Osoro desautoriza el acto de Willy Toledo en el centro pastoral San Carlos Borromeo de Vallecas

El Arzobispado de Madrid ha condenado este martes a través de un comunicado que el actor Willy Toledo, citado en el juzgado por ofender los sentimientos religiosos, haya realizado una rueda de prensa en el centro pastoral San Carlos Borromeo de Vallecas, invitado por sus religiosos.

Toledo estaba citado esta mañana en el Juzgado de Instrucción 11 de Madrid para declarar como investigado, sin embargo, en vez de ir al juzgado ha comparecido ante los medios en un local de la Iglesia.

Los insultos blasfemos de Willy Toledo
En 2014 unas feministas abortistas fueron juzgadas por procesionar por Sevilla con una vagina gigante que hacía escarnio de la Virgen María. En la red social Facebook, Willy Toledo, famoso por su estilo zafio y declaraciones escandalosas, comentó el caso públicamente con el siguiente mensaje grosero e insultante: "Yo me cago en Dios y me sobra mierda para cagarme en el dogma de la santidad y virginidad de la Virgen María".  La Asociación de Abogados Cristianos lo denunció por delitos contra los sentimientos religiosos de los creyentes.

Tras conocer la noticia de que este centro pastoral, que no tiene título de parroquia y es conocida por su connivencia con la izquierda radical, ha cedido sus instalaciones para tal fin, el Arzobispado ha aclarado que “los centros de pastoral deben acoger encuentros de pastoral y mostrar el rostro de Jesucristo con obras, no albergar actos de tipo político en los que se confunde fe con ideología”.

La rueda de prensa no estaba autorizada
Además, la Diócesis deja claro que “no se ha autorizado la utilización de dependencias de la Iglesia para este acto”, sobre todo cuando el protagonista está siendo investigado por insultar gravemente a los cristianos.

“Sin entrar a valorar el presunto delito contra los sentimientos religiosos, que corresponde dirimir a la Justicia, conviene recordar que la libertad religiosa es uno de los pilares de nuestra democracia”, afirma el comunicado diocesano.

En la rueda de prensa que finalmente se ha producido en este lugar, el actor de extrema izquierda ha comparecido acompañado por otros dos actores también marcadamente políticos como son Javier Bardem y Alberto San Juan.

"Considero que no he cometido ningún delito y por lo tanto no hay ninguna necesidad de que yo comparezca ante un juez para declarar sobre mis sentimientos religiosos, mi ideología, mi manera de pensar, mi sexualidad... la Constitución me ampara en todos esos hechos", ha asegurado Toledo.

El cura de Vallecas justifica la invitación
Por su parte, Javier Baeza, sacerdote de San Carlos Borromeo, ha justificado su invitación a Willy Toledo asegurando que “como comunidad religiosa pensamos que nadie puede ser perseguido por sus ideas”.

Este centro pastoral ha estado siempre en el centro de la polémica y en 2007, el entonces arzobispo de Madrid, el cardenal Rouco Varela, decidió retirar el título de parroquia después de que dieran de comulgar rosquillas en vez de formas consagradas.

Comunicado íntegro del Arzobispado de Madrid

El Arzobispado de Madrid ha tenido conocimiento de que el actor Willy Toledo va a ofrecer una rueda de prensa en el centro pastoral San Carlos Borromeo a la hora a la que debe comparecer en el juzgado y quiere manifestar que:

1. A pesar de lo que publican algunos medios, San Carlos Borromeo no es una parroquia sino un centro de pastoral.

2. Los centros de pastoral deben acoger encuentros de pastoral y mostrar el rostro de Jesucristo con obras, no albergar actos de tipo político en los que se confunde fe con ideología.

3. No se ha autorizado la utilización de dependencias de la Iglesia para este acto.

4. Sin entrar a valorar el presunto delito contra los sentimientos religiosos, que corresponde dirimir a la Justicia, conviene recordar que la libertad religiosa es uno de los pilares de nuestra democracia.

5. En aras a una pacífica convivencia de todos, debe mantenerse el respeto debido a las convicciones religiosas, evitándose el insulto grosero y gratuito, generador de discursos de odio, que en ningún caso puede ser amparado por la libertad de expresión.