La prensa generalista casi no trata este evento masivo; la católica hace poco análisis
10 reacciones analizan la JMJ: lo que hubo detrás y lo que debería venir después
Cuando han pasado casi 3 días desde la misa final de la JMJ de Lisboa, las reacciones de analistas y opinadores en la prensa fuera de Portugal son pocas.
La prensa de izquierda radical en España (como estudiamos aquí) ni se enteró de que un millón y medio de jóvenes católicos se reunió con el Papa en Lisboa. Tampoco abundan los columnistas interesados en el tema en la prensa "conservadora" (por ejemplo, en La Razón, sólo encontramos una breve columna del ex-ministro Jorge Fernández Diaz, alabándola sin entrar en muchos detalles). A la prensa española le interesan los pactos postelectorales, cambios en partidos políticos y descuartizadores en Asia.
La prensa local y regional ha cubierto el paso de los peregrinos por sus ciudades (llenando El Pilar en Zaragoza, la mezquita-catedral en Córdoba, Santa Eulalia en Mérida, la Sagrada Familia en Barcelona) pero nada o casi nada de lo que pasó en Lisboa.
Tampoco la prensa católica en español (ni española ni hispanoamericana) se ha volcado en analizar la JMJ en los días posteriores, quizá por agotamiento o por vacaciones. Los católicos han hecho un gran esfuerzo en las Jornadas pero no en difundirlas y analizarlas en la post-Jornada, al menos por ahora.
El poco interés en la prensa y articulistas contrasta con lo que viven los jóvenes: llevan tres días sin parar de recibir reenvíos y notificaciones con sus aventuras de la JMJ en Instagram o Tik Tok. Se lo reenvían a sus amigos de su parroquia, movimiento o grupo.
Con todo, en ReL hemos recogido 10 reacciones o análisis post-JMJ que creemos ayudan a tener una visión de conjunto de lo que pasó... y de lo que debería pasar ahora.
1. Carlos Escribano, arzobispo de Zaragoza (preguntado por Europa Press):
"La valoración de la JMJ la tienen que hacer los jóvenes, que han vivido esto con intensidad. Veo que para ellos ha sido muy estimulante y en el corazón de muchos Cristo se ha puesto en el centro, que es la idea con la que fundó estas jornadas Juan Pablo II".
Pero también hace notar una realidad: "La mayoría de los jóvenes de aquí nunca habían participado en JMJs. Son de una generación nueva. Venían con el corazón para dejarse sorprender y me parece que las enseñanzas del Papa, y las catequesis, les han tocado". [Según un sondeo de Gad3 entre los peregrinos mayores de edad un tercio había estado en otras JMJs].
2. Jesús Sanz, arzobispo de Oviedo (preguntado por Europa Press):
"Tenemos que ser santos, que es lo que el Papa ha dicho: '¡Todos, todos, todos!' Pero en ese 'todos' quien elige es la persona, y por tanto, su libertad. Todos tenemos sitio en la Iglesia, ha dicho el Papa, pero luego es cada uno quien, con su libertad, decide si, teniendo sitio, quiere quedarse. Es su vida la que decide, ayudado por la gracia de Dios. Pero es lo que pedimos a los jóvenes: que decidan bien, y se dejen ayudar por esa gracia". [...]
"La experiencia de la universalidad católica que se vive en la JMJ es algo que toca el corazón de tantos chicos y chicas porque a veces tienen que vivir su fe en ambientes hostiles, en los institutos, en sus ambientes, y "tener esta experiencia de verdadera comunión fraterna cristiano en torno a Jesús, en torno a María, llena el alma".
3. Cadena Cope: línea editorial del 6 de agosto
"La Jornada no se celebraba en España y, por lo tanto, no había lugar a una cobertura casi monográfica de los informativos, pero de ahí al tratamiento residual e ideologizado media un abismo. La televisión pública en España, en lugar de dar voz a los jóvenes españoles, más de 75.000 solo entre los inscritos oficialmente, ha aprovechado la ocasión para hablar de abusos en la Iglesia; una Iglesia que, como ha repetido el Papa estos días en Lisboa, es una iglesia de todos, que abre sus puertas a todos, y que tiene mucha tarea por delante, también en una España, que es en buena parte tierra de misión".
"Estas inmensas minorías creativas, esta generación pujante de jóvenes que ya está aquí, va a tener el desafío de ser verdadera luz y sal en medio de una sociedad mayoritariamente indiferente y hostil, que anhela, incluso en muchas ocasiones sin saberlo, una esperanza mayor sobre la que sostener sus días".
4. Austen Ivereigh, periodista, biógrafo de Francisco, en Celam TV
"Hay varios elementos de esta JMJ que otras no han tenido, con rasgos de este pontificado. Por ejemplo, la ecología integral, que formaba parte de la catequesis. También el método sinodal en las catequesis previas a las Jornadas. Antes era más 'el obispo a los jóvenes'. Ahora empezaba con los jóvenes dialogando y escuchando el Espíritu Santo y luego el obispo respondía a lo que surgía de esos diálogos. Un tercer elemento es el ecuménico. Por ejemplo, el evento de la noche del viernes, reuniendo por primera vez en una JMJ pentecostales, evangélicos y católicos carismáticos. Todo refleja el gran mensaje del Papa de que la Iglesia es de todos. [...] Me llama la atención la presencia en Lisboa de jóvenes que no saben a qué iglesia pertenecen, que están buscando, que tienen un montón de preguntas. Es una JMJ que acoge al buscador, y creo que eso hará feliz al Papa".
