Chesterton ya advirtió de esta locura
¿A qué lugar de la foto aplicaría el Photoshop un funcionario progre?
Los aficionados de un equipo universitario de fútbol americano no podían creerse lo que su institución académica había hecho con la imagen.
The Painted Posse [La Peña Pintada] son un grupo de alumnos de la Louisiana State University (LSU) a quienes les encanta el fútbol americano y apoyan en cada partido a los Tigers [Tigres], el equipo de su universidad. Y, siguiendo una moda que ya tiene algunos lustros en los estadios, se pintan la cara a conciencia. De ahí el nombre que se han dado a sí mismos desde la fundación de la peña en 2003.
Jamás pensaron ocupar más allá de alguna foto en el periódico universitario o en algún diario local, con las que saciar su juvenil ansia de protagonismo y alimentar el álbum de fotos que enseñar a los nietos. Sin embargo, se han convertido en noticia nacional en Estados Unidos -recogida por ejemplo por Fox News- merced a la chapuza que hizo con su imagen un funcionario de su políticamente correcta universidad.
El pasado 13 de octubre, durante el partido contra el equipo de Carolina del Sur, la Peña Pintada posó de esta guisa, en lo que parecía un mero gesto para la galería.
Y al día siguiente su foto apareció en la Newsletter enviada por la LSU para dar cuenta de la ajustada victoria de los Tigers por 23-21.
¿Aprecian la diferencia? Los chicos no daban crédito: las cruces de su camiseta habían desaparecido. Y es que la Peña Pintada no es sólo un grupo de fanáticos del fútbol, sino un grupo cristiano de fanáticos del fútbol. Tanto, que en su peculiar uniforme incluyen la cruz de Cristo pintada sobre su corazón.
"Pintar la cruz es importante para mí, porque indica quién soy como seguidor de Cristo", explicó al portal universitario Campus Reform uno de los miembros del grupo, Cameron Cooke: "Me sorprendió lo sucedido, porque nuestras fotos se habían usado frecuentemente y nunca se había quitado la cruz".
El caso es que el políticamente correcto funcionario que limpió las camisetas ha sido respaldado por la universidad. Su portavoz, Herb Vincent, explicó que se trata de no ofender a otros alumnos: "No queremos implicaciones religiosas o políticas en nuestras actividades, así que borramos la cruz. Sólo uno de los estudiantes se quejó. Así que la próxima vez escogeremos una foto diferente".
Esta actitud de la institución académica no va a hacer cambiar a la Peña Pintada: "Seguiremos estando ahí, un partido tras otro. Amamos a Cristo y amamos a nuestra universidad", afirma Joel D´Aubin, otro peñista.
Hace un siglo, en su novela La esfera y la cruz (1910), Gilbert Keith Chesterton ya describió, humorística pero proféticamente, a dónde llevaría a algunos hombres el odio a Cristo, bautizado en los últimos años como cristofobia. Hablaba de cristofóbicos enloquecidos que destrozarían los vallados de los campos sólo porque tienen forma de cruz. Pero también de quienes mirarían la cruz con la distancia despegada de la indiferencia, despreciando su presencia como algo, sencillamente, descortés. Como el señor Vicent, aunque entonces no existiera el Photoshop.