Tony Blair: «Una clase dirigente analfabeta en materia religiosa no puede gobernar el Siglo XXI»

«Creo realmente que los estadistas, empresarios, líderes de la sociedad civil y funcionarios públicos que no tengan estas capacidades y conocimientos (religiosos), no estan preparados para el Siglo XXI, sean europeos o no». Quién así habla no es un líder de una confesión religiosa, sino Tony Blair, ex primer Ministro de Gran Bretaña, converso al catolicismo y presidente de la Blair Faith Foundation.

Actitudes provincianas
«Tenemos que superar el provincialismo ciego que ha sido alimentado por el secularismo extremo en Europa, porque impide un aspecto vital de la capacidad de gobierno», es otra de las perlas que ofreció el político britanico a los periodistas Marco Bardazzi y Paolo Mastrolilli en una entrevista para Vatican Insider.

Blair está en desacuerdo con aquellos que desatienden o arrinconan las creencias religiosas en la sociedad: «Mientras se presenta ante nosotros un declinar del aspecto de la religión que a veces por error parece mostrarse como una superstición, el aspecto de la fe que tiene que ver con la creación de una base moral para la vida es para nosotros cada vez más importante. Además, las personas no parecen creer que esta base provenga sólo de la humanidad, sino que refleje una voluntad de un Ser Supremo».

Leer los acontecimientos en clave religiosa
Blair considera que «a pesar de la publicidad negativa que anticipó la reciente visita del Papa al Reino Unido, luego, a su llegada, la acogida que recibió Benedicto XVI fue fantástica. La mayor parte de nuestras culturas contemporáneas lee el mundo y reflexiona en términos religiosos. Por este motivo, dos programas de mi Faith Foundation, están dedicados a la alfabetización religiosa, uno en las escuelas y otro en la universidad. Significa aprender tanto un lenguaje respetuoso y sensible para con las personas de otra fe, como tener la capacidad de analizar dos de las mayores fuerzas que mueven el mundo actual -fe y globalización- en su interacción contemporánea».

Minorías religiosas
Sobre las minorías religiosas, el ex primer Ministro británico señala que «He llegado a la conclusión de que los derechos de las minorías religiosas actualmente son una cuestión central. Pero no pueden ser separadas de una cultura global de los derechos humanos que incluya todos los derechos previstos en la Declaración de los Derechos del Hombre de la ONU. El concepto central con el que tenemos que ver, en este caso es el de la igualdad de los ciudadanos».

«Un ciudadano, independientemente de su religión, tiene que tener las mismas oportunidades de participación en la vida de la nación, los mismos derechos de propiedad, poder alcanzar un nivel de empleo según su capacidad y naturalmente, libertad de culto sin ningún obstáculo a nivel nacional o local. Ninguna nación o estado, comunidad o familia, puede renunciar a estos valores comunes. La libertad de religión significa que cada religión tiene derecho a manifestar públicamente sus valores clave. Los valores cívicos comunes, en algunos casos específicos, pueden chocar con la expresión de valores religiosos. Se trata de decisiones difíciles de tomar. Pero cuando el conflicto es serio y no hay posibilidad llegar a un compromiso, creo que el único modo de resolver la cuestión sea el recurso a la ley».

Diálogo interreligioso
Sobre la compatibilidad de algunas religiones y la aceptación de los derechos humanos, Blair manifiesta que «debe haber diálogo entre las diversas confesiones. La iniciativa musulmana "Una palabra común entre nosotros y vosotros" es un gran paso adelante en el intento de entender con el diálogo cuanto se contiene en el amor a Dios y en el amor al prójimo. Añadiría la necesidad de diálogo con el pensamiento secular. Las discusiones de Papa Benedicto con Jurgen Habermas ofrecen un ejemplo sorprendente».

11-S y el conflicto entre civilizaciones
«El 11-S ha sido una advertencia a todos nosotros sobre el significado de la captura de un grupo de personas por una visión errónea de la fe. La verdad es que los ataques suicidas son totalmente contrarios a la enseñanza musulmana y a la palabra del sagrado Coran. Es necesario que todas las personas de buena fe, que detestan estas acciones, se unan para combatir el extremismo».

«El 11-S para mi ha representado un síntoma de malestar en el Islam que podría bien llamarse la apropiación de una religión por parte de una minoría. ¿Estamos ganando nosotros? También aquí, depende que entendemos por "nosotros". La batalla contra la reducción de una gran religión mundial a una religión cruelmente exaltada y a la glorificación de una falsa noción de jihad, la adoración de la violencia y la muerte de inocentes, es un desafió grande para los musulmanes. ¿Como pueden las personas matar de esta manera en nombre de Dios? ¿Que ideas desembocan en esta mistificación del Islam, esta traición a un Dios misericordioso? Esta es una batalla de ideas. Y el conflicto para conquistar el corazón del Islam lo pueden ganar sólo los musulmanes. Pero todos podemos ayudar. Se han hecho progresos. ¿Está ganando el otro "nosotros", el de los esfuerzos antiterrorísticos? Claramente sí. ¿Y contra el extremismo? Estamos aprendiendo».

La crisis y el sistema financiero
Preguntado por la actual crisis económica y el quebrantamiento del sistema financiero, Blair subraya que «como católico, para mí la doctrina social de la Iglesia es un recurso de gran valor como punto de reflexión sobre nuestra actual situación financiera. En un mundo interrelacionado, hemos hecho experiencia de este peligroso dato de hecho: el comportamiento desconsiderado de pocos puede poner en peligro e bienestar de muchos. Tenemos que eliminar los incentivos que empujan al comportamiento desconsiderado del sector financiero, pero sin poner cadenas al espíritu empresarial de la comunidad de los negocios. Durante muchos años hemos hablado de responsabilidad de las empresas, pero esto significa desarrollar un sentido de responsabilidad en las personas que se ocupan de las transacciones financieras. Se inicia por el "core business" de las comunidades de fe y el desarrollo de un carácter y una formación moral de los líderes de las empresas; es un aspecto importante».

Vaticano y paz
«La Santa Sede ha recibido un papel sin par en la propagación de la paz y los derechos humanos, a través de su servicio diplomático. Ha aportado una contribución importante en el debate en la ONU por medio de sus representantes».

Impresión del Papa
Por último, Tony Blair hace su valoración del actual Pontífice: «Siento un gran respeto por Benedicto XVI y estoy sorprendido del hecho de que todos los que le encuentran, después sienten por el una gran admiración».