Viralizó en OnlyFans, se hundió... y va a un convento: «No quiero ser santa, pero me arrepiento»
El caso de la modelo Emy Buono no será el primero ni el último de cómo el contenido que se publica en redes puede "marcar" a alguien de por vida.
Hace solo unas semanas que el estadounidense Emmanuel Cafferty perdió "el trabajo de su vida" por una fotografía manipulada por activistas woke y subida a redes.
En julio de 2021, el entonces comisario jefe superior de la Policía en Navarra (España), Daniel Rodríguez López, corrió la misma suerte al dimitir tras referirse al diputado español Gabriel Rufián como "imbécil patológico" desde su cuenta de Twitter, entre otros mensajes.
Y ahora, la historia de la modelo italiana Emy Buono ha dado la vuelta al mundo después de que se filtrasen algunos vídeos de contenido sexual subidos a la plataforma OnlyFans.
La modelo, que había cosechado fama con anterioridad tras participar en un conocido reality filmado en un convento, empezó a publicar contenido sexual buscando "ganancias fáciles" en la plataforma, hasta el punto que admite haber ganado "mucho" económicamente en la plataforma.
"El cuerpo es mío, yo decido"
Para la joven de 25 años, el mundo "se vino abajo" cuando algunos de sus contenidos de pago que publicó se volvieron virales, llegando incluso a su pareja y a los padres de este último.
"Caí en depresión, estuve encerrada en casa durante dos meses, tomé antidepresivos y hasta pensé en suicidarme", confesó al medio Fanpage.it.
En otras declaraciones a Napoly Today, la modelo admitió haberse "dejado engañar por ganancias fáciles" y "ese algo extra" que acabó plasmándose en unas ganancias de 10.000 euros al mes.
Entonces, se reconocía como "exhibicionista. Me gusta, no hago daño a nadie, el cuerpo es mío y yo decido la imagen que quiero dar".
En lo que nunca pensó es en cómo una hipotética filtración o el mismo modo de vida influiría en su día a día, en qué pensaría su propia familia o la de su pareja de hacerse público o incluso en sus rutinas, pues incluso paseando con su novio o su madre la insultaban. "Me sentí pequeña y estúpida", relató.
Marcada de por vida
Ahora es consciente de que la familia y los hijos que quiere tener podrían llegar a verse perjudicados por unos contenidos que sabe que "nunca van a desaparecer". "Estaré marcada para siempre, no tendré una imagen limpia, creo que tendré dificultades para encontrar trabajo… es hora de decir basta", dijo durante el borrado de su cuenta en la plataforma. Algo que admitió hacer por su propia pareja, pero "sobre todo" por sí misma.
Por eso, también advierte de los riesgos de esta plataforma, extensibles a otras redes: "No es segura, no me protegió porque el contenido que publiqué por una tarifa se hizo viral y acabó en todos los móviles. Parte del contenido lo vio todo el mundo. Llegó incluso a la familia de mi novio y me provocó grandes problemas".
Hace solo unos días que la modelo italiana volvía a sorprender al mundo por ocupar titulares de grandes medios de comunicación, pero esta vez por una razón bien distinta: Buono entraba al convento de Sorrento de la Congregación de las Hermanas Oblatas del Niño Jesús.
¿El motivo? Para ella son muchos. Ya vivió de cerca durante una temporada, cuando participó en el famoso reality Te mando al convento, donde afirmó encontrar "paz, amor puro y sinceridad", pero también "monjas que no te juzgan".
El mes pasado cerró su perfil de Onlyfans, según declaró a Il Corriere del Mezzogiorno. "Me despedí de mis diez mil suscriptores. Me di cuenta de que puedo prescindir del sexo si no hay también amor. Y decidí vivir este final de verano aquí, con mis amigas monjas, en su convento de Sorrento. Necesito un poco de paz. De un poco de serenidad que sólo me da este lugar, entre los limoneros y el mar. Necesito demostrarme a mí misma que puede haber una nueva Emy Buono", agregó.
La modelo Emy Buono, fotografiada junto a una imagen del Cristo de Maratea, en el sur de Italia.
No quiere "ser ninguna santa", pero se arrepiente
La modelo admite que no quiere ser "ninguna santa", pero sí que busca "paz y serenidad" y que le gustaría convertirse en "un ejemplo para todos aquellos que necesitan redimirse y cambiar sus vidas".
Por ahora, la joven se encuentra en algo parecido a un punto medio entre la rehabilitación, la búsqueda y el deseo de paz. Algo que consigue integrada en la vida de la comunidad de religiosas, ayudando en la confección de rosarios, paseando junto a las monjas y cocinando para ellas y los huéspedes de la estructura anexa de Villa Rubinacci, todo ello bajo el asesoramiento de dos religiosas, sor Daniela y sor Amalia.
En un principio, afirmaba que "mientras estos vídeos permanecieran en la plataforma" le "parecía bien" y no se arrepentía, "pero el hecho de que se hicieran virales y al alcance de todo el mundo" le hizo pensar: "Hice estos vídeos con ánimo de lucro y fui egoísta, no pensé en nadie, ni en mi familia ni en mis seres queridos".
Por el motivo que sea, hoy se muestra dolida por su pasado. "Me arrepiento de haber abierto una cuenta de Onlyfans. Me arrepiento de haber vendido videos porno", concluyó en una de sus entrevistas.
En el convento, la modelo hace una vida prácticamente igual que las otras religiosas. Se despierta a las 7:00, acude a la oración dela mañana, desayuno a las 8:15, limpia el convento durante la mañana, la cocina tras la comida a las 13:30, visperas a las 18:00 y completas antes de retirarse a su habitación.
"En el mío la televisión no funciona, pero no importa. Yo también rezo: aunque no sepa expresarme sobre Dios, creo en las almas y que existe el bien y el mal. Y debo decir que ya esta noche, con la imagen de la Virgen sobre la cabecera de la cama, dormí tan bien y tan en paz conmigo misma como no me había sentido desde hacía mucho tiempo", concluyó una de sus recientes declaraciones.