El «Adoro Te Devote» de Santo Tomás transformó a Mike Aquilina, hoy veterano escritor
Dejó la fe pensando que era una tontería, pero estudió Historia y encontró un poema que le convirtió
Mike Aquilina es un prolífico escritor de temas ligados a la fe y la historia de la Iglesia, y un veterano periodista. Pero no siempre fue católico devoto. Durante su adolescencia y primeros años de juventud, en parte por la falta de exigencia en las escuelas católicas del postconcilio, consideró que la fe era irrelevante y "tonta". Lo que le devolvió a la fe fue un poema-oración del siglo XIII de un autor muy especial: Tomás de Aquino.
Infancia de fe y doctrina seria
"Nací en una familia católica devota, en 1963, durante el Concilio Vaticano II. La gente en mi entorno, siendo un niño de más de 7 años, estaba muy emocionada y podía notarse. Siempre fui a escuelas católica... que era donde se hacían los experimentos. Fui testigo de la mayoría de ellos durante los años 70", comenta sonriendo.
La fe, recuerda, era importante en la familia y todo su entorno de parientes sicilianos de EEUU y en la cultura de esas escuelas. Fue a dos escuelas de monjas "y eran serias al enseñar la fe". Antes de confirmarse, por ejemplo, les hacían memorizar el antiguo "Catecismo de Baltimore", aprobado en 1885, con 420 preguntas y respuestas breves. "Yo también me lo tomaba en serio porque podía ganar un barco en una botella si quedaba el primero... y fui el primero", explica con humor.
Aquilina dice que ese catecismo no solo daba doctrina, sino una base filosófica para entender el mundo. "¿Qué es el hombre? El hombre es una criatura compuesta de alma y cuerpo, hecha a imagen y semejanza de Dios". "Te daba una antropología compacta y con eso podías responder todo tipo de preguntas morales", recuerda.
Bajó el nivel escolar: la religión parecía tonta
Pero al año siguiento todo cambió. La religión dejó de ser algo muy serio y exigente. Pasó a ser "fácil, frívolo, y nos parecía que tonto". "Tenían buenas intenciones, querían buscarnos en nuestro nivel... pero nos buscaban a nivel de guardería. Ya éramos de 6º curso y nos parecía estúpido. E igual se mantuvo la cosa en el instituto: la religión era esa asignatura que no era seria. Y tuvo un efecto en nosotros, en mí, en mis amigos. Creo que en esos años de instituto me hice básicamente no practicante. Me desconecté mentalmente, aunque iba a escuelas católicas y nos hacían ir a misa y a retiros. Yo ya estaba desconectado de eso, porque me parecía tonto".
Estudiando Historia... "¡la Historia era católica!"
Estudió después en una universidad no religiosa, temas de arte, escritura, "artes liberales". La mayoría de sus profesores no tenían fe y declaraban ser agnósticos o ateos. "Pero enseñaban con rigor y eran honestos en lo que respecta a la Historia. Y yo me encontraba, una y otra vez, que la Historia era católica. Si ves las grandes figuras históricas en las ciencias, en las artes, los grandes éxitos, las grandes ideas, avances en escutura, música, pintura... todas esas ideas las lanzaron a la sociedad católicos. La Iglesia misma era el gran hogar donde sucedía. El cardenal Newman dijo que profundizar en la Historia es dejar de ser protestante. Bueno, y dejar de ser lo que yo era, también", explica en su testimonio en vídeo en CHNetwork.
Un poema en latín que le transformó
En su último curso universitario, un profesor les encargó elegir un poema en otra lengua y traducirlo al inglés, adaptándolo a otra forma poética. Como él tenía muy olvidado su español y en cambio recordaba bien el latín, tomó un libro de poesía en latín de la biblioteca, lo abrió al azar y se puso a traducir lo que encontrara.
El poema que encontró era el Adoro Te Devote de Santo Tomás de Aquino, de 1264.
Adoro te devote, latens Deitas,
Quae sub his figuris vere latitas:
Tibi se cor meum totum subiicit,
Quia te contemplans totum deficit.
