El croata fue monaguillo y su novia cantaba en la parroquia
El Real Madrid ficha a Kovacic: reza, habla de su fe, lleva camisetas de Cristo y visita Medjugorje
El Real Madrid ha confirmado la contratación para las próximas seis temporadas del mediocentro croata de 21 años, Mateo Kovacic, que cuando tenía 18 años fue fichado por el Inter de Milán por 15 asombrosos millones de euros, jugó la pasada temporada en el Inter de Milán donde disputó 44 partidos y anotó 8 goles. En la selección croata tiene otro compañero del Real Madrid, Luka Modric. Los expertos alaban en Kovacic su habilidad en la media punta y un último pase potente.
Además, Kovacic es un católico convencido y habla de su fe con fuerza.
Además, Kovacic es un católico convencido y habla de su fe con fuerza.
Una infancia peculiar
La fe de Kovacic ya llamó la atención de ReligiónEnLibertad en un artículo de marzo de 2013 de Javier Lozano.
Kovacic nació un 6 de mayo de 1994 en Linz, Austria. Hasta ahí se habían mudado sus padres en 1991, huyendo de la guerra de los balcanes, procedentes de Kotor Varos, una ciudad eminentemente poblada por ortodoxos y que fue devastada por los serbios.
Kovacic nació un 6 de mayo de 1994 en Linz, Austria. Hasta ahí se habían mudado sus padres en 1991, huyendo de la guerra de los balcanes, procedentes de Kotor Varos, una ciudad eminentemente poblada por ortodoxos y que fue devastada por los serbios.
En tierras austriacas dio sus primeros pasos como futbolista, creciendo en el seno de una educación católica. "Era un niño tranquilo, valiente y muy religioso. Iba todos los domingos a misa". Así le definían sus padres, que en 2007 decidieron volver a casa con el muchacho pese a que ya llamaba la atención de diversos clubes.
Con 13 años entró en el Dinamo de Zagreb, el mayor equipo del país. Fue ascendido a un equipo dos categorías más alto del que le correspondía por su edad.
Pero en 2009, con quince años, sufrió un duro revés. Una doble fractura de tibia y peroné, con una complicada operación, le mantuvieron diez meses sin poder jugar a fútbol. "Me apoyé en la fuerza de Jesús para pasar ese mal momento. Definitivamente, volví aún más fuerte gracias a Él. Son experiencias que hacen que tu cabeza se vuelva más fuerte", declararía después.
Pero en 2009, con quince años, sufrió un duro revés. Una doble fractura de tibia y peroné, con una complicada operación, le mantuvieron diez meses sin poder jugar a fútbol. "Me apoyé en la fuerza de Jesús para pasar ese mal momento. Definitivamente, volví aún más fuerte gracias a Él. Son experiencias que hacen que tu cabeza se vuelva más fuerte", declararía después.
Apenas un año después debutaba en el primer equipo del Dinamo, convirtiéndose en el futbolista más joven que llegaba a la Primera División de Croacia. Por si fuera poco, en el mismo día de su debut, el 20 de noviembre, con 16 años y 198 días, marcaba su primer gol, lo que le convertía en el goleador más joven de toda la historia en el fútbol croata.
A pesar de ello, y de la lógica fama que alcanzó en su país, Mateo Kovacic continuaba mostrando día a día su fe. No en vano, pese a ser la nueva estrella en Croacia, continuaba no sólo acudiendo a misa todos los domingos, sino que seguía oficiando de monaguillo.
En la iglesia encontró el amor
Aquello le valió algunas burlas de sus amigos y compañeros de equipo, pero como el mismo Kovacic afirma, "no me importaba, nunca me molesté, y nunca dejé de hacerlo. Ahora lo veo con cierto humor...".
Entre otras cosas, porque fue precisamente en la iglesia donde conoció a su novia. Isabel era corista del coro de la parroquia. Una vida tan reservada la suya que no fue hasta cuando llegó al Inter este enero que dio a conocer su nombre, para disgusto de la prensa croata, que durante más de dos años estuvo tratando de investigar de quién se trataba.
Ha sido comparado con Messi. Aunque él, modesto, rehúye tal analogía. "No tengo ni un 10% del talento de Messi", afirma. "Pero con mucho trabajo y la ayuda de Dios me puedo convertir en un gran futbolista", afirmaba en 2013.
En Italia varias veces ha hablado de su fe, fuente de su fuerza. "No tengo problemas en decir que creer me da fuerza, me ayuda a jugar mejor" ni en reconocer que "normalmente, debajo de la camiseta del equipo, me pongo una camiseta con una imagen de Jesús".
Por eso, a nadie extrañó cuando, el día previo al derbi de la Madonnina (partido entre el Milan y el Inter, y que recibe ese nombre por la estatua de la Virgen María situada en la cima del Duomo), Kovacic declaró que "cuando uno cree en Jesús, no tiene miedo del diablo", sobrenombre con el que se conoce al Milan.
Habitual de Medjugorje
Cómo el mismo ha reconocido en más de una ocasión, cuando puede acude en peregrinación al Santuario de la Virgen en Medjugorje. De hecho, se encontraba en Herzogovina cuando recibió la llamada del Inter. "Es algo realmente maravilloso para mí.Aquí puedes ir a Misa todos los días. Es realmente bello poder estar aquí, y me enorgullece ver que siempre somos bien recibidos en Herzegovina", afirma Kovacic.
En Italia explicó cómo afronta la tensión del fútbol."Rezo antes de todos los partidos. Me da la fuerza y la inspiración para jugar, y el poder saber que todo va a estar bien. Como cualquier persona normal, tengo mis heridas y debilidades, y la oración y la fe me ayudan a superarlo".
Este es el nuevo fichaje del Real Madrid.
Este es el nuevo fichaje del Real Madrid.
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