Turris Eburnea
Unas modelos llevan a las pasarelas «los desfiles del Evangelio»
El padre Michel Peyron atendía espiritualmente a las modelos de los antiguos talleres de modistas del Piamonte. Así nació Turris Eburnea, una iniciativa para llevar el Evangelio a la moda.
Han desfilado en centros comerciales, colegios y plazas de paises tan distintos como México, EE.UU, Turquía o Letonia. La iniciativa de "los desfiles del Evangelio" viene de lejos, cuando a finales del siglo pasado el padre Michel Peyron atendía espiritualmente a las modelos de los antiguos talleres de modistas del Piamonte para darles una formación crisitana.
Allí nació Turris Eburnea ("torre de marfil" símbolo de la fuerza, la pureza y también una de las letanías de la Virgen), una asociación para la formación de jóvenes que, desde entonces, lleva a la pasarela palabras como "amor", "bien" o "humildad" pronunciadas por modelos que ofrecen su testimonio de conversión o de camino espiritual.
Las diseñadoras de la asociación confeccionan los vestidos: "se les enseña la moderación, porque, para resultar bella, no es necesario llevar escotes vertiginosos, ni faldas cortísimas ni un maquillaje apabullante. Un vestido sobrio y elegante y un maquillaje ligero pueden ser la mejor tarjeta de visita" afirma Gabriela Costa, coordinadora del sector de moda en declaraciones a la revista "Jesús".
"Los desfiles son gratuitos, la publicidad y el alquiler de los locales los paga quien solicita el desfile mientras que la iluminación, música, atrezzo, vestidos y maquillaje los ponemos nosotros", explica.
La moda como pretexto
"Seguimos adelante gracias a la colaboración desinteresada de mucha gente: los materiales para cada desfile los conseguimos en pequeñas tiendas que liquidan. Algunos comerciantes nos regalan telas y accesorios y es que la Providencia tiene muchas caras", prosigue Gabriela: Con el mundo "oficial" de la moda mantienen una relación particular: "Nos inspiramos en las colecciones de los grandes estilistas pero creamos vestidos que no vendemos, diseñándolos a nuestros gusto. Nuestros desfiles son un pretexto para tocar el corazón de las jóvenes del público a las que enseñamos que con poco se puede aspirar a la belleza" afirma.
Antes de cada desfile, las modelos se reunen en una habiitación y rezan unos cinco minutos. Luego salen a la pasarela. Durante eldesfile, un presentador les pide que cuenten su historia o den su testimonio.
Eleonora Sgaravatti empezó en la pasarela con 14 años: "Los desfiles servían para ganar dinero pero me di cuenta de que no me reconocía en aquel ambiente, mis valores eran demasiado diferentes. Para mí, la pasarela de Turris Eburnea es un modo de afirmar el auténtico valor del cuerpo femenino, valorando la feminidad y no el feminismo agresivo".
Federica Morais ha desfilado para Yves Saint Laurent y Missoni: "La experiencia me ha enseñado que también en el criticadísimo mundo del espectáculo se puede ser coherente. Mis decisiones han estado siempre guiadas por el respeto a unos valores fundamentales. En su día desfilé para ganar dinero y hoy puedo permitirme hacerlo para Turris sin recibir a cambio nada más que amistad y ganas de compartir".