El machismo quita el significado a los meses, dice una universidad, y ahora son: «enera, febrera...»
El feminismo, la ideología de género y la ‘corrección política’ van de la mano. Y el último ejemplo de esta tendencia es la ocurrencia de la Universidad de Granada, cuya Unidad de Igualdad ha editado no un calendario de 2017 sino “una calendaria” en el que se ‘feminizan” todos los meses y son rellamados como enera, febrera, marza, abrila, maya…
Detrás de todo esto se encuentra Miguel Lorente, directo del área feminista de la universidad pero sobre todo mano derecha de Bibiana Aído en su etapa como ministra de Igualdad cuando éste ocupó el cargo de delegado del Gobierno de Igualdad, siendo uno de los que inició la imposición de la ideología de género en España.
El objetivo de este calendario feminista es luchar supuestamente contra la “desigualdad”. “El machismo presenta la realidad como una incógnita con el objeto de quitarle el significado a los días, los meses y los años”, afirma Lorente.
A la derecha, Miguel Lorente, con el calendario feminista
Y siguiendo esta línea justifica dicha ocurrencia que “comenzar el año en femenino no es un error sino un acierto” y que pretende “dar respuesta y visibilidad a la desigualdad que vive la sociedad española y a la violencia de género que ocasiona”.
Para Lorente esta iniciativa sirve para que las “miradas se detengan en todas las vidas que se van con el transcurso de un tiempo cómplice con la desigualdad y su violencia, y para impedir que pasen los días sin que nada más pase”. Alterar los nombres de los meses es para él “mirar la realidad en igualdad y en paz”.
Detrás de todo esto se encuentra Miguel Lorente, directo del área feminista de la universidad pero sobre todo mano derecha de Bibiana Aído en su etapa como ministra de Igualdad cuando éste ocupó el cargo de delegado del Gobierno de Igualdad, siendo uno de los que inició la imposición de la ideología de género en España.
El objetivo de este calendario feminista es luchar supuestamente contra la “desigualdad”. “El machismo presenta la realidad como una incógnita con el objeto de quitarle el significado a los días, los meses y los años”, afirma Lorente.
A la derecha, Miguel Lorente, con el calendario feminista
Y siguiendo esta línea justifica dicha ocurrencia que “comenzar el año en femenino no es un error sino un acierto” y que pretende “dar respuesta y visibilidad a la desigualdad que vive la sociedad española y a la violencia de género que ocasiona”.
Para Lorente esta iniciativa sirve para que las “miradas se detengan en todas las vidas que se van con el transcurso de un tiempo cómplice con la desigualdad y su violencia, y para impedir que pasen los días sin que nada más pase”. Alterar los nombres de los meses es para él “mirar la realidad en igualdad y en paz”.
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