ENTREVISTA CON EL CARDENAL DE BARCELONA
Sistach, ante la visita del Papa: «Cataluña siempre ha dado mucha importancia a la ´romanidad´»
En una amplia entrevista realizada por Mossen Alimbau, el cardenal de Barcelona explica los preparativos y el sentido eclesial de la próxima visita de Benedicto XVI a Barcelona, con motivo de la consagración de la Sagrada Familia.
En una entrevista realizada a través de los micrófonos de Radio Barcelona, el cardenal Sistach explica los preparativos del viaje del Papa a la ciudad Condal.
- ¿Cómo surge, Señor Cardenal, la iniciativa de la visita del Santo Padre para dedicar el templo de la Sagrada Familia el 7 del próximo noviembre?
- Surge porque el templo de la Sagrada Familia comenzó su construcción en 1882. Y yo, como pastor de la Iglesia diocesana de Barcelona y como presidente también de esta fundación de la Junta Constructora de la Sagrada Familia, en la que participo en todas las reuniones, y participo de todas las dificultades y de todas las joyas y esperanzas, entendí que este templo ya lleva tres siglos -el XIX, el XX y el inicio del XXI- y pensé que tenía que ponerse a disposición del culto lo antes posible. No esperar a que quede todo terminado, todas las torres, porque eso pensamos que aún tardará unos quince años. Se trata de poder dedicar el templo al culto, a la celebración de la eucaristía y de los sacramentos, con la nave de la iglesia ya cubierta y acabada y todo ya dispuesto en el interior. Y por eso pensé que convenía hacerlo pronto. Y como la Sagrada Familia es un templo único en el mundo, me pareció que la persona que tenía que dedicar esta iglesia era el Santo Padre.
- ¿Cuáles son las razones para tomar conciencia, todos, de la importancia de esta visita del Santo Padre a Barcelona?
Lo tenemos que hacer como cristianos y como ciudadanos. Como cristianos, subrayo que es el vicario de Cristo, es el "dulce Cristo en tierra", como decía Santa Catalina de Sena, es el sucesor del apóstol San Pedro, tiene un servicio y una misión importantísima en toda la Iglesia , extendida de Oriente a Occidente, y por tanto también en nuestra Iglesia diocesana. Como cristianos, lo acogemos con una ilusión, con un cariño y con una unción espiritual y de fe que me parece que todos debemos tener con mucha profundidad y con mucha amplitud. Pero también nosotros mismos como ciudadanos, y otros ciudadanos que no sean cristianos, me parece que también debemos tener conciencia de esta importancia porque el Santo Padre es un personaje importantísimo en nuestro mundo.
Los Papas, últimamente, han tenido una gran incidencia no sólo en el aspecto religioso, sino también en el aspecto humano, trabajando por la paz en el mundo, por el entendimiento entre los pueblos, el desarrollo de los pueblos, en especial de los más pobres y necesitados. Yo creo que todo esto interesa a todo hombre y a toda mujer de buena voluntad. Y el sucesor de Pedro en este 2010 es el Santo Padre tan querido por todos nosotros, Benedicto XVI, que lo tendremos entre nosotros, y por lo tanto esto es un motivo de gran alegría.
Antoni Gaudí, hombre de fe
- ¿Cuáles son los hechos que más ha admirado, Señor Cardenal, de este arquitecto y hombre de gran fe que fue Antoni Gaudí?
- Pienso que mi proceso debe ser similar al proceso de muchas personas. Cuando contemplamos el templo de la Sagrada Familia mientras se va construyendo, con su belleza y su grandiosidad, nos fijamos en el arquitecto que lo proyectó en su totalidad. Nos fijamos en un arquitecto genial. Y el peligro que tenemos es el de quedarnos sólo con el arquitecto y no pasar a Antoni Gaudí como cristiano, como siervo de Dios, que tiene abierta la causa de beatificación. Como arquitecto, realmente yo quedo siempre admirado, no sólo de la Sagrada Familia, sino también de las otras obras que tiene, de la belleza, los detalles.
