Incesto: el dedo en la llaga
Las dudas de sentido común de Jeremy Irons sobre el matrimonio homosexual
Ni siquiera afirma tener claras sus ideas al respecto, pero ha logrado poner nervioso al «establishment» progre.
en la serie de televisión Los Borgia, compendio de lugares comunes de la leyenda negra anticatólica. Pero de nada sirve ese aval cuando se pisa el callo de lo políticamente correcto. Con sus declaraciones sobre el matrimonio homosexual "ha perjudicado su imagen pública", dice El País, y "adopta el método de autopromoción de Mel Gibson haciendo declaraciones extrañas", según The Independent.
¡Como si fuese "extraño" o pudiese dañar la imagen pública de alguien defender lo que defiende como mínimo la mitad de la población (según encuestas y países)! ¡Como si un actor de 64 años con un Oscar y dos Globos de Oro en su palmarés necesitase "autopromoción"! ¡Y como si estas opiniones sirviesen hoy día como "autopromoción", y no como estigma!
Pero es que los medios progres están muy nerviosos por la naturalidad de las dudas expresadas por el actor británico en la entrevista emitida esta semana por la superprogre televisión del Huffintong Post. Y eso que son sólo dudas. Se expresa con cautela, deja la mirada perdida, piensa antes de hablar... pero al final lo dice, tras considerar que la ley de uniones civiles que había en Inglaterra era suficiente: "No sé, no tengo una convicción fuerte, pero me preocupa que con la lucha por la palabra matrimonio en cierto modo degradamos o cambiamos lo que es el matrimonio. Me preocupa eso. Por ejemplo, ¿podría un padre casarse con su hijo?", le pregunta a su entrevistador.
Cuando éste le habla de incesto, Jeremy Irons contesta con sentido común: "No hay incesto entre hombres. Las leyes contra el incesto nos protegen de la endogamia, pero los varones no se reproducen entre sí". Podría entonces un hombre casarse con su hijo, sugiere, para traspasarle sus bienes y evitar el impuesto de sucesiones. Cuando el entrevistador insiste en que la ley contra el incesto incluiría el matrimonio homosexual, Irons no se echa atrás: "¿De verdad? ¿Por qué?".
Al final el actor reitera que no tiene una "convicción fuerte" sobre el asunto. Pero cuando añade que desea toda la felicidad del mundo "a cualquiera que viva con otra persona, porque es algo fantástico", y cuando su contraparte le replica si también a un hombre casado con otro hombre, Irons remata con sentido del humor, pero marcando la diferencia entre el sentimiento y la institución: "¡Y también a un hombre que viva con un perro al que ama! ¡Vivir con un animal que te ama, sea un marido o un perro, es magnífico, es muy bueno tener alguien a quien amar!".
Ese momento de la entrevista termina con una broma: "¡Tenemos una noticia de alcance, Jeremy Irons se va a casar con su perro!". Pero lo dicho, dicho queda, y todo apunta a que algunos no le van a perdonar que, incluso sin "convicción profunda", se haya salido del guión marcado.