«Por el bien de los niños, no cedáis, sed firmes», piden
6 hijos de familia gay defienden a Dolce & Gabbana: «Sí, los niños necesitan padre y madre», dicen
Los diseñadores italianos y homosexuales Domenico Dolce y Stefano Gabbana declararon en la revista Panorama: «Nosotros, pareja gay, decimos no a las adopciones gay. Basta hijos de la química y úteros en alquiler. Los hijos deben tener un padre y una madre».
Muchos activistas en el lobby gay, especialmente los ricos y famosos que han invertido mucho dinero en tener hijos por fecundación in vitro y vientre de alquiler en el extranjero, como Ricky Martin o Elton John, han reaccionado con enfado, aunque sin entrar en el fondo del debate: ¿es lo mismo crecer con padre y madre que crecer en una pareja del mismo sexo?
Los hijos de gays quieren papá y mamá
Ahora 6 personas que fueron criadas en una familia gay han salido en defensa de Dolce & Gabbana y del derecho de cada niño a un padre y una madre. Han escrito una carta conjunta en AskTheBigot.com expresando su apoyo a los creadores y pidiendo libertad para expresar ideas que buscan lo mejor para los niños.
Se trata de Heather Barwick (redactora en Federalista), Rivka Edelman y Robert Oscar Lopez (coautores de “Jephthah’s Daughters: Innocent Casualties in the War for Family Equality”) Denise Shick (autora de “My Daddy’s Secret”), Katy Faust (redactora en AsktheBigot) y Dawn Stefanowicz, (autora de "Mi vida con un padre gay", ReL cuenta su testimonio aquí).
“Ustedes han demostrado ser extremadamente valientes. Ustedes nos han dado una gran inspiración para preparar cartas y enviarlas a la Corte Suprema contra el matrimonio gay”, aseguran estos seis firmantes agradecidos a Dolce & Gabbana.
Este es el texto completo de la carta:
»Estimados Dolce y Gabbana,
»Saludos desde los Estados Unidos. Los seis firmantes de esta carta fuimos todos criados por padres y madres gays y lesbianas. Cinco de nosotros somos mujeres y uno es gay, aunque todos criamos a nuestros hijos con sus padres de sexo opuesto.
»Queremos agradecerles por dar voz a algo que aprendimos por experiencia: Todo ser humano tiene una madre y un padre, y cortarlo de la vida de un niño es robarle la dignidad, humanidad e igualdad.
»Sabemos que los padres homosexuales pueden ser amorosos, dado que amamos a nuestros padres y ellos nos aman. No obstante, hemos tenido todos la experiencia de primera mano de la dura reacción que sigue cuando se cuestiona la visión dominante de “la paternidad homosexual” como universalmente positiva.
»Sabemos que llegarán a estar bajo una tremenda presión, especialmente ahora cuando Italia y Estados Unidos son presionados a ignorar nuestra preocupación por nuestro derecho a tener una mamá y un papá, para complacer al poderoso lobby gay.
»Nadie recibe ataques más feroces de parte del lobby que aquellos que vienen de la propia comunidad gay y cuestionan sus políticas: hijos de parejas homosexuales, tanto como los gays que los defienden (como ustedes dos).
»Lo más probable es que muchos en la comunidad internacional intenten cancelar sus espectáculos, censurar sus anuncios y destruir su reputación en internet. Ustedes han demostrado ser extremadamente valientes. Ustedes nos han dado una gran inspiración para preparar cartas y enviarlas a la Corte Suprema contra el matrimonio gay.
»Queremos elogiar su coraje y agradecerles por su inspiración. También les imploramos no rendirse cuando la reacción violenta crezca en intensidad. Si ustedes se retractan y se disculpan por lo que dijeron, dejarán a los niños de hogares homosexuales aún más vulnerables y desacreditados.
»Es importante por nuestro bien, por el bien de los niños italianos, que no se disculpen o capitulen. Por favor, apoyen la idea de que todos los niños necesitan estar unidos con sus madres y padres. Es un derecho humano.
»Si podemos ayudarlos de alguna manera, por favor, háganoslo saber. No todos somos cristianos, pero queremos enviarles nuestras bendiciones y prometerles que seremos compradores para toda la vida de Dolce y Gabbana desde ahora.
Aguantar la presión del lobby gay
Por el momento, Dolce & Gabbana han resistido bastante bien la ola de presiones del indignado lobby gay mundial. Hay que tener en cuenta que Stefano y Domenico dejaron de ser pareja sexual en 2005, y cada uno ha tenido otras parejas desde entonces. Hoy son socios en su firma y buenos amigos. Mantienen algunos matices distintos en sus posturas.
