El secretario de la CEI dice que no se identifica con quien reza el rosario ante clínicas abortistas
Nunzio Galantino, secretario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) declaró en una entrevista a prensa generalista que "no me identifico con los rostros inexpresivos de quien recita el rosario fuera de las clínicas que practican la interrupción del embarazo".
Entre las respuestas que ha suscitado este comentario, está la del presidente de la SPUC, la más veterana asociación provida de Inglaterra y probablemente de Europa, John Smeaton, en forma de carta.
ReL publica íntegros ambos textos.
Entrevista de Giovanni Panettiere a monseñor Nunzio Galantino
Artículo publicado en el Qn- Quotidiano Nazionale (il Giorno, la Nazione, il Resto del Carlino), edición del 12 de mayo de 2014
«CON EL PAPA Francisco la Iglesia italiana tiene una ocasión extraordinaria para reposicionarse respecto a las expectativas espirituales, morales y culturales». Ciertamente, en el episcopado «muchos aún vacilan», pero «miente» quien sostiene que los obispos en bloque «están atrasados respecto a la historia: tenemos un cerebro y no nos avergüenza decir lo que pensamos». Viaje sin chofer, deja que le llamen don Nunzio, es directo y batallero. Monseñor Galantino, 65 años, nombrado hace cuatro meses secretario general de la Conferencia episcopal italiana por Bergoglio, que lo ha ido a buscar a la diócesis más pequeña de Calabria (Cassano), nos recibe en una salita azul en la planta baja de la sede de la CEI, en Roma. «Mejor aquí que en mi despacho, es algo más informal», dice antes de sentarse y hablar sobre el nuevo curso de la Iglesia en Italia.
-Dentro de una semana Francisco, único Pontífice de la historia en hacerlo, dará la prelusión inicial de la asamblea general de la CEI (19 de mayo): ¿reprenderá a los obispos como el año pasado, cuando se reunió con ustedes por primera vez?
«No tenemos que olvidar que durante su ministerio el Papa ha elogiado varias veces el trabajo en nuestras diócesis. Si luego insiste sobre la Iglesia hospital de campaña, sobre la misericordia y la atención a las personas, es porque ha entendido que no todas las franjas eclesiales italianas se han dado cuenta de lo que el mundo necesita, de lo que en nombre del Evangelio nosotros, creyentes, estamos llamados a dar».
-¿A qué punto están con la reforma del Estatuto de la CEI?
- «No sé si aprobaremos las nuevas reglas en la próxima asamblea. El Santo Padre nos ha pedido que razonemos sobre la modalidad de elección del presidente por parte de los obispos, tal como sucede en el resto del mundo. Parece que la orientación mayoritaria dentro del episcopado sea el de implicar a la base en la elección del vértice dejando, sin embargo, al Pontífice la prerrogativa de nombrarlo sobre la base de una lista de candidatos».
No es una gran revolución.
«¡La revolución no es un valor en sí misma! Si una revolución quiere reformar seriamente, debe tener en cuenta las situaciones concretas. Si tuviera que prevalecer la posición a la que aludía anteriormente, no creo que sea un pecado que el primado de Italia siga designando al presidente».
-Se vocifera que el cardenal Bagnasco dimitirá después de la asamblea.
«Estos rumores no me interesan y los considero tonterías (se ríe, ndr). Creo que todo depende de la naturaleza de las modificaciones que se aprobarán en la asamblea de los obispos y si se les dará carácter ejecutivo inmediato. Algo que es realmente posible».
-En los últimos años la CEI ha dedicado mucho esfuerzo a los valores no negociables (vida, familia, educación). Al Papa no le gusta esta expresión. ¿Y a usted?
-«Pensemos en la sacralidad de la vida. En el pasado nos hemos centrado exclusivamente en el no al aborto y a la eutanasia. Esto no puede ser así, en medio se desarrolla la existencia. Yo no me identifico con los rostros inexpresivos de quien recita el rosario fuera de las clínicas que practican la interrupción del embarazo, sino con esos jóvenes que son contrarios a esta práctica y luchan por la calidad de las personas, por su derecho a la salud, al trabajo».
El arzobispo Pérez de Pamplona reza
el Rosario ante el centro abortista de Ansoáin
El arzobispo Kurtz, presidente de los
obispos de EEUU, reza, con rostro bastante
expresivo, el rosario ante un centro abortista
-¿Cuál es su deseo para la Iglesia italiana?
