En la China del hijo único
Antonio, Maira y 6 hijos, misioneros españoles en Macao: «Alguno se burla si defendemos la familia»
Un matrimonio valenciano con seis hijos, que lleva ocho años como misioneros en la ciudad china de Macao, ha creado su propia empresa de animación con la que ofrecen obras de teatro e imparten clases de educación teatral en los que aprenden a practicar valores como el respeto y el perdón.
“En las clases pretendemos ayudar a los alumnos en la desinhibición y expresión de sí mismos, abriéndoles las puertas de la imaginación y la creatividad ya que la educación teatral ayuda a que los niños tengan una infancia mejor y les ayuda en su formación hacia personas adultas”, indica el matrimonio compuesto por Antonio Martínez y Maira Belati, en el último número del periódico de la diócesis de Valencia, PARAULA.
En las clases a través del juego, del trabajo en equipo, de la resolución de problemas prácticos en el grupo de teatro “los alumnos van adquiriendo seguridad y confianza en sí mismos, lo que les ayuda a tener una inserción en la sociedad menos traumática al tiempo que aprenden a enfrentarse al miedo de ponerse en evidencia delante de los demás, y a expresarse”, añaden.
Según el matrimonio que tiene seis hijos, “crear la empresa y registrarla fue fácil porque los impuestos de autónomos son muy bajos”. Sin embargo, el permiso para trabajar en ella y que hay que renovar cada dos años “es mucho más complicado de conseguir”.
La empresa creada por el matrimonio valenciano, llamada MAS (Maranathá Ars Society), imparte sus clases en diferentes escuelas de Macao, y en algunos colegios desde los 3 años de edad a los 18.
Sus obras de teatro son contratadas también por el departamento de Cultura de Macao y han sido representadas en grandes teatros de la zona.
Antonio Martínez y Maira Belati aseguran que Macao es una región administrativa especial y, aun perteneciendo a China, la Iglesia es libre y está adherida al Vaticano.
Además, han añadido que “en ese aspecto no sufrimos persecución pero, como toda familia numerosa en la sociedad actual y también aquí cuando salimos a la calle, ciertas personas se burlan de nosotros por la defensa que hacemos de la familia auténtica y por el valor de la fidelidad”.
Por otro lado, han afirmado que “en tiempos difíciles una manera de transmitir felicidad y esperanza es estar apoyados en el Señor ya que Él nos ayuda a toda la familia a estar más unida, a ver que todo tiene sentido para nuestras vidas, incluso el sufrimiento”.
“En las clases pretendemos ayudar a los alumnos en la desinhibición y expresión de sí mismos, abriéndoles las puertas de la imaginación y la creatividad ya que la educación teatral ayuda a que los niños tengan una infancia mejor y les ayuda en su formación hacia personas adultas”, indica el matrimonio compuesto por Antonio Martínez y Maira Belati, en el último número del periódico de la diócesis de Valencia, PARAULA.
En las clases a través del juego, del trabajo en equipo, de la resolución de problemas prácticos en el grupo de teatro “los alumnos van adquiriendo seguridad y confianza en sí mismos, lo que les ayuda a tener una inserción en la sociedad menos traumática al tiempo que aprenden a enfrentarse al miedo de ponerse en evidencia delante de los demás, y a expresarse”, añaden.
Según el matrimonio que tiene seis hijos, “crear la empresa y registrarla fue fácil porque los impuestos de autónomos son muy bajos”. Sin embargo, el permiso para trabajar en ella y que hay que renovar cada dos años “es mucho más complicado de conseguir”.
La empresa creada por el matrimonio valenciano, llamada MAS (Maranathá Ars Society), imparte sus clases en diferentes escuelas de Macao, y en algunos colegios desde los 3 años de edad a los 18.
Sus obras de teatro son contratadas también por el departamento de Cultura de Macao y han sido representadas en grandes teatros de la zona.
Antonio Martínez y Maira Belati aseguran que Macao es una región administrativa especial y, aun perteneciendo a China, la Iglesia es libre y está adherida al Vaticano.
Además, han añadido que “en ese aspecto no sufrimos persecución pero, como toda familia numerosa en la sociedad actual y también aquí cuando salimos a la calle, ciertas personas se burlan de nosotros por la defensa que hacemos de la familia auténtica y por el valor de la fidelidad”.
Por otro lado, han afirmado que “en tiempos difíciles una manera de transmitir felicidad y esperanza es estar apoyados en el Señor ya que Él nos ayuda a toda la familia a estar más unida, a ver que todo tiene sentido para nuestras vidas, incluso el sufrimiento”.
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