«Rabia» en la izquierda porque «Cásate y sé sumisa» es perfectamente legal, según la fiscalía

Izquierda Unida, el PSOE, sindicatos, asociaciones feministas, incluso la ministra Ana Mato y otras autoridades del PP criticaron hace unos meses con ferocidad el libro de humor familiar “Cásate y sé sumisa”, por lo general sin leerlo.

El Consejo Municipal de la Mujer de Granada, integrado por 67 asociaciones, en enero denunció a la fiscalía el libro, de la editorial Nuevo Inicio, ligada al arzobispado de Granada. Le acusaban de violar la Ley Orgánica para la Igualdad efectiva de Mujeres y Hombres, la Ley Orgánica de Medidas de Prevención contra la Violencia de Género y la propia Constitución.

Ahora, cuatro meses después, la Fiscalía dice que no, que no hay nada de eso, que el libro es perfectamente legal y no incumple ninguna ley y que queda desestimada y archivada la denuncia.

Era algo esperable para cualquiera que haya leído el libro de la autora italiana Costanza Miriano, católica, madre de familia numerosa y periodista televisiva de estilo humorístico y algo irreverente.



Costanza Miriano habla con el Papa Francisco

“Cásate y sé sumisa”, igual que su continuación “Cásate y da la vida por ella”, son libros de anécdotas familiares divertidas mezcladas con consejos, básicamente invitaciones a la paciencia con buen humor en el difícil arte de formar una familia con alguien tan distinto como es un cónyuge, una persona de otro sexo y mentalidad.

El fallo judicial ha enfurecido al partido postcomunista Izquierda Unida, que lo critica con un lenguaje apocalíptico quizá por influencia astrológica de la luna roja que es noticia estos días.

"Provocación a la violencia"
La concejala de IU en el ayuntamiento de Granada, Maite Molina, critica el libro "misógino de un arzobispo" (en realidad, de una profesional italiana, como indica la portada) asegurando que gracias al libro "el incremento de la violencia de género esté puesto en bandeja a los maltratadores" y que "el contenido del libro supone una provocación para que los varones puedan seguir ejerciendo la violencia contra las mujeres", aunque no puede mostrar ningún texto del libro que induzca a tal cosa ni referir ningún caso de violencia ligado a este libro.

Que la Fiscalía archive el caso “sólo puede traernos indignación, rabia”, dice la concejala, y añade: “se está permitiendo poner a disposición de varones maltradores, machistas y violentos un manual de estilo para ejercer de múltiples formas la violencia contra las mujeres".



Feministas radicales rompen fotocopias con la portada del libro y la foto del arzobispo de Granada

La secretaria de Acción Ciudadana del PSOE-Andalucía, Clara Aguilera, preguntada por periodistas se ha mostrado más moderada: dice que acata la resolución judicial y que el arzobispado debería haber dado “ejemplo” retirando el libro, “que lo que hace es discriminar a las mujeres”.

La realidad es que ante las presiones de políticos que ni se habían leído el libro, la editorial se decidió a sacar el segundo volumen, que habla a los hombres: “Cásate y da la vida por ella”.

En el decreto de archivo, al que ha tenido acceso Efe y Europa Press y que tiene fecha del 26 de marzo, el Ministerio Público analiza si el libro o su contenido suponen la comisión de un delito de violencia de género, un discurso discriminatorio, o publicidad que atenta contra los valores de las personas.

La Fiscalía señala que los párrafos que no han gustado a los denunciantes (por ejemplo, uno que dice “Si algo que él hace no te parece bien, con quien tienes que vértelas es con Dios: puedes comenzar poniéndote de rodillas y la mayoría de las veces todo se resuelve") “no suponen violencia de género ni publicidad discriminatoria ni vejatoria”, sino que son "manifestaciones de una ideología religiosa" que está dirigida "especialmente a aquellas personas que profesen tales creencias".

La fiscal delegada de la Jefatura de Servicio de Violencia sobre la Mujer, Susana Vega, recuerda además a Europa Press que los delitos de violencia de género, según la instrucción de la Fiscalía General del Estado, tiene que tener como "sujeto activo" a un hombre… no a una editorial o a una escritora.

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