Celam TV es de los pocos espacios hispanoamericanos que han recogido un análisis rápido de la JMJ al poco de finalizar:
5. Toni Gallemí, columnista en JovenesCatolicos.es: el milagro de Jimena es de todos
"El milagro de Jimena no es propiamente el milagro de Jimena, es el milagro de todos. En primer lugar, porque ella es la que ha recibido el bien, pero otros han sido privilegiados con el testimonio ocular y, por tanto, el bien es semejante. En mi caso he sido testimonio referencial, pues lo he recibido por terceros. Mas la alegría es la misma. Es el testimonio por antonomasia del cristiano que ha recibido la Buena Nueva: no ha estado presente y, sin embargo, ha creído. Sabemos que esto no es un burdo acto de magia, mucho menos una actuación. En boca del Padre Brown, Chesterton decía que «lo más increíble de los milagros es que ocurren» y así lo creo yo firmemente, sin la egoísta necesidad de considerar que debe sucederme a mí para tener que creer". [...]
"El caso extraordinario de Jimena no es otra cosa que dos vertientes igualmente perfectas y divinas: por un lado, es la situación en la que se encuentra el hombre que sigue fielmente a Cristo y que, en consecuencia, nunca se pierde, incluso cuando no ve; por otro lado, es la clara manifestación, pese a todas las críticas, de que Dios está siempre con nosotros y jamás nos abandona. ¿Acaso no preferirá Cristo a todas las críticas la fe del niño que nunca perece y cree vivamente en los milagros?"
6. José Francisco Serrano, columnista en ABC: "Un chute de adrenalina"
"Es muy sintomático el efecto psicosocial que están produciendo las JMJ de la autoestima en la Iglesia. Cada encuentro del Papa y de los obispos con los jóvenes es una especie de chute de adrenalina, una necesaria catarsis de una Iglesia que, en demasiadas ocasiones, parece tocada y hundida bajo el peso de la culpa- véase casos de pederastia-, la desafección generalizada de la sociedad o, incluso, cierta desorientación interna. [...] ¿Cuál es la solución? «Dejar la orilla de las desilusiones y del inmovilismo y tomar distancia de esa tristeza dulzona y de ese cinismo irónico» [cita del Papa en Lisboa, de su discurso al clero].
7. Luis Ventoso, columnista en El Debate: "Lo de un catolicismo en ruinas es mendaz"
"Si un paisano asiático en la inopia y ajeno al catolicismo llegase a nuestro país y se informase de la realidad de la Iglesia y sus fieles solo por nuestros medios de izquierdas, su conclusión sería que se trata de una fe en sus estertores, asfixiada por sus problemas y que ya no vende un peine, sobre todo entre los jóvenes. Sirva como ejemplo de esa visión sesgada la penosa cobertura de la JMJ que ha hecho TVE en sus telediarios, donde en lugar de resaltar los mensajes positivos y el éxito asombroso de la cita nunca faltaban cuñas negativas cebadas por las obsesiones anticlericales de nuestro 'progresismo'".
"El trampantojo de un catolicismo en ruinas es mendaz, y la JMJ de Lisboa lo ha vuelto a mostrar por todo lo alto y de la manera más cordial, abierta, satisfactoria y hasta divertida. No se me ocurre nada, que no sea la fe católica, capaz de reunir a las ocho y media de la mañana, en un domingo soporífero de agosto, a un millón y medio de chavales en un campo de Lisboa. Y lo hicieron para asistir a la Misa oficiada por un líder espiritual de 86 años, relegado a una silla de ruedas. O mejor dicho: lo hicieron porque creen en Jesucristo".
"La Jornada Mundial de la Juventud portuguesa ha dejado varias lecciones, que desmontan muchos topicazos. La primera es la demostración de que el catolicismo sigue moviendo la mente y el corazón de los chavales, muy especialmente de los españoles, que eran los más numerosos y joviales de la cita. La segunda es una simple lección de civismo, de saber estar: ni un solo incidente reseñable en un acto mega masivo".
"La tercera, y más importante, es la lección moral que les dejó el Papa. Parafraseando al gigante Juan Pablo II, les pidió que «no tengan miedo». Les recordó que la vida debe ser respetada siempre y en todas sus etapas (mensaje perfectamente censurado por nuestros medios zurdos). Clamó por la paz y los animó a conservar la naturaleza y a hacer el bien, escuchar y querer a los demás. ¿Algún problema? ¿Es un mal ideario?"
"La cuarta lección la ofrece el ejemplo del propio Francisco frente a lo que él denomina la subcultura del «descarte». Un anciano que en junio sufrió una operación delicada, que lo mantuvo hospitalizado nueve días, un hombre que padece ciática y limitaciones para moverse por sus rodillas, era escuchado por un millón de veinteañeros y treintañeros con un silencio tal que se podía escuchar el paso de los aviones rasgando el cielo azul de la mañana lisboeta".
