Un concejal de IU arremete contra los villancicos del belén municipal: «Son torturas de Guantánamo»
Félix Martín, concejal de Izquierda Unida en Torremolinos (Málaga, Andalucía) ha mostrado su oposición a que suenen villancicos como acompañamiento a la visita del Belén municipal porque, dice, molesta a los empleados del Consistorio.
Durante la sesión ordinaria del Pleno celebrado la semana pasada, Martín realizó un ruego al alcalde, Pedro Fernández Montes, en el que solicitaba que este año se suspenda la emisión de villancicos durante el horario de visita del Belén porque molesta a los empleados municipales.
El edil, según informaron fuentes municipales, justificó su petición en:
- el carácter «aconfesional» del estado español,
- la existencia en Torremolinos de «personas de muchas y variadas religiones, así como un buen número de agnósticos y ateos»,
- y la incidencia negativa que la recepción reiterada de determinados sonidos puede tener desde el punto de vista médico.
Éste fue más allá en sus valoraciones y comparó la emisión de los villancicos con el «método de tortura» que se utiliza «en la cárcel ilegal de Guantánamo».
El Ayuntamiento torremolinense se ha defendido asegurando que la música que suena «no es estridente, sino pausada» y ni siquiera perceptible en el 95 por ciento de las oficinas.
Durante la sesión ordinaria del Pleno celebrado la semana pasada, Martín realizó un ruego al alcalde, Pedro Fernández Montes, en el que solicitaba que este año se suspenda la emisión de villancicos durante el horario de visita del Belén porque molesta a los empleados municipales.
El edil, según informaron fuentes municipales, justificó su petición en:
- el carácter «aconfesional» del estado español,
- la existencia en Torremolinos de «personas de muchas y variadas religiones, así como un buen número de agnósticos y ateos»,
- y la incidencia negativa que la recepción reiterada de determinados sonidos puede tener desde el punto de vista médico.
Éste fue más allá en sus valoraciones y comparó la emisión de los villancicos con el «método de tortura» que se utiliza «en la cárcel ilegal de Guantánamo».
El Ayuntamiento torremolinense se ha defendido asegurando que la música que suena «no es estridente, sino pausada» y ni siquiera perceptible en el 95 por ciento de las oficinas.
Comentarios