«Que se pueda hablar de cualquier tema, de sacerdotes casados, de eucaristía a los divorciados, de homosexualidad, sin tabús, partiendo del Evangelio y dando razón de las propias posiciones».
-¿Qué diría entonces a una pareja de creyentes homosexuales que vive fielmente desde hace años?
-«Escucharía su historia, como intento hacer con todos los casos que he tenido, y tengo, de relaciones entre personas. No es necesario tener siempre algo que decir. Muchas veces, antes de decir, es importante escuchar».
***
Carta abierta a Nunzio Galantino
de John Smeaton, director de la SPUC (Society for the Protection of the Unborn Child), asociación provida inglesa, no confesional
Publicada en italiano en La Nuova Bussola Quotidiana
[La SPUC fue fundada en 1967 y desde entonces, en Gran Bretaña, ha estado siempre en primera línea en la defensa de la vida desde la concepción. Smeaton, uno de los líderes pro-vida más conocidos del mundo, es su director desde 1996, pero ya en 1978 ocupaba el cargo de secretario general.]
Excelencia,
He leído sus comentarios, citados hoy en The Tablet, en los que dice, entre otras cosas: “no me identifico con los rostros inexpresivos de quien recita el rosario fuera de las clínicas que practican la interrupción del embarazo”. Espero que hayan interpretado mal sus palabras. Y le ruego que me lo diga si es el caso.
He creído necesario hacerle saber que yo me identifico con las personas que rezan el rosario fuera de las clínicas que practican abortos, independientemente del hecho de que sus rostros sean expresivos o menos.
John Smeaton junto a un joven de la campaña internacional de oración "40 días por la vida"
Hace escasamente media hora he recibido un mensaje de un maravilloso grupo que en Inglaterra organiza, con grandes sacrificios personales, grupos de oración delante de la clínica abortista de Twickenham, en la parte oeste de Londres.
El mensaje dice lo siguiente: «Rezad mucho por “Lucia”, embarazada de 20 semanas. Su aborto está programado para la semana que viene en Twickenham».
He rezado por Lucia. Lo he hecho antes de escribirle a usted. Mientras escribo, ¿puedo pedirle que rece por ella y que pida a otros que lo hagan?
Basándome en mi experiencia, estas oraciones funcionan. Recibo continuamente mensajes de la misma fuente, este estupendo grupo inglés, en el que se habla de mujeres jóvenes que, viendo a gente que reza fuera de la clínica, cambian de idea y llevan adelante su embarazo.
Si usted me lo permite, me gustaría enviarle un informe completo sobre el trabajo de este grupo.
Me gustaría, además, plantearle una pregunta sobre lo que me dicen que ha dicho: ¿«En el pasado nos hemos centrado exclusivamente en el no al aborto y a la eutanasia»? (De nuevo, espero que le hayan malinterpretado. Por favor, dígame si es el caso).
Tal vez sea oportuno recordar que decenas de miles de niños no nacidos, cada uno de ellos creado a imagen y semejanza de Dios, son asesinados cada día en todo el mundo. Por ejemplo, cada día en Gran Bretaña se asesinan 500 niños, miles en los Estados Unidos, decenas de miles en China, sólo por citar tres de los 193 países del mundo.
Excelencia, si fueran sacerdotes católicos o ciudadanos judíos los que fueran asesinados a este ritmo, o amenazados de asesinato, con el aval de leyes nacionales en Gran Bretaña y en otras partes del mundo, ¿no esperaríamos tal vez que ninguna misa se iniciara sin nombrar esta cuestión, todos los días de la semana, y que se rezara para que acabe? ¿No estaríamos denunciando, justamente, la masacre de sacerdotes católicos o de ciudadanos judíos desde todos los púlpitos del mundo, independientemente de los pecados o de los escándalos normalmente asociados a personajes de la Iglesia católica? El judío, el sacerdote, el niño no nacido son todos creados a imagen y semejanza de Dios.
Si las leyes nacionales hubieran permitido el asesinato de sacerdotes católicos o de judíos en los decenios pasados, no creo que usted habría dicho: «En el pasado nos hemos centrado demasiado en el asesinato de sacerdotes católicos y de ciudadanos judíos». De hecho, usted probablemente diría hoy: «No hacemos lo suficiente para denunciar este mal monstruoso».
Excelencia, le ruego que reconsidere las frases que me han sido referidas. ¿Puedo ir a verle junto a una de mis compañeras, que abortó, para debatir toda esta cuestión con usted?