Se ha dicho que ha sido el Dante de la arquitectura, y también podríamos decir que ha sido un Miguel Ángel, porque Gaudí ha hecho muchas cosas, desde el diseño a la escultura. Pero no podemos olvidar que es también un cristiano y, a medida que he ido conociendo mejor a Gaudí, he descubierto también su dimensión de cristiano. De hombre comprometido con su tiempo, con la Iglesia y también con la sociedad, que se le propuso entrar en la política, lo que no quiso hacer; de hombre dedicado a su arte y a su familia como hombre soltero, a su padre viudo y a su sobrina hasta que ésta también murió y fue hacia la casa del Padre.
Gaudí era un genio, pero renunció a grandes proyectos que le habían ofrecido en París y Nueva York, para dedicarse sólo a la Sagrada Familia; vivió pobremente y quiso morir en el hospital de los pobres y no quiso que lo llevaran a otro hospital.
El espíritu romano de las diócesis catalanas
- ¿Qué deberíamos hacer para acercarnos a la figura del Papa cuando venga y rendirle homenaje?
- Debemos tener en cuenta que nuestro país, Cataluña, siempre ha dado mucha importancia a la "romanidad". El Papa es obispo de Roma y como obispo de Roma tiene una misión al servicio de todo el mundo, tanto en el aspecto espiritual como en otros aspectos de la convivencia social y en bien de la humanidad, como la promoción de la dignidad de la persona humana, los derechos fundamentales de la persona, el desarrollo de los pueblos más pobres, etc.
En este sentido, me complace subrayar la particular significación eclesial que ha tenido para nuestra tradición cristiana la incorporación en el artículo noveno del Credo catalán del adjetivo "romana", para calificar a la Iglesia católica, introducido ya entre los siglos XVII y XVIII. Realmente, la conciencia de "romanidad" ha sido y es una característica muy presente en nuestras diócesis catalanas y es una característica fuertemente arraigada en nuestras tierras y de forma relevante a partir del siglo XIX.
Con la influencia, por ejemplo, de las misiones populares promovidas por Sant Antoni Maria Claret, también por la obra de Jaume Balmes, por las pastorales del obispo Torras i Bages y por la renovación litúrgica que encontró su impulso más decisivo en el primer Congreso Litúrgico de Montserrat del año 1915. Ahora, con la visita apostólica de Benedicto XVI a Barcelona, queremos reafirmar esta conciencia de catolicidad y, por tanto, de comunión de nuestras Iglesias diocesanas con el Papa, el cual, según la bella expresión de San Ignacio de Antioquia, "preside la Iglesia en la caridad ", como sucesor de Pedro y obispo de Roma. Todo esto me parece que nos lo dará esta visita del Papa Benedicto XVI.
- Sr. Cardenal, una pregunta un poco atrevida, ¿cómo vive usted personalmente esta preparación de la visita del Papa?
- Con una actitud constante y creciente de agradecimiento al Papa, como le he manifestado en varias ocasiones, tanto por escrito como de palabra en algunas de las audiencias que he tenido. Siempre le he manifestado mi agradecimiento y el agradecimiento de toda la diócesis de Barcelona. Pero a la vez también lo vivo intensificando mi oración. Como pastor y también como cristiano que soy. Todos los cristianos debemos orar, la oración es muy importante. Oración por el Papa, pero oración también porque esta visita sea muy provechosa para todos nosotros. La vivo pensando en los detalles de la preparación, con la comisión organizadora que presido, con mucho trabajo y tratando de prepararlo todo de la mejor manera. Y sobre todo deseando que sea bien provechosa en el aspecto espiritual y pastoral para todos los cristianos y para todas las instituciones.
Pienso en las parroquias, en las comunidades cristianas, en los religiosos y religiosas, para todos los movimientos y las asociaciones. Que sea una visita muy provechosa y que esto ocurra en el contexto y en el marco de nuestra vida eclesial cotidiana, que es el Plan Pastoral que tenemos para ir aplicando. Como saben todos los diocesanos este Plan Pastoral tiene tres objetivos, pero hay uno de fondo que es muy importante, que es hacer que la pastoral diocesana sea más misionera y más evangelizadora.