8. Julio Llorente, columnista en VozPopuli.com: "Es la Iglesia Católica, no la iglesia esotérica"
"Las Jornadas Mundiales de la Juventud, que vienen a desmentir la extendidísima e infeliz idea de que la fe católica es hoy apenas un consuelo para octogenarias. La más reciente, la de este fin de semana en Lisboa, congregó a un millón y medio de jóvenes. ¡Un millón y medio! Es preciso que la frialdad de la estadística no opaque el milagro. Un millón y medio de jóvenes que, pudiendo haber elegido este o aquel festival, este o aquel destino paradisíaco, esta o aquella distracción de entre las muchísimas que nuestro mundo hecho supermercado ofrece, ha optado en cambio por reunirse para celebrar ―sí, celebrar― esa abrumadora gracia que llamamos existencia, arropar al Papa y glorificar a Dios en el mismísimo centro de una sociedad descreída". [...]
"«Todos, todos, todos», hizo repetir a la multitud. Algunos comentaristas en Twitter entrevieron tras aquellas palabras un coqueteo con el relativismo. A mí, en cambio, me parecieron inimputables por tautológicas. Decir que la Iglesia católica es para todos es simplemente decir que la Iglesia católica es la Iglesia católica y no la iglesia esotérica. El Papa recordó con su habitual llaneza la vocación universal del cristianismo. Al encuentro con Dios a través de los sacramentos están llamados los pecadores de soberbia y los pecadores de lujuria, los cultos y los analfabetos, los huérfanos y los viudos, los padres y los hijos. [...]"
"Nótese que el Papa dijo «todos» y no «todo». Subyace a sus palabras la clásica distinción entre el pecador, que merece misericordia, y el pecado, que merece intransigencia. Francisco no acaricia el relativismo porque dice una verdad tan antigua como nuestra fe: aunque en la Iglesia no quepan, naturalmente, todos los actos, sí caben, por supuesto, todas las personas, sean cuales sean sus orígenes, sus cruces y sus vicios. El mejor modo de neutralizar la fuerza del pecado es amar incondicionalmente al pecador".
"La relación entre Dios y el mundo no es dilemática y que, en consecuencia, no es preciso elegir. Cuanto más intensamente ame uno a Dios, mejor amará también al mundo, que es creación suya. Cuanto más intensamente ame al mundo, mejor amará a Dios, su autor. Que el Papa reflexione sobre la ecología y la dignidad humana no implica que esté desaprovechando la oportunidad de hablar sobre Cristo; sólo implica que está hablando de Él de otra manera".
9. Mimmo Muolo, columnista en Avvenire: "Tras el covid, es la JMJ del no tengáis miedo"
"El Papa cree firmemente que hacer que los jóvenes encuentren a Cristo, hacerles oír su "No tengáis miedo", es la piedra angular sobre la que construir el futuro superando angustias, incertidumbres y desalientos paralizantes. Desde este punto de vista, la JMJ “no tengáis miedo”, la JMJ pospandemia, la JMJ llamada a mostrar el camino de la paz, es, podríamos decir, hermana gemela de aquella de Roma 2000 en la que dijo San Juan Pablo II a los jóvenes: “Es a Jesús a quien buscas cuando sueñas con la felicidad; es Él quien os espera cuando nada os satisface con lo que halláis; Él es la belleza que tanto te atrae; es Él quien os provoca esa sed de radicalismo que no os permite adaptaros al compromiso (…). No tengas miedo de confiar en él". Palabras que parecen escritas también para Lisboa 2023. El Día Mundial del 'No Temas'".
10. Francesco Ognibene, columnista de Avvenire: "Cuando estos jóvenes vengan a la parroquia..."
"Los jóvenes que han estado en Lisboa realmente creen que pueden cambiar el mundo cambiando sus corazones, mejorando las relaciones. No es casualidad que a la invitación de hacer la ruta de Lisboa para la JMJ - de un amigo, del boca en boca- se hayan sumado en muchas diócesis el doble de jóvenes de lo esperado, incluidos los que ya no iban a Misa después del Covid, que nunca se habían visto en la parroquia, los que echan una mano pero sin compromiso". [...]
"Estos jóvenes quieren con todas sus fuerzas tomar su vida entre manos y decirnos que no estamos hechos para las cuatro certezas que anestesian los deseos. Han soñado en grande, no deben defraudarse colocándolos en esquemas que los desalienten, o relegándolos al gregario existencial. Atención, pues, porque a la puerta de la casa o de la parroquia ya no encontramos a los veteranos de una “hermosa experiencia”, folclore juvenil con trasfondo religioso, como nos gustaría creer para no ver u olvidar rápidamente, sino los buscadores del futuro de todos".
El padre Julián Lozano, después de acompañar muchos jóvenes de la diócesis de Getafe a Lisboa, les propone 5 cosas de vuelta de la JMJ para aprovecharla bien: "Ora; lee; escribe; comparte; comprométete".