Visus, tactus, gustus in te fallitur,
Sed auditu solo tuto creditur.
Credo quidquid dixit Dei Filius:
Nil hoc verbo Veritatis verius.
In cruce latebat sola Deitas,
At hic latet simul et humanitas;
Ambo tamen credens atque confitens,
Peto quod petivit latro paenitens.
Plagas, sicut Thomas, non intueor;
Deum tamen meum te confiteor.
Fac me tibi semper magis credere,
In te spem habere, te diligere.
O en español:
Te adoro con devoción, Dios escondido,
oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
A Ti se somete mi corazón por completo,
y se rinde totalmente al contemplarte.
Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto;
pero basta el oído para creer con firmeza;
creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios:
nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.
En la Cruz se escondía sólo la Divinidad,
pero aquí se esconde también la Humanidad;
sin embargo, creo y confieso ambas cosas,
y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.
No veo las llagas como las vio Tomás
pero confieso que eres mi Dios:
haz que yo crea más y más en Ti,
que en Ti espere y que te ame.
"Lo que puedo decir es que durante esa traducción todo volvió, todo tenía sentido de nuevo. Toda la fe de mis padres, de mis abuelos, mis ancestros. Tuve una visión de esa cultura católica que podía producir tal poema, más aún, tal poeta como Tomás de Aquino, más aún, tal genio como Tomás de Aquino".
Aún se tomó un tiempo para volver a practicar los sacramentos e ir la Iglesia, pero ese fue el momento en el que su vida cambió y volvió a la fe.
Mike Aquilina, presentando un documental en Roma sobre San Agustín y Santa Mónica
Una vida para difundir fe y cultura
Se casó en 1985 con su esposa Terry y han tenido 6 hijos y ya dos nietos. Además, ha escrito unos 40 libros sobre temas de fe e historia, algunos en colaboración con figuras como Scott Hahn, el cardenal Wuerl de Washington o el músico católico John Michael Talbot. Ha realizado seriales de televisión en la EWTN, peregrinaciones guiadas, ciclos de conferencias, programas de radio, etc... y ha dado clases en varias universidades. Y ha seguido escribiendo poesía y canciones.
Su web se llama https://fathersofthechurch.com.
Una adaptación del Adoro Te Devote al español, muy cantable y clásica
Infancia de fe y doctrina seria
"Nací en una familia católica devota, en 1963, durante el Concilio Vaticano II. La gente en mi entorno, siendo un niño de más de 7 años, estaba muy emocionada y podía notarse. Siempre fui a escuelas católica... que era donde se hacían los experimentos. Fui testigo de la mayoría de ellos durante los años 70", comenta sonriendo.
La fe, recuerda, era importante en la familia y todo su entorno de parientes sicilianos de EEUU y en la cultura de esas escuelas. Fue a dos escuelas de monjas "y eran serias al enseñar la fe". Antes de confirmarse, por ejemplo, les hacían memorizar el antiguo "Catecismo de Baltimore", aprobado en 1885, con 420 preguntas y respuestas breves. "Yo también me lo tomaba en serio porque podía ganar un barco en una botella si quedaba el primero... y fui el primero", explica con humor.
Aquilina dice que ese catecismo no solo daba doctrina, sino una base filosófica para entender el mundo. "¿Qué es el hombre? El hombre es una criatura compuesta de alma y cuerpo, hecha a imagen y semejanza de Dios". "Te daba una antropología compacta y con eso podías responder todo tipo de preguntas morales", recuerda.
Bajó el nivel escolar: la religión parecía tonta
Pero al año siguiento todo cambió. La religión dejó de ser algo muy serio y exigente. Pasó a ser "fácil, frívolo, y nos parecía que tonto". "Tenían buenas intenciones, querían buscarnos en nuestro nivel... pero nos buscaban a nivel de guardería. Ya éramos de 6º curso y nos parecía estúpido. E igual se mantuvo la cosa en el instituto: la religión era esa asignatura que no era seria. Y tuvo un efecto en nosotros, en mí, en mis amigos. Creo que en esos años de instituto me hice básicamente no practicante. Me desconecté mentalmente, aunque iba a escuelas católicas y nos hacían ir a misa y a retiros. Yo ya estaba desconectado de eso, porque me parecía tonto".
