para su causa en contra de Jerónimo (disputa sobre las enseñanzas de Orígenes, el escritor cristiano), pero ella fue fiel a su maestro, aunque sin dobleglarse a formar parte de la vida contemplativa y abandonar a sus enfermos y peregrinos. San Jerónimo llega a decir ácidamente: "(A Fabiola) no le entra en la cabeza el ideal de soledad en Belén. Sin duda, hubiera preferido que Cristo hubiera nacido en la posada llena de peregrinos".
De Belén regresó ante el peligro de la invasión de los hunos, retirándose a Ostia, donde fundó un hospital para enfermos, asociada con San Pamaquio (30 de agosto), discípulo también de Jerónimo. Finalmente murió en Roma por el año 400, y sus funerales fueron muy concurridos. San Jerónimo le dedicó dos tratados espirituales, el segundo, ya de forma póstuma; además fue su primer biógrafo, pues narra su vida y ejemplo, en una de sus cartas.
La novela "Fabiola", del Cardenal Wiseman, aunque se inspira en ella, da muchos datos novelados y ficticios, que muchos han dado por certeros, como su relación con San Pancracio (12 de mayo) y San Sebastián (20 de enero), creando cierta confusión entre la santa real y el personaje de la novela.