Edición actualizada y ampliada de su libro en el 40 aniversario del inicio de las apariciones
Jesús García ante el fenómeno de Medjugorje: «Es como Lourdes pero para un mundo globalizado»
El 24 de junio de 1981, seis niños de una anónima aldea ubicada en Bosnia y Herzegovina -entonces Yugoslavia-, contaron haber visto a la Virgen María en la falda de un monte próximo. Su historia se repitió al día siguiente, y el siguiente, y el otro… y así ha continuado hasta nuestros días.
En el año 2006, cuando en España aún era muy desconocido Medjugorje, el Grupo Intereconomía envío a dos jóvenes periodistas a hacer un reportaje, a ver qué pasaba allí. Gonzalo Moreno y Jesús García fueron los enviados, y en apenas una semana de viaje, sus vidas dieron un giro absoluto. Gonzalo, con 30 años, dejó el trabajo y entró al seminario para ser ordenado sacerdote. Jesús, con 28, comenzó a viajar a Medjugorje en respuesta a una llamada, una vocación, un mandato que le dio firmemente el padre Jozo, quien fuera párroco de Medjugorje en 1981, un personaje principal de los acontecimientos de Medjugorje.
Este 2021 se cumplen 40 años del inicio de las supuestas apariciones de Medjugorje, y Libros Libres y Jesús García lanzan una edición conmemorativa del libro Medjugorje, publicado en 2009, y que ha vendido más de 20.000 ejemplares. Su autor cuenta a ReL por qué esta nueva edición y rememora algunas de sus experiencias en Medjugorje en su más de 30 viajes.
-¿Qué nos puedes contar de aquel primer viaje de 2006?
-¡Miles de cosas! Gonzalo y yo fuimos sin saber mucho de aquello, por no decir nada, y nos encontramos la mayor historia que hoy podía contarse. De aquel primer viaje me traigo el mandato firme que nos dio el padre Jozo. Este fraile croata, de una fe arraigada en una infancia marcada por la experiencia de Dios en un ambiente hostil como era el comunismo, era el párroco de Medjugorje en 1981. Las apariciones fueron un problema para él, pues fue encarcelado y torturado durante un año y medio en una prisión comunista.
Gonzalo y yo pasamos con él cuatro días en aquel viaje de 2006 y el último día, nos dedicó dos horas. Nos exhortó a contar lo que habíamos vivido. Aún recuerdo, es imborrable en mi memoria, su imagen dando golpes con el puño cerrado sobre el brazo de madera del sillón en el que se sentaba, mirándonos a los ojos: “¡Tenéis que volver a España y contar lo que habéis vivido! Vuestra voz puede ser escuchada por mucha más gente que por otros. Por vuestro trabajo, podéis dar veneno al mundo o podéis darle luz. Sois como san Pablo, que no paró de escribir dando testimonio de lo que vio. Id a casa y contar lo que habéis visto. ¡No lo calléis!”. Gonzalo encontró la respuesta a ese mandato, a esa misión del padre Jozo, en su vocación sacerdotal y su ministerio. Hoy es sacerdote y un hijo de Medjugorje. Yo encontré la respuesta en cientos de artículos, entrevistas, reportajes, y gracias a Libros Libres, en aquel primer libro que tuvieron el arrojo de publicar cuando el viento era absolutamente contrario.
-¿Ha cambiado la situación desde entonces?
-¡Absolutamente! ¡No tiene color! Medjugorje hace 15 años era como ir a Vietnam, y ahora es como ir a por tabaco al estanco de la esquina, en el sentido de la controversia tan grande que giraba en torno al fenómeno entonces. Ir a Medjugorje en 2005, y no digamos en los años 80 o 90, era exponerte a que te tratasen de loco, de hereje, de anticatólico, de farsante, de pringao…
Ir hoy a Medjugorje es muy diferente, el escenario ha cambiado brutalmente. Con el paso de los años y el reposo de los más que evidentes frutos de Medjugorje, ir hoy allí te da prestigio, no te cuestiona. En los primeros 25 años de Medjuogjre, desde 1981 a 2006, cuando yo fui, fueron muchos los periodistas de todo el mundo que fueron a investigar, a meter la mano, a provocar, con buenas intenciones y con malas, en busca de la verdad.
Este es un buen momento para recordar, por ejemplo, los trabajos editados hace más de 30 años por muchos de ellos. Por ejemplo Wayne Weyble, un periodista estadounidense, de confesión protestante, que arriesgó todo, su patrimonio, su empresa y su vida social, por escribir sobre los acontecimientos de Medjugorje y divulgarlo en Estados Unidos y en todo el mundo. Convertido al catolicismo, dedicó la mitad de su vida a divulgar el mensaje de la Virgen María allí dado.
También Sor Emanuelle Maiard, una religiosa francesa, de la Comunidad de las Bienaventuranzas, que se estableció en Medjugorje en los años 80 y no se marchó de allí ni durante la guerra de Bosnia. Sus libros y escritos son historia viva de Medjugorje, han escudriñado todo, en momentos de sufrimiento y controversia brutal. Es muy fácil ir ahora a Medjugorje y escribir cualquier cosa. Difícil era en los 80, durante el comunismo. O en los 90, durante la guerra. O hace 15 años, con una campaña brutal contraria desde el seno de una parte de la propia Iglesia.
