Lección de fe de la esquiadora Sofía Goggia tras la lesión que frustra su probable oro olímpico
Bronce en el campeonato mundial de esquí de 2017, cuarta en la Super G del mundial de 2013 y desde diciembre, la primera italiana en ganar un evento de la Copa del Mundo de descenso en Lake Louise en una década. Tras una caída este 23 de enero, la participación de Sofía Goggia en los Juegos de Invierno es una incógnita. Su respuesta ante este revés ha sido toda una muestra de fe y resignación.
Hasta el accidente, Goggia era la gran promesa italiana del esquí femenino para los Juegos de Invierno de Pekín que se celebrarán del 4 al 20 de febrero. Para el portal Neva Sport, no había duda de que el oro, salvo sorpresa inesperada, sería suyo.
Este martes 25, al saberse que sufre de un esguince de rodilla debido a su caída en el "Super G" de Cortina d`Ampezzo, el Comité Olímpico Italiano confirmó que la que iba a ostentar el puesto de abanderada en los Juegos será sustituida por Michela Mioli, campeona olímpica de snowboardcross. También se torció la rodilla izquierda, se rompió parcialmente un ligamento y sufrió una fractura menor en el peroné.
La caída tuvo lugar en un vertiginoso descenso, cuando perdió el control de los esquís durante un tramo de sombra que dificultaba la visión. Tras un violento impacto contra el suelo, la esquiadora italiana fue arrastrada a gran velocidad por la pista. Pronto despejó dudas sobre la gravedad de su caída y bajó por su propio pie hasta la línea de meta.
La aparatosa caída de Sofía Goggia.
Tras el duro golpe, la ya conocida como Reina de Cortina tendrá que ausentarse de las competiciones durante al menos 3 semanas, lo que supone un mundo en este ámbito deportivo, en el que pueden sucederse varias competiciones en solo una semana: el pasado 19 de diciembre obtuvo su quinta victoria en 17 días.
Una vida marcada "por un enfoque católico"
Pese a que la caída dificulta su participación en los juegos donde habría de defender su título olímpico de descenso, la italiana ha mostrado todo un ejemplo de resignación cristiana.
En su editorial de este 26 de enero para La Nuova Bussola Quotidiana, Andrea Zambrano recogía las palabras pronunciadas por la deportista en Twitter: "Si este es el plan que Dios tiene para mí, no puedo hacer otra cosa que abrir los brazos, acogerlo y aceptarlo. Y seguir adelante".
Estas declaraciones, recoge Zambrano, impidieron la habitual respuesta de los medios de comunicación en este tipo de situaciones, que aludieron a "la mala suerte o al fantasma de los Juegos Olímpicos. La esquiadora hizo un verdadero slalom entre los clichés saliendo con una frase inesperada" y mostró que "la Providencia en Dios, incluso en eventos adversos, es un tema tabú".
La respuesta de Goggia a la adversidad, lejos de ser improvisada, responde a su propia vida, que ya admitió estar marcada "por un enfoque católico" a La Reppublica al obtener el bronce en el mundial de 20017.
La esquiadora, que confesó llevar el Evangelio entre sus pertenencias a la competición, remarcó su interés por la religión y las Escrituras: "Voy a misa en Bérgamo, tenemos un párroco con cosas muy interesantes que contar".