El nuncio en México difunde una nota vaticana sobre la entrevista al Papa y las uniones legales gays
Por primera vez una nota de origen vaticano se difunde después de 11 días de polémica en la prensa de todo el mundo sobre las declaraciones del Papa Francisco en el documental del activista gay Evgeny Afineevsky en las que parecía apoyar el reconocimiento legal de las uniones de personas del mismo sexo.
La nota en sí no figura en la web vaticana ni en otros lugares oficiales de la Santa Sede, pero la publica en redes, o al menos la parafrasea, el nuncio vaticano en México, Franco Coppola.
El nuncio, consultado por la agencia Aciprensa, asegura que se trata de una argumentación que la Secretaría de Estado ha enviado a los obispos de todo el mundo.
La nota busca "una adecuada comprensión de las palabras del Santo Padre", y detalla que el Papa se refería en la entrevista al caso concreto de la legislación argentina. Después remite a una entrevista de 2014 en la que el Papa detalla más a qué se refiere: “El matrimonio es entre un hombre y una mujer. Los Estados laicos quieren justificar las uniones civiles para regular diversas situaciones de convivencia, movidos por la exigencia de regular aspectos económicos entre las personas, como por ejemplo asegurar la asistencia sanitaria. Se trata de pactos de convivencia de diferente naturaleza, de los cuales no sabría dar un elenco de las distintas formas. Es necesario ver los diversos casos y evaluarlos en su variedad”.
El Papa hablaría pues de "pactos de convivencia de diferente naturaleza" (que no tienen por qué tener un carácter sexual, como el de 3 hermanas que viven juntas) y no de nada análogo al matrimonio.
La doctrina católica no puede admitir ninguna analogía entre el matrimonio y una convivencia del mismo sexo, como explica una nota de Doctrina de la Fe de 2003, firmada por el cardenal Ratzinger, que explica la postura oficial de la Iglesia: "Reconocer legalmente las uniones homosexuales o equipararlas al matrimonio, significaría no solamente aprobar un comportamiento desviado y convertirlo en un modelo para la sociedad actual, sino también ofuscar valores fundamentales que pertenecen al patrimonio común de la humanidad", concluía. "Las uniones homosexuales no exigen una específica atención por parte del ordenamiento jurídico", [...] "como todos los ciudadanos, también ellos, gracias a su autonomía privada, pueden siempre recurrir al derecho común para obtener la tutela de situaciones jurídicas de interés recíproco", detallaba la norma. (Ahí encajarían los "pactos de convivencia" que mencionaba el Papa Francisco).
Copiamos la nota que difunde el Nuncio en México.
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PARA ENTENDER ALGUNAS EXPRESIONES DEL PAPA EN EL DOCUMENTAL “FRANCISCO”
Algunas afirmaciones, contenidas en el documental Francisco del guionista Evgeny Afineevsky, han suscitado, en días pasados, diversas reacciones e interpretaciones. Se ofrecen por lo tanto algunos elementos útiles, con el deseo de favorecer una adecuada comprensión de las palabras del Santo Padre.
Hace más de un año, durante una entrevista, el Papa Francisco respondió a dos preguntas distintas en dos momentos diferentes que, en el mencionado documental, fueron editadas y publicadas como una sola respuesta sin la debida contextualización, lo cual ha generado confusión.
El Santo Padre había hecho en primer lugar una referencia pastoral acerca de la necesidad que, en el seno de la familia, el hijo o la hija con orientación homosexual nunca sean discriminados. A ellos se refieren la palabras: “las personas homosexuales tienen derecho a estar en familia; son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie ni hacerle la vida imposible por eso”.
El siguiente párrafo de la Exhortación apostólica post-sinodal sobre el amor en la familia Amoris Laetitia (2016) puede iluminar tales expresiones: «Con los Padres sinodales, he tomado en consideración la situación de las familias que viven la experiencia de tener en su seno a personas con tendencias homosexuales, una experiencia nada fácil ni para los padres ni para sus hijos. Por eso, deseamos ante todo reiterar que toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad y acogida con respeto, procurando evitar “todo signo de discriminación injusta”, y particularmente cualquier forma de agresión y violencia. Por lo que se refiere a las familias, se trata por su parte de asegurar un respetuoso acompañamiento, con el fin de que aquellos que manifiestan una tendencia homosexual puedan contar con la ayuda necesaria para comprender y realizar plenamente la voluntad de Dios en su vida» (n. 250).
Una pregunta sucesiva de la entrevista era en cambio inherente a una ley local de hace diez años en Argentina sobre los “matrimonios igualitarios de parejas del mismo sexo” y a la oposición del entonces Arzobispo de Buenos Aires al respecto. A este propósito el Papa Francisco ha afirmado que “es una incongruencia hablar de matrimonio homosexual”, agregando que, en ese mismo contexto, había hablado del derecho de estas personas a tener cierta cobertura legal: “lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil; tienen derecho a estar cubiertos legalmente. Yo defendí eso”.
El Santo Padre se había expresado así durante una entrevista del 2014: “El matrimonio es entre un hombre y una mujer. Los Estados laicos quieren justificar las uniones civiles para regular diversas situaciones de convivencia, movidos por la exigencia de regular aspectos económicos entre las personas, como por ejemplo asegurar la asistencia sanitaria. Se trata de pactos de convivencia de diferente naturaleza, de los cuales no sabría dar un elenco de las distintas formas. Es necesario ver los diversos casos y evaluarlos en su variedad”.
Por lo tanto es evidente que el Papa Francisco se ha referido a determinadas disposiciones estatales, no ciertamente a la doctrina de la Iglesia, numerosas veces reafirmada en el curso de los años.