Dolce, educado en la Sicilia rural y conservadora, es el más contundente: "Creo en la familia tradicional” y “es imposible cambiar mi cultura por algo diferente”, se reafirmó hablando con la CNN. "Soy yo. Si cambio mi versión, cambio yo. Soy honesto", se reafirmó. En declaraciones a esta cadena, insistió en sus críticas a la producción de seres humanos mediante fertilización en vitro y la gestación en vientres de alquiler. Gabbana, en cambio, sí admite la fecundación en vitro. Ambos piden poder expresarse en libertad.
"Estamos en 2015"... dicen ambos bandos
El rico cantante puertorriqueño y activista LGBT Ricky Martin criticó desde Twitter a Dolce y Gabbana, acusándoles de extender "odio". "Despierta, esto es 2015", añadía.
Pero Gabbana respondió que lo medieval es llamar al boicot contra alguien (como han hecho Martin y los activistas LBGT Elton John, Martina Navratilova -tenista- y el directivo televisivo Ryan Murphy) sólo porque piense distinto.
“¿Boicotear a Dolce & Gabbana por qué? ¿Ellos no piensan como tú? ¿Esto es correcto? Esto no es correcto. Estamos en 2015. Esto es medieval. No es correcto”, advirtió Gabbana.
Así, ambos bandos repiten "esto es 2015", sin que quede claro qué tiene que ver el calendario con los derechos de los niños o el derecho al libre debate de ideas.
En cuanto al boicot, no hay mucha gente que pueda ejercerlo. Un jersey de hombre de D&G, por ejemplo, cuesta 1.100 dólares; un vestido de cóctel podría superar los 6.000 dólares. Otra cosa son los perfumes, relojes, complementos menores... más asequibles.
"Mis camisas D & G se van. No quiero que nadie las vista", escribió la extenista Martina Navratilova en Twitter. Ryan Murphy, activista gay creador de la teleserie "American Horror Show" aseguró él no permitirá productos D&G en sus creaciones televisivas.
Políticos italianos, por los derechos del niño
Han apoyado a Dolce y Gabbana algunos políticos italianos, país donde no existe el matrimonio entre personas del mismo sexo y donde el debate sobre la industria de los vientres de alquiler es intenso.
El senador Carlo Giovanardi, del partido Nueva Centroderecha, habló de la campaña LGBT contra los diseñadores como "talibanes gay".
"En el último siglo ideologías aberrantes han masacrado a poblaciones enteras. Este siglo se abre con un violento ataque contra le ley de la naturaleza, con métodos agresivos que nos llevan al retorno de la esclavitud y de la explotación de los pobres y desesperados", explicó, en referencia a la industria de los vientres de alquiler, que implica hiperestimular la producción de ovarios en mujeres (por lo general pobres, pagándolas) e implantar los embriones supervivientes o elegidos (muchos mueren o se eliminan voluntariamente) en el útero de mujeres gestantes (pobres, que lo hacen por dinero).
Si la madre gestante toma cariño al hijo que ha llevado y parido, los "propietarios" del "producto" (quienes encargaron el bebé) pueden impedir que lo vea y trate. La alusión a la esclavitud y la explotación de pobres y desesperados no es absurda: ¿quién, si no son pobres o desesperados, entrega al fruto de sus entrañas por dinero?
El senador Roberto Formigoni, presidente de la región de la Lombardía, la más rica e industrializada de Italia, calificó las palabras de "declaraciones valientes" y las defendió en pro de la "libertad de expresión". "Yo estoy con Dolce y Gabbana. Elton John es un talibán", añadió por twitter.
Por su parte el presidente de la región de la Puglia, el homosexual Nichi Vendola, del partido Izquierda Ecológica, anunciaba en una entrevista en la revista Chic que se "casará" con su compañero sexual de los últimos diez años y que después quiere ser padre. Como el matrimonio homosexual no existe en Italia, no está claro cómo piensa hacerlo. "Cuando finalice mi mandato, reflexionaré si afronto o no la paternidad, pero es algo que siempre he tenido en la cabeza", advirtió. Quizá debería afrontar también si es justo que impida a un niño crecer con un padre y una madre, que le impida experimentar en casa la masculinidad y feminidad, la paternidad y maternidad, la complementariedad de los sexos en la familia.
Vale la pena que los que niegan a los niños el derecho a un padre y una madre repasen lo que dice la ciencia sobre niños criados en hogares del mismo sexo. O que escuchen a Barwick, Edelman, Lopez, Shick, Faust y Stefanowicz, que saben lo que es crecer en un hogar gay por vivirlo en carne propia y quieren evitárselo a otros niños.