José María Alsina relata la intervención de «la abuela Gloria» en la ordenación de su nieto, «ileso»
Iba a ordenarse y días antes tuvo un accidente mortal: «Tu abuela hizo el milagro», dijo el obispo
“Oscar, yo tenía mucho aprecio hacia tu abuela, Gloria, que murió hace un año y estoy convencidísimo que es la que hizo el milagro, hace unos días, porque tuviste un accidente mortal. Gracias a tu abuela y al Corazón de Jesús estás vivo porque (en ese accidente) el coche dio vueltas de campana y saliste ileso, ¡ni un rasguño! Yo, como creo en los milagros, en la fuerza del Señor, me alegro mucho de tenerte aquí”
Así se dirigía el Arzobispo de Toledo, D. Francisco Cerro Chaves al nuevo sacerdote, Oscar Arnanz, al finalizar la Misa de ordenación el pasado Domingo en la Catedral de Toledo.
¿Un accidente? se preguntaba, ante las palabras del obispo, el numeroso público asistente a la celebración en la Catedral…
Nos cuenta lo que sucedió, José María Alsina, rector de la Casa de Formación Sacerdotal donde se ha formado Oscar: “Eran las 18.15h del día del Corazón de Jesús y me dirigí a mi cuarto. Al coger el teléfono vi tres llamadas perdidas de Oscar… sabía que iba de camino hacia la parroquia de Alcorcón…¿qué le habrá pasado? A los minutos vuelve a sonar el teléfono y oigo la voz de un guardia civil: «Óscar ha tenido un accidente, el coche ha volcado, varias vueltas, va hacia el hospital en la ambulancia… estén tranquilos no le ha pasado nada…»".
Varias vueltas de campana... y sale ileso
Continúa relatando Alsina: "Fui rápidamente al hospital y allí me recibió la enfermera del 112 que había acompañado a Oscar en la ambulancia y me dijo que estaba perfecto, sin rasguño alguno… que ella había llegado después de los bomberos y al ver el coche volcado… pensó lo peor…Después de unas horas de pruebas médicas y observación, Oscar salía del hospital sin señal alguna del accidente y se iba a descansar tranquilo en su Seminario para disponerse a iniciar los Ejercicios de Órdenes que comenzaban en un par de días”
Óscar, a la derecha, el día de su ordenación, que presidió el Arzobispo de Toledo, D. Francisco Cerro Chaves.
Oscar explicaba en la Vigilia de Oración del día antes de las órdenes, que el haber salido ileso del accidente lo veía como un signo de “un nuevo nacimiento”, y, justo antes de su ordenación… El obispo con sus palabras en la Catedral atribuía a la intercesión de la abuela “el nuevo nacimiento” del recién ordenado.
La "abuela Gloria": un ejemplo, siempre rezando y "madre de muchos"
¿Pero quién es esta abuela de nuestra historia? Oscar en su Primera Misa, habló de ella como una de las personas que más había influido en su vida de fe y en la de toda la familia:
"Todo un ejemplo de sencillez y vida cristiana…, siempre la veía rezando el rosario, era una persona muy buena…”.
El neopresbítero recordaba las palabras que, en más de una ocasión, le oyó decir a su abuela: “He tenido diez hijos por amor al Señor”. Familia numerosa, de 10 hijos, 31 nietos… Pero más allá de la familia de la carne… la abuela Gloria había generado toda una familia espiritual en la ciudad de Talavera.
Durante varios años fue apóstol intrépido como cursillista de Cristiandad, liderando en la ciudad de la cerámica este movimiento, invitando a participar a jóvenes y a mayores, consolando y acompañando en su camino de fe a muchos. El funeral celebrado hace ahora un año, cuatro días antes de la ordenación de diácono de Oscar, al que asistieron un gran número de sacerdotes y de fieles, hasta dejar abarrotada la Iglesia Colegial de Talavera, era un testimonio patente que Gloria era “abuela y madre de muchos”.
Óscar, el nuevo sacerdote, acompañado de su familia y amigos el día de su ordenación, con la casulla de "la abuela Gloria".
Gloria sigue actuando: su último regalo
La abuela Gloria soñaba con estar presente en la ordenación de su nieto… y lo hizo… con la referencia del Arzobispo al final de la Misa… pero su presencia espiritual tan palpable no se quedó ahí.
Al día siguiente de la ordenación en su Primera Misa, Oscar tuvo un olvido… La parroquia del Sagrado Corazón de Alcorcón donde había estado de trabajo pastoral le había preparado una preciosa casulla para esta ocasión… Las prisas hicieron que el “misacantano” se equivocara de percha… Ya no daba tiempo a volver a Toledo a por la casulla, pero tenía allí la casulla bordada con el traje de novia de su abuela.
Ella quiso regalarla a su parroquia natal de Villar del Pedroso (Cáceres) tiñéndola de color azul para que se utilizara en las fiestas dedicadas a la Virgen. ¿Quién le iba a decir a la abuela Gloria que aquella casulla iba a revestir muchos años después a su nieto sacerdote el día de su Primera Misa?
Sin duda alguna, hechos como estos, nos hacen palpar lo cerca que está el cielo de la tierra. La abuela Gloria, es de aquellos “santos de la puerta de al lado” de los que nos habla el Papa Francisco y que, con su vida, sin hacer ruido, hacen posible que la tierra se convierta en reflejo del cielo y que cuando parten hacia al cielo “bajan a la tierra” para decir que desde allí siguen cuidando de nosotros…