En unión de oración.
Dios le bendiga.
John Smeaton
(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)
Entre las respuestas que ha suscitado este comentario, está la del presidente de la SPUC, la más veterana asociación provida de Inglaterra y probablemente de Europa, John Smeaton, en forma de carta.
ReL publica íntegros ambos textos.
Entrevista de Giovanni Panettiere a monseñor Nunzio Galantino
Artículo publicado en el Qn- Quotidiano Nazionale (il Giorno, la Nazione, il Resto del Carlino), edición del 12 de mayo de 2014
«CON EL PAPA Francisco la Iglesia italiana tiene una ocasión extraordinaria para reposicionarse respecto a las expectativas espirituales, morales y culturales». Ciertamente, en el episcopado «muchos aún vacilan», pero «miente» quien sostiene que los obispos en bloque «están atrasados respecto a la historia: tenemos un cerebro y no nos avergüenza decir lo que pensamos». Viaje sin chofer, deja que le llamen don Nunzio, es directo y batallero. Monseñor Galantino, 65 años, nombrado hace cuatro meses secretario general de la Conferencia episcopal italiana por Bergoglio, que lo ha ido a buscar a la diócesis más pequeña de Calabria (Cassano), nos recibe en una salita azul en la planta baja de la sede de la CEI, en Roma. «Mejor aquí que en mi despacho, es algo más informal», dice antes de sentarse y hablar sobre el nuevo curso de la Iglesia en Italia.
-Dentro de una semana Francisco, único Pontífice de la historia en hacerlo, dará la prelusión inicial de la asamblea general de la CEI (19 de mayo): ¿reprenderá a los obispos como el año pasado, cuando se reunió con ustedes por primera vez?
«No tenemos que olvidar que durante su ministerio el Papa ha elogiado varias veces el trabajo en nuestras diócesis. Si luego insiste sobre la Iglesia hospital de campaña, sobre la misericordia y la atención a las personas, es porque ha entendido que no todas las franjas eclesiales italianas se han dado cuenta de lo que el mundo necesita, de lo que en nombre del Evangelio nosotros, creyentes, estamos llamados a dar».
-¿A qué punto están con la reforma del Estatuto de la CEI?
- «No sé si aprobaremos las nuevas reglas en la próxima asamblea. El Santo Padre nos ha pedido que razonemos sobre la modalidad de elección del presidente por parte de los obispos, tal como sucede en el resto del mundo. Parece que la orientación mayoritaria dentro del episcopado sea el de implicar a la base en la elección del vértice dejando, sin embargo, al Pontífice la prerrogativa de nombrarlo sobre la base de una lista de candidatos».
No es una gran revolución.
«¡La revolución no es un valor en sí misma! Si una revolución quiere reformar seriamente, debe tener en cuenta las situaciones concretas. Si tuviera que prevalecer la posición a la que aludía anteriormente, no creo que sea un pecado que el primado de Italia siga designando al presidente».
-Se vocifera que el cardenal Bagnasco dimitirá después de la asamblea.
«Estos rumores no me interesan y los considero tonterías (se ríe, ndr). Creo que todo depende de la naturaleza de las modificaciones que se aprobarán en la asamblea de los obispos y si se les dará carácter ejecutivo inmediato. Algo que es realmente posible».
-En los últimos años la CEI ha dedicado mucho esfuerzo a los valores no negociables (vida, familia, educación). Al Papa no le gusta esta expresión. ¿Y a usted?
-«Pensemos en la sacralidad de la vida. En el pasado nos hemos centrado exclusivamente en el no al aborto y a la eutanasia. Esto no puede ser así, en medio se desarrolla la existencia. Yo no me identifico con los rostros inexpresivos de quien recita el rosario fuera de las clínicas que practican la interrupción del embarazo, sino con esos jóvenes que son contrarios a esta práctica y luchan por la calidad de las personas, por su derecho a la salud, al trabajo».
El arzobispo Pérez de Pamplona reza
el Rosario ante el centro abortista de Ansoáin
El arzobispo Kurtz, presidente de los
obispos de EEUU, reza, con rostro bastante
expresivo, el rosario ante un centro abortista
-¿Cuál es su deseo para la Iglesia italiana?
«Que se pueda hablar de cualquier tema, de sacerdotes casados, de eucaristía a los divorciados, de homosexualidad, sin tabús, partiendo del Evangelio y dando razón de las propias posiciones».