Estudiando Historia... "¡la Historia era católica!"
Estudió después en una universidad no religiosa, temas de arte, escritura, "artes liberales". La mayoría de sus profesores no tenían fe y declaraban ser agnósticos o ateos. "Pero enseñaban con rigor y eran honestos en lo que respecta a la Historia. Y yo me encontraba, una y otra vez, que la Historia era católica. Si ves las grandes figuras históricas en las ciencias, en las artes, los grandes éxitos, las grandes ideas, avances en escutura, música, pintura... todas esas ideas las lanzaron a la sociedad católicos. La Iglesia misma era el gran hogar donde sucedía. El cardenal Newman dijo que profundizar en la Historia es dejar de ser protestante. Bueno, y dejar de ser lo que yo era, también", explica en su testimonio en vídeo en CHNetwork.
Un poema en latín que le transformó
En su último curso universitario, un profesor les encargó elegir un poema en otra lengua y traducirlo al inglés, adaptándolo a otra forma poética. Como él tenía muy olvidado su español y en cambio recordaba bien el latín, tomó un libro de poesía en latín de la biblioteca, lo abrió al azar y se puso a traducir lo que encontrara.
El poema que encontró era el Adoro Te Devote de Santo Tomás de Aquino, de 1264.
Adoro te devote, latens Deitas,
Quae sub his figuris vere latitas:
Tibi se cor meum totum subiicit,
Quia te contemplans totum deficit.
Visus, tactus, gustus in te fallitur,
Sed auditu solo tuto creditur.
Credo quidquid dixit Dei Filius:
Nil hoc verbo Veritatis verius.
In cruce latebat sola Deitas,
At hic latet simul et humanitas;
Ambo tamen credens atque confitens,
Peto quod petivit latro paenitens.
Plagas, sicut Thomas, non intueor;
Deum tamen meum te confiteor.
Fac me tibi semper magis credere,
In te spem habere, te diligere.
O en español:
Te adoro con devoción, Dios escondido,
oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
A Ti se somete mi corazón por completo,
y se rinde totalmente al contemplarte.
Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto;
pero basta el oído para creer con firmeza;
creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios:
nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.
En la Cruz se escondía sólo la Divinidad,
pero aquí se esconde también la Humanidad;
sin embargo, creo y confieso ambas cosas,
y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.
No veo las llagas como las vio Tomás
pero confieso que eres mi Dios:
haz que yo crea más y más en Ti,
que en Ti espere y que te ame.
"Lo que puedo decir es que durante esa traducción todo volvió, todo tenía sentido de nuevo. Toda la fe de mis padres, de mis abuelos, mis ancestros. Tuve una visión de esa cultura católica que podía producir tal poema, más aún, tal poeta como Tomás de Aquino, más aún, tal genio como Tomás de Aquino".
Aún se tomó un tiempo para volver a practicar los sacramentos e ir la Iglesia, pero ese fue el momento en el que su vida cambió y volvió a la fe.
Mike Aquilina, presentando un documental en Roma sobre San Agustín y Santa Mónica
Una vida para difundir fe y cultura
Se casó en 1985 con su esposa Terry y han tenido 6 hijos y ya dos nietos. Además, ha escrito unos 40 libros sobre temas de fe e historia, algunos en colaboración con figuras como Scott Hahn, el cardenal Wuerl de Washington o el músico católico John Michael Talbot. Ha realizado seriales de televisión en la EWTN, peregrinaciones guiadas, ciclos de conferencias, programas de radio, etc... y ha dado clases en varias universidades. Y ha seguido escribiendo poesía y canciones.
Su web se llama https://fathersofthechurch.com.
Una adaptación del Adoro Te Devote al español, muy cantable y clásica
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