El presidente filipino Duterte llama «bastardos» a los obispos del país y anima a «matarlos»
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha dado un paso más en sus ataques a la Iglesia Católica, a la que insulta y acosa habitualmente desde que alcanzó el poder, llegando incluso a expulsar a misioneros que llevaban décadas en el país.
En el gran país católico de Asia, donde más del 85% de los filipinos son católicos, Duterte dijo el jueves por la noche en un discurso que los obispos católicos del país son unos “inútiles” e hizo un llamamiento a matarlos.
“Vuestros obispos, matadlos. Esos bastardos no sirven para nada. Lo único que hacen es criticar”, aseguró Duterte en Manila. De hecho, la transcripción de su discurso fue al día siguiente difundida por la oficina presidencial demostrando así que no se arrepentía de lo dicho.
Los insultos a los obispos y a Dios
En otro acto posterior incluso llegó a califica a la Iglesia Católica como la institución “más hipócrita del mundo” asegurando también que el 90% de sus sacerdotes son homosexuales.
Tras el escándalo generado por sus insultos y amenazas, el portavoz presidencial, Salvador Panelo, ha intentando quitar hierro al asunto asegurando que para dar un “efecto más dramático” Duterte utilizó una “hipérbole”, y que por ello no se pueden entender sus palabras como algo literal.
Por su parte, el portavoz de la Conferencia Episcopal de Filipinas, Jerome Seciliano, ha asegurado que “no queremos añadir más leña al fuego. Cualquier comentario sólo exageraría el asunto”.
El primer gran enfrentamiento entre Duterte y la Iglesia Católica en Filipinas se produjo en febrero de 2017 cuando la Conferencia Episcopal criticó la oleada de violencia institucional que el gobierno llamó “guerra contra las drogas” y que ha dejado miles de muertos. En aquel momento, el mandatario llamó a los obispos “hijos de puta”.
Según recuerda la agencia EFE, hace dos semanas volvió a insultar a los obispos y sacerdotes al instar a los católicos a que no acudieran a las iglesias a “pagar a idiotas”.
Pero si ha habido una declaración de Duterte que ha ofendido a millones de filipinos fue la que realizó el pasado mes de junio cuando dijo que Dios es “estúpido” y se burló de algunos de los dogmas del catolicismo como es el pecado original.