Presencia más intensa de la Iglesia
- ¿Qué significa la visita de Benedicto XVI para nuestra ciudad de Barcelona, para los cristianos y, como ha dicho, para los ciudadanos de nuestro país?
- Yo pienso que significa una presencia de Iglesia más intensa, porque tendremos aquí el que, como sucesor de Pedro, preside la comunión de todas las Iglesias locales, extendidas de Oriente a Occidente. A la vez, para todos nosotros, significa la presencia de la Iglesia en medio del mundo, en medio de nuestra sociedad, en medio de nuestra ciudad. Y esto nos debe hacer tomar conciencia del servicio que el Santo Padre realiza en bien de la Iglesia, pero -repito- también en bien de muchos aspectos fundamentales de la convivencia social en nuestro mundo, interesándose el Papa por los grandes temas de fondo que nos preocupan: la dignidad de la persona, la paz, el desarrollo de los pueblos, el hambre, la violencia, la guerra y la paz ...
Y también los temas culturales, sobre los que el Santo Padre está muy interesado, porque en definitiva son las ideas las que llevan el mundo y llevan nuestra actuación, y un relativismo desorientador daña nuestra vida, saca sentido a nuestra existencia, no sabemos exactamente hacia dónde vamos y qué debemos hacer y cuál es el sentido de nuestra vida. El Santo Padre nos está diciendo que vivimos en medio de un materialismo muy grande, de una cultura relativista y de una falta de sentido de la trascendencia, de hacer una convivencia "como si Dios no existiera". Y todo esto no nos ayuda a realizarnos como personas y no nos ayuda a amarnos un poco más unos a otros. La misma crisis económica que estamos viviendo, en el fondo es una crisis de valores, y también es una crisis religiosa, porque es Dios quien nos dice que debemos amarnos unos a otros y tenemos que compartir las cosas con más justicia y más fraternidad.
- ¿Usted prevé que los mensajes del Papa irán por esos caminos que acaba de citar?
- Los mensajes del Papa nos enriquecerán muchísimo, nos enriquecerán en nuestra vida cristiana y en nuestra Iglesia diocesana, en las Iglesias locales de Cataluña y en las Iglesias de España, porque el Papa también irá a Santiago de Compostela. Pienso que también nos ayudarán para esta iglesia de la Sagrada Familia, este templo majestuoso, que es para el culto, y por eso viene el Papa, para dedicarlo a Dios, para celebrar la eucaristía y los demás sacramentos, para encontrarse con Dios nuestro Señor en la oración y en el silencio los cristianos y las cristianas... Pero a la vez es un templo abierto a todos, abierto a toda persona de buena voluntad que pueda visitarlo.
La palabra del Papa pienso que nos ayudará también al acogimiento de todas las personas, de personas que quizá no creen en Dios, al diálogo entre fe y cultura, al diálogo con el mundo, la valoración de la belleza como un camino que lleva hacia la trascendencia y hacia Dios. Pienso que el Papa hablará de todas estas cosas.
Fundamentalmente, me parece que hablará de la familia -porque nuestro templo es un icono de la familia de Dios y de la familia humana-, de la familia formada por todos los pueblos del mundo y a la vez pienso que hablará de la belleza como un camino, como ya he dicho antes, que conduce a la trascendencia y hacia Dios. Como ha dicho un autor importante, el mundo no puede vivir sin la belleza.
Hacia la beatificación de Gaudí
- Ya lo ha dicho antes, pero, ¿cree que la visita será un motivo para dar a conocer esta gran figura de Gaudí, como hombre y como cristiano, por ejemplo, devoto de la eucaristía?
