Maestre dice que asaltó la capilla «sin odio religioso»: «Soy de familia religiosa y he ido a misa»

La todavía portavoz del Gobierno municipal de Madrid, Rita Maestre, ha asegurado este martes que su imputación por el caso de la capilla de la Complutense de 2011 "no merma" lo que es su actuación en el Ayuntamiento y su responsabilidad municipal.

En declaraciones a Europa Press, Maestre ha respondido así a las personas que reclaman su destitución a raíz de que La Razón difundiera su imputación, entre ellos el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Antonio Miguel Carmona y socio de gobierno de la candidatura de izquierda radical Ahora Madrid.

La concejal y miembro del Consejo Ciudadano estatal de Podemos ha recordado que la imputación y la información sobre la misma no es nueva y que los hechos de los que se le acusa tuvieron lugar hace cuatro años.

"Se trató de una marcha pacífica que yo no organicé. Me la encontré y acompañé a los manifestantes. Fue una reivindicación pacífica a favor del laicismo y para que se dejaran de utilizar los edificios públicos para fines religiosos y no académicos", ha asegurado.

Maestre considera que el que fue llamado entonces "asalto a la capilla de Somosaguas se instrumentalizó porque había elecciones a rector y había un interés de algunas partes de reavivar las pasiones".

Varios días después de los hechos, la ahora portavoz municipal fue identificada y detenida durante unas horas.

La Fiscalía pide para ella un año de cárcel por un delito contra la libertad religiosa, aunque ella apuesta por la absolución ya que considera que no hubo odio religioso y no constituye delito.




Escena de la ocupación grosera de la capilla, en la que estuvieron Rita Maestre y Héctor Meleiro, políticos de Ahora Madrid

Maestre dice ahora que lamenta si alguien pudo sentirse ofendido por aquella manifestación, porque, dice, no era su intención "molestar a nadie".

"Yo provengo de una familia religiosa, he ido a misa y no tengo ningún tipo de odio religioso", ha agregado, quizá sin entender que eso iría en contra suya ya que no podría alegar desconocimiento de la sensibilidad católica hacia los lugares sagrados y la Eucaristía.

Además, la concejal municipal, que es la "número tres" de la lista de Ahora Madrid, asegura que esta imputación no confronta con el código ético del partido instrumental. Y espera que la Justicia resuelva de una vez unas diligencias abiertas en 2011.

Además, ha confirmado que su partido conocía la imputación y que pese a ello Ahora Madrid y Manuela Carmena, la actual alcaldesa, apoyaron a esta candidata pese a que una y otra vez han asegurado que están en contra de que haya imputados en las listas electorales.




Otra escena de la ocupación grosera de la capilla, en la que estuvieron Rita Maestre y Héctor Meleiro, políticos de Ahora Madrid

Los socios de la izquierda radical en el gobierno madrileño, los socialistas, han decidido pedir a la concejal que dimita de su cargo hasta que se aclare su situación judicial. El portavoz municipal del PSOE Antonio Miguel Carmona, affirmó en la mañana del martes que considera que "los imputados no tienen que ejercer su función en las instituciones". Carmona ha asegurado que, aunque pudiera parecer "exagerado", su criterio durante la campaña y su vida política es que, si uno resulta imputado, tiene "que dar un paso atrás y pasar a la reserva" para poder defenderse y, luego en caso de resolución judicial favorable, reincorporarse a la vida pública.

"Estoy diciendo que cualquier imputado debe dar un paso atrás voluntariamente al menos temporalmente", ha aseverado el portavoz municipal del PSOE, quien ha afirmado también que no sólo tiene "libertad" sino "todo el apoyo" del partido a nivel Federal en cuanto al criterio político a desplegar en el Ayuntamiento.

Misa de desagravio y ataques en la JMJ
Pocos días después del asalto en 2011, cientos de personas acudieron a la capilla para celebrar una misa de desagravio con el obispo auxiliar César Franco. 

Ese ataque a la capilla en primavera de 2011 preparaba el terreno para las huestes groseras que atacarían tres meses después a los peregrinos de la JMJ en las calles de Madrid, incluyendo a monjas y niñas adolescentes, con escenas lamentables que se vieron en todo el mundo.