Nueva York multa con 125.000 dólares a quien se dirija a un transexual con el pronombre equivocado
La Comisión de Derechos Humanos de la ciudad de Nueva York, cuyo alcalde desde 2014 es el demócrata Bill de Blasio, adalid de la ideología de género, ha establecido unas duras directrices sancionadoras contra la "discriminación por identidad o expresión de género".
La "guía" comienza con un catálogo de definiciones, entre las cuales alguna tan genérica como "cisgénero", que abarca a la práctica totalidad de la población: "Adjetivo relativo a una persona cuya auto-identidad se conforma con el género correspondiente a su sexo biológico; por ejemplo, alguien que no es transgénero".
En cuanto a "expresión de género", significa "la representación de género tal como se expresa, por ejemplo... con la elección de pronombres".
La elección de pronombres es un elemento importante en esta guía pues su objetivo represivo se centra en la "discriminación por género, que puede basarse en la identidad de género real o percibida por uno mismo (identidad de género que puede conformarse o no con el sexo atribuido al nacer) o bien en las formas en la que alguien expresa el género, como la apariencia o el estilo de comunicación".
La guía especifica que para que la discriminación de género no se persigue sólo en caso de "degradaciones" o "humillaciones": "La existencia de un trato diferente por razón de género es suficiente para fundamentar una demanda por acoso". Acoso que no tiene por qué ser de naturaleza sexual para constituir una infracción perseguida: "Negarse a usar el nombre, pronombre o título preferidos por un empleado transexual puede constituir un acoso ilegal por razón de género".
Un problema que se presenta con los pronombres es que, aunque "la mayoría de las personas transgénero utilizan pronombres masculinos o femeninos", "algunos tránsgénero o personas de género no conforme prefieren utilizar pronombres distintos a él/a él/de él o ella/a ella/de ella". Así, la guía (en inglés) cita que, en vez de "he/him/his" o "she/her/hers", algunos prefieren "ze/hir", pronombres que no aparecen en los diccionarios sino sólo en los manuales para ideólogos de género.
La guía no sanciona a quienes, antes de dirigirse a un transexual como "he" o "ze", o "she" o "hir", le pregunten cuál de los pronombres prefiere: "Preguntar a alguien su pronombre de género preferido no viola la NYCHRL [New York City Human Rights Law, Ley de Derechos Humanos de la Ciudad de Nueva York]", afirma la guía.
La guía establece un catálogo de violaciones de la ley y pone ejemplos: "No se puede rechazar llamar a una mujer transgénero por el nombre que prefiere, Jane, aunque su documento de identidad ponga que se llama John"; o "es una práctica discriminatoria ilegal prohibir a una mujer transgénero utilizar el baño de señoras"; o "exigir a empleados de un género vestir uniformes específicos para ese género".
En el capítulo de sanciones, para las infracciones más leves no es precisa la mala voluntad: "La Comisión puede imponer multas de hasta 125.000 dólares por infracciones, y de hasta 250.000 dólares por infracciones que sean resultado de una conducta deliberada, arbitraria o malintencionada". Estas multas administrativas, concluye la guía, no excluyen otras que sean "punitivas o compensatorias por daños".
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2.12.15. Ríete... pero no le quites importancia. Es tan verosímil, que asusta: casi todo lo que este cortometraje caricaturiza está ya presente en la ley y empieza a estarlo en las costumbres. Pincha aquí para saber más sobre el vídeo.