- Pienso que sí. Al menos eso es lo que deseamos. Para todos los diocesanos y para todas las diócesis de Cataluña y del resto de España hemos preparado en nuestra archidiócesis unas catequesis. Tres son sobre la misión que el Papa tiene en la Iglesia, para conocer un poco mejor el ministerio de Pedro y de sus sucesores. Dos de estas catequesis son sobre Gaudí, como hombre, como ciudadano, y como cristiano, como siervo de Dios que tiene una causa de beatificación abierta, que ya ha superado el proceso diocesano y se encuentra en Roma. Y dos catequesis más sobre la Sagrada Familia. Estas dos catequesis sobre Gaudí creo que nos ayudarán a conocerlo mejor, porque siempre vemos más en él al arquitecto genial que no al cristiano digno de imitación. Nos ayudará a equilibrar las dos dimensiones citadas, porque Gaudí vivía de la eucaristía diaria, de la liturgia de las horas. Pienso que Gaudí se fue haciendo cada vez más cristiano haciendo el templo de la Sagrada Familia.
- ¿Podría ser que el Santo Padre bajara a la cripta de la Sagrada Familia para visitar la tumba de Antoni Gaudí?
- Está todo muy cronometrado y no hay demasiado tiempo. La misa para la dedicación del templo y del altar comenzará a las 10 de la mañana. A las 12 está previsto que el Papa rece el angelus para todo el mundo desde la fachada del nacimiento, para saludar también a todos los que habrán seguido la eucaristía desde fuera del templo. Si no hay tiempo para bajar a la cripta, desde la nave, hay unos ventanales desde los que el Papa podrá ver la cripta y por tanto también el sepulcro de Gaudí.
La presencia de los fieles al templo y al entorno
- ¿Cómo se podrán colocar tantas personas dentro o al entorno del templo?
- Esta es la pregunta del millón, y muy difícil de contestar. Dentro cabe mucha gente, unas nueve mil personas. Pero habrá muchas más que tendrán que estar fuera, en torno a la Sagrada Familia, que se prevé que puedan sentarse y seguir la ceremonia a través de pantallas gigantes. Trataremos de satisfacer todos los deseos, aunque prevemos que será un poco difícil de poder satisfacer a todo el mundo. El coro está situado a treinta metros de altura y caben unos mil quinientos cantores, muchas de ellas voces blancas. Trataremos de hacer todo de la mejor manera posible. Pero queremos que sea todo el pueblo el que participe en los cantos de la celebración. Y el domingo día 7 por la mañana hemos pensado que no habrá misas en las parroquias, a fin de que los presbíteros puedan venir a concelebrar y que sus feligreses también puedan venir. Pero habrá misas suficientes durante el sábado por la tarde y el domingo por la tarde para las personas que no puedan participar en la misa del Papa.
- El sábado 6 de noviembre, el Santo Padre vendrá a Barcelona y será huésped de usted.
- Sí, eso nos honra mucho. Nunca en mi vida había pensado que pudiera acoger al Papa en el arzobispado de Barcelona. Pero el Papa viene a su casa, toda la Iglesia es su casa.
- ¿Usted irá también con los demás obispos a Santiago de Compostela?
- Sí. Iré a Santiago. En cuanto llegue el Papa, paso a formar parte del séquito del Papa con el presidente de la CEE, el arzobispo de Santiago y el nuncio. Y por eso podré viajar con el avión de Benedicto XVI cuando venga desde Santiago a Barcelona.
- ¿Espera que grupos de las diócesis de Cataluña y otros lugares puedan estar presentes en la Sagrada Familia?
- Lo espero y lo deseo. Hemos hecho un cartel con la Sagrada Familia que resalta sobre la ciudad de Barcelona y el Papa con los brazos abiertos, acogiendo a todos nosotros. Y sólo tiene estas palabras (un cartel ha tener pocas palabras): "Con el Papa en la Sagrada Familia. 7 de noviembre de 2010 ". Nada más. Tanto el cartel como las catequesis, de las que ya he hablado, las hemos hecho en catalán y en español, y se distribuirán en todas las diócesis que lo soliciten. Sobre todo, aunque no exclusivamente, esperamos feligreses de las diócesis catalanas, con las que tenemos siempre más contactos.
- ¿Es cierto que si el Santo Padre va Santiago se debe a las gestiones que usted hizo ante el Santo Padre para que