Forman el grupo Mienmiuaif y Giuseppe ha publicado como libro sus cartas a Anita
Él era anarco-nihilista, ella odiaba la Iglesia: hoy son matrimonio cristiano y pareja musical punk
y Anita Baldisserotto son un matrimonio de 34 y 26 años respectivamente, conocidos por el pueblo de la red como Mienmiuaif, su grupo musical cristiano con algo de punk (como lo define él, convencido de que la transgresión se encuentra hoy en la normalidad) y una cierta alegría misionera.
Pero lo que ha hecho que este matrimonio sea conocido es el libro que Giuseppe ha escrito a su esposa Anita, Lettere a una moglie [Cartas a una mujer] (o la génesis del dúo con el anillo conocido en todo el mundo como Mienmiuaif), publicado cuando entendieron que tenían una tarea: ellos, antes ateos convencidos de que «el matrimonio era una tumba», ahora combaten junto a G.K Chesterton para demostrar que, en cambio, «es una lucha a muerte» necesaria para ser libres.
En una entrevista concedida a Benedetta Frigerio para La Nuova Bussola Quotidiana, Giuseppe Signorin cuenta el origen de las cartas, el motivo de su publicación y cómo su mujer y él encontraron a Dios tras una vida siendo ateos.
-Giuseppe, ¿por qué has escrito estas cartas a tu esposa?
-Decidí hacerlo en el primer año de matrimonio. Por el mismo motivo había empezado a cantar y a hacer circular en Youtube nuestras canciones: era un modo de desdramatizar los momentos cotidianos y las angustias causadas inicialmente por la convivencia, como las peleas para decidir quién prepara el desayuno, o las pequeñas cosas acerca de las cuales uno tiende a medirse, sobre todo si estás acostumbrado a vivir solo.
»Por esto grabé esas canciones divertidas en las que hablo del desayuno de la dieta del tomate. Este humor, además de ayudarme a mí, hacía reír a mi mujer. Por eso también le escribí estas cartas, que tenían que ser privadas, un regalo sólo para ella. Pero, después, abrimos un blog. Nuestras canciones hicieron reír a otros y el mensaje se difundió. Durante el segundo año de matrimonio escribí otras cartas y al final pensamos que difundirlas tal vez podría ayudar a alguien.
-¿Cómo vivíais antes de casaros?
-Nuestro primer año de noviazgo, el 2010, lo vivimos como paganos. Pero después ambos, en circunstancias particulares, encontramos a Dios: yo, que no creía en Él, entendí que existía por la presencia del mal; mi mujer, en cambio, se convirtió en 2012 en Medjugorje y desde ese momento todo cambió, hasta el punto que al año siguiente nos casamos.
»Nunca lo hubiéramos pensado, porque antes creíamos que el matrimonio era una tumba. Hoy cantamos y escribimos para testimoniar que la verdad es lo contrario".
-En tu libro te burlas de la ideología de género y hablas de diferencias de roles. ¿Siempre has pensado así?
-La fe ha iluminado mi razón. Antes, sencillamente, no me interesaba por nada, el mundo era una dimensión a la que no prestaba atención. Era un anarquista nihilista. Después, todo cambió: en 2011 estaba a punto de publicar un libro con una gran editorial, pero elegí dejarlo todo.
»Anita era contrarísima a la Iglesia; para ella casarse era elegir la esclavitud. Tras la conversión, ambos pasamos los primeros dos años rezando muchísimo en un grupo de oración vinculado a Medjugorje. También nos vinculamos al movimiento de los neocatecumenales. Estas siguen siendo, aún hoy, las dos orillas por las que caminamos.
-Hablas de tu esposa como de una fuerza de redención. ¿Qué significa?
-Los opuestos, en la naturaleza, se alaban mutuamente; el tronco del árbol, con su rudeza, hace que la limpidez del cielo resalte más. El río transparente hace que las rocas se vean mejor. Del mismo modo, me doy cuenta de que contemplando a Anita, entrenándome con estas cartas, me entiendo mejor a mí mismo y soy más consciente de que soy la persona justa para alabarla, también con humor.
»Observar su diversidad me ayuda a entender que Dios me ha puesto al lado a mi mujer para que, sirviéndola a ella, le sirva a Él. Tal vez incluso de una manera sencilla, haciendo que se ría cuando está con la moral por los suelos.
Como indica su subtítulo, entre otras cosas como numerosos consejos matrimoniales, Lettere a una moglie cuenta "la génesis del dúo con anillo conocido en todo el mundo como Mienmuaif".
-De hecho escribes: «He nacido para servirte». ¿De verdad?
-He nacido para servirla tomándole el pelo. ¿Qué puedo hacer si verla feliz hace que me sienta realizado? Entender que soy útil me valoriza, no me esclaviza. Y además, Anita es tan singular que a través de ella veo el humor de Dios: lo que le falta a ella no me falta a mí y viceversa, la complementariedad entre nosotros es única, no sería posible con ninguna otra mujer.
»Esto lo descubro también contemplándola y escribiendo. Es conmovedor. Repito que servirla a ella es usar los talentos que me ha dado el Señor, por lo tanto, no me quita mi libertad; al contrario, permite que me exprese.
-El matrimonio es un trabajo de artesano. ¿Qué te enseña el oficio?
-Leo, me formo. En cualquier caso, lo que más me ayuda es sencillamente la oración del Rosario recitada junto a mi esposa, frecuentar los Sacramentos, la misa diaria, la confesión, porque sólo Dios te cambia y te permite amar. Esta es la linfa que nutre el matrimonio. También por esto cada carta acaba con una bendición irónica.
-En tu libro agradeces continuamente cualquier banalidad, incluidos tus defectos y los de tu mujer.
-La fe no quita, pero hace que saborees y poseas todo más. Antes de convertirme escribía al estilo del humor negro. Mi camino de conversión, en cambio, acompañado también por Guareschi y Chesterton, ha sido alegre. Así, me río también de nuestros defectos, porque estamos juntos por un Dios que los supera todos.
»Es también supervivencia: ahora, cuando empezamos a pelearnos, al cabo de un rato uno de los dos empieza a reírse. Estas cartas son un verdadero y propio exorcismo: como decía San Juan Bosco, el diablo tiene miedo de la gente alegre. Por lo que me corrijo: el matrimonio se sostiene gracias a la oración, a los sacramentos pero también gracias al humor contemplativo.
-¿Cómo ha cambiado vuestra vida desde la publicación del libro?
-Al principio de la conversión perdimos a todos nuestros amigos. Anita lloraba, yo sufría, pero el Evangelio decía que se nos habría dado cien veces más. Ahora tenemos muchos amigos que comparten con nosotros el camino de la fe y la vocación matrimonial. Se ha generado, efectivamente, una gran amistad. Creo que nosotros, los esposos, tenemos una misión específica en un momento tan especial de la historia: generar comunión entre los creyentes.
»Nuestro blog, las canciones, el libro, las redes sociales: todos serían inútiles si nos detuviéramos solamente en ellos. Tienen sentido sólo si te hacen salir para encontrarte con las personas. De hecho, la red que se ha creado no es virtual, sino que es una red de muchas personas de carne y hueso que saben que tienen una tarea en un mundo herido.
Traducción de Helena Faccia Serrano (diócesis de Alcalá de Henares).
(En el siguiente vídeo de YouTube Mienmiuaif interpreta "Canzone sessista")