-¿Qué diría entonces a una pareja de creyentes homosexuales que vive fielmente desde hace años?
-«Escucharía su historia, como intento hacer con todos los casos que he tenido, y tengo, de relaciones entre personas. No es necesario tener siempre algo que decir. Muchas veces, antes de decir, es importante escuchar».
***
Carta abierta a Nunzio Galantino
de John Smeaton, director de la SPUC (Society for the Protection of the Unborn Child), asociación provida inglesa, no confesional
Publicada en italiano en La Nuova Bussola Quotidiana
[La SPUC fue fundada en 1967 y desde entonces, en Gran Bretaña, ha estado siempre en primera línea en la defensa de la vida desde la concepción. Smeaton, uno de los líderes pro-vida más conocidos del mundo, es su director desde 1996, pero ya en 1978 ocupaba el cargo de secretario general.]
Excelencia,
He leído sus comentarios, citados hoy en The Tablet, en los que dice, entre otras cosas: “no me identifico con los rostros inexpresivos de quien recita el rosario fuera de las clínicas que practican la interrupción del embarazo”. Espero que hayan interpretado mal sus palabras. Y le ruego que me lo diga si es el caso.
He creído necesario hacerle saber que yo me identifico con las personas que rezan el rosario fuera de las clínicas que practican abortos, independientemente del hecho de que sus rostros sean expresivos o menos.
John Smeaton junto a un joven de la campaña internacional de oración "40 días por la vida"
Hace escasamente media hora he recibido un mensaje de un maravilloso grupo que en Inglaterra organiza, con grandes sacrificios personales, grupos de oración delante de la clínica abortista de Twickenham, en la parte oeste de Londres.
El mensaje dice lo siguiente: «Rezad mucho por “Lucia”, embarazada de 20 semanas. Su aborto está programado para la semana que viene en Twickenham».
He rezado por Lucia. Lo he hecho antes de escribirle a usted. Mientras escribo, ¿puedo pedirle que rece por ella y que pida a otros que lo hagan?
Basándome en mi experiencia, estas oraciones funcionan. Recibo continuamente mensajes de la misma fuente, este estupendo grupo inglés, en el que se habla de mujeres jóvenes que, viendo a gente que reza fuera de la clínica, cambian de idea y llevan adelante su embarazo.
Si usted me lo permite, me gustaría enviarle un informe completo sobre el trabajo de este grupo.
Me gustaría, además, plantearle una pregunta sobre lo que me dicen que ha dicho: ¿«En el pasado nos hemos centrado exclusivamente en el no al aborto y a la eutanasia»? (De nuevo, espero que le hayan malinterpretado. Por favor, dígame si es el caso).
Tal vez sea oportuno recordar que decenas de miles de niños no nacidos, cada uno de ellos creado a imagen y semejanza de Dios, son asesinados cada día en todo el mundo. Por ejemplo, cada día en Gran Bretaña se asesinan 500 niños, miles en los Estados Unidos, decenas de miles en China, sólo por citar tres de los 193 países del mundo.
Excelencia, si fueran sacerdotes católicos o ciudadanos judíos los que fueran asesinados a este ritmo, o amenazados de asesinato, con el aval de leyes nacionales en Gran Bretaña y en otras partes del mundo, ¿no esperaríamos tal vez que ninguna misa se iniciara sin nombrar esta cuestión, todos los días de la semana, y que se rezara para que acabe? ¿No estaríamos denunciando, justamente, la masacre de sacerdotes católicos o de ciudadanos judíos desde todos los púlpitos del mundo, independientemente de los pecados o de los escándalos normalmente asociados a personajes de la Iglesia católica? El judío, el sacerdote, el niño no nacido son todos creados a imagen y semejanza de Dios.
Si las leyes nacionales hubieran permitido el asesinato de sacerdotes católicos o de judíos en los decenios pasados, no creo que usted habría dicho: «En el pasado nos hemos centrado demasiado en el asesinato de sacerdotes católicos y de ciudadanos judíos». De hecho, usted probablemente diría hoy: «No hacemos lo suficiente para denunciar este mal monstruoso».
Excelencia, le ruego que reconsidere las frases que me han sido referidas. ¿Puedo ir a verle junto a una de mis compañeras, que abortó, para debatir toda esta cuestión con usted?
En unión de oración.
Dios le bendiga.
John Smeaton
(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)
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