Me acuerdo de María Vallejo-Nágera, escritora española que se ha jugado su prestigio y su imagen cuando salir en la foto de Medjugorje te traía más problemas que beneficios. Ella escribió la novela El castigo de los ángeles, basado en las apariciones de Medjugorje. No, ahora es muy fácil subirse a este carro que, en realidad, ya pusieron en marcha, hace muchos años, personas aguerridas, auténticos contadores de historias y periodistas.
Ir ahora a Medjugorje es como hacer ahora un reportaje sobre la Guerra de Vietnam, que acabó hace tiempo, y decir que eres corresponsal de guerra. Yo, en este 40 aniversario, con la publicación de esta nueva edición de mi libro, reivindico el papel y el trabajo de los Wayne Weyble, Sor Emmanuele, Maíra Vallejo Nágera, Darko Pavicic y tantos y tantos otros que se la jugaron por Medjugorje cuando Medjugorje no te daba más que problemas. ¡Y también a mi compañero Gonzalo! Esos libros y reportajes de Medjugorje de los primeros 25 o 30 años son además los más auténticos, los más frescos. Ten en cuenta que hoy ya muchos de los testigos no están, las apariciones son menos, los videntes son más mayores y se prodigan menos, el padre Jozo no está allí, que le podías visitar cada día… Si alguien quiere conocer la esencia de Medjugorje tiene que ir a esos primeros libros, está claro.
-Tu libro sobre Medjugorje ha vendido más de 20.000 ejemplares. ¿Por qué una nueva edición ahora y qué ofrece de nuevo?
- El por qué es claro. Este 2021 es el 40 aniversario de las apariciones y, sencillamente, teníamos que estar ahí, celebrándolo. Lo pensamos en el equipo de la Fundación Gospa Arts, un fruto directo de Medjugorje, el pasado otoño y me bastaron dos minutos de charla con Álex Rosal, director de la editorial Libros Libres, para organizarlo.
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Por otro lado, actualizar las últimas novedades sobre todo respecto a la postura de la Iglesia y algunos testimonios más cercanos en el tiempo. Ha habido cambios importantes y había que dejar constancia. No en la esencia, en eso no hay nada nuevo, pero sí en la información sobre la investigación de El Vaticano y cosas así… Y ya de paso, queríamos empezar a calentar motores, porque este año 2021 vamos a estrenar en cines también un documental sobre Medjugorje y queríamos asociar a este gran proyecto audiovisual muchas otras actividades que vamos a ir anunciando poco a poco. La primera de todas ellas es la nueva edición del libro de Medjugorje.
-¿Qué cambios ha habido con respecto a la Iglesia últimamente?
- Muchos y muy importantes, pasos firmes hacia una aprobación de las apariciones, que yo creo que tendrá un paso anterior que será la declaración de santuario de la parroquia de Medjugorje. Esta es una necesidad que tiene su lógica. Más allá de que la Virgen se haya aparecido o no, la parroquia de Medjugorje es un destino de peregrinación internacional, que soporta la visita de unos dos millones de personas en circunstancias normales, sin pandemia, y eso no hay parroquia que lo soporte, mucho menos en Bosnia, un país con muchos problemas.
Los frailes llevan pidiendo a Roma más de 10 años que esto necesita otro régimen, no el de una parroquia normal, porque su realidad no es la de una parroquia normal. Por eso, y este es otro cambio, en 2017, el Papa Francisco envío a Monseñor Henryk Hoser como Visitador Apostólico Pastoral. Esto es una especie de consultor o interventor que toma el gobierno de la parroquia, relega por tanto a la diócesis y a la orden franciscana, y vigila, ordena y controla la pastoral de la parroquia. Este enviado apostólico del Papa sigue allí desarrollando la pastoral, en total comunión con los franciscanos de la provincia y con la diócesis.
Otra de las novedades ha sido el relevo en el gobierno de la diócesis de Mostar, a la que pertenece Medjugorje. El anterior obispo, Monseñor Ratko Peric, el mayor y más firme opositor a los testimonios de los chicos, se ha jubilado. Su autoridad ya había sido relegada con la llegada del Visitador Apostólico, pero el nombramiento de un nuevo obispo abre otras vías que, en realidad, ya estaban descritas desde hace dos años cuando Roma, sin ninguna duda por indicación o recomendación de Monseñor Hoser, permitió las peregrinaciones oficiales a Medjugorje. Las privadas nunca estuvieron ni prohibidas ni limitadas, jamás. Pero esta nueva postura permite que las peregrinaciones sean organizadas por una parroquia, por una diócesis, por un movimiento, por una congregación… que es una especie de reconocimiento bajo cuerda de que la parroquia es un santuario.
Pero lo más importante de todo, en mi opinión, es que Roma acabó en 2014 sus estudios sobre los primero siete días de apariciones. Es lo que en su momento se llamó “La Comisión Ruini”, un grupo de investigadores organizado por el Papa Benedicto XVI, formado por la flor y nata de la Curia en la materia, tanto de Roma como de la curia de Bosnia, y que terminó su trabajo en 2014.
De este trabajo no han trascendido muchas cosas, pero las pocas que han trascendido son muy importantes. La mayor de todas es que parece ser que se recomienda al Papa dar por ciertas las apariciones de los siete primeros días, y seguir investigando las restantes.
-¿Siguen teniendo apariciones los videntes a día de hoy?
-Según ellos, sí. De los seis videntes, tres de ellos mantienen seguir teniendo apariciones todos los días, a diario. Esto es muy fuerte porque, una de dos: o estamos ante una de las mayores mentiras de la Historia, o estamos ante una de las más importantes verdades. No hay medias tintas. Los otros tres videntes, dicen tener una aparición al año, cada uno en una fecha concreta y por algún motivo.
-¿Qué piensas tú que van a ser los próximos acontecimientos de Medjugorje?
- Según mis fuentes y las de otros colegas muy metidos en la materia, como es el caso de Andrea Tornielli, en Italia, y lo que he podido hablar allí con unos y otros Medjugorje va a ser declarado santuario más pronto que tarde. Este va a ser el primer paso y no queda mucho. Y en seguida o posiblemente al mismo tiempo, se declararán auténticas las apariciones de los primeros siete días. Y creo que esto está muy próximo. Más de lo que la gente se piensa.
-¿Se pueden declarar auténticas unas apariciones mientras no hayan acabado o mientras sigan vivos los videntes?
-Por supuesto, de hecho, ya ha sucedido. Las apariciones de Fátima, sin ir más lejos. Estas apariciones tan conocidas sucedieron en 1917. En 1930 fueron declaradas “dignas de fe” por el obispo del lugar. Pero, ¿estaban acabadas las apariciones? No, en absoluto, pues se sabe, porque así lo dejó escrito ella en su biografía, que sor Lucia siguió teniendo apariciones toda su vida, en momentos concretos. Por tanto, cuando en 1930 se declaran auténticas las apariciones de Fátima, una de sus videntes seguía viva, y esta misma seguía teniendo apariciones. Lo que hizo el obispo en 1930 fue declarar auténticas las 6 primeras apariciones de 1917, que es lo que va a suceder algún día en Medjugorje, vivan o no los videntes, y sigan teniendo apariciones o no.
Como anécdota quisiera remarcar que esta es la idea que hace unos cuatro años publicó Andrea Tornielli en el Vatican Insider. Poco tiempo después Tornielli fue nombrado Director de Contenidos del Dicasterio de Comunicación de la Santa Sede. Algo sabrá este buen señor, digo yo. Pero no es el único. El periodista croata Darko Pavicic es el investigador actual que más sabe de todo lo que sucede en torno a Medjugorje. Es un gran profesional que conoce todos los entresijos de la actualidad de Medjugorje. Ha publicado el año pasado un libro que se titula: Medjugorje: los siete primeros días. Su tesis es la misma que la de Tornielli y a la que yo me sumo por mis propias averiguaciones: pronto habrá novedades muy interesantes sobre Medjugorje. Por cierto, el libro de Darko Pavicici me cuentan que será publicado muy pronto en España, ¡gran acierto!
-¿Es comparable Medjugorje a otras apariciones?
-Como dice el padre Jozo, sí y no. Sí es comparable como fenómeno de la gracia en un momento concreto. Es innegable la gracia en Medjugorje, la intervención de Dios, como en su día lo fue en Fátima o Lourdes. Pero no es comparable porque este es un evento para el hombre de hoy, en el mundo de hoy: un mundo globalizado. Por su magnitud y por su duración, por su presencia en todo el mundo mientras está sucediendo, Medjugorje es como Lourdes para un mundo globalizado, subido al WhatsApp y a Internet. Es brutal, como brutal es el mundo de hoy.
-¿Qué tiene que decir Medjugorje a la Iglesia de hoy y al mundo de hoy?
-Monseñor Hoser, enviado del Vaticano a Medjugorje, ya lo ha explicado. El pasado mes de enero dio una conferencia on line que tituló “Medjugorje como. Modelo de Nueva Evangelización para el mundo”. La conferencia fue seguida por más de cuatro millones de personas en el mundo. Y solo ese título, por parte del enviado del Vaticano a Medjugorje, ya sitúa Medjugorje en el mapa de la Nueva Evangelización, te lo pone como modelo. Yo más que él no puedo decir.
-¿Cómo va el proyecto del documental?
- Sobre ruedas. La película está prácticamente terminada y está con pequeñas cosas de postproducción y distribución. Hace dos años empezamos y ya dije que quien hubiera leído mi libro sabía qué iba a ver en el documental. No hemos engañado a nadie y se ha dado así. Pero sí que te digo que con alguna sorpresa que va a dejar asombrado al espectador y al propio peregrino de Medjugorje. Mucha gente que jamás se habría leído un libro de Medjugorje o que nunca hubiese visto un documental así, se va a sentir interpelado y agradecido por verlo. Y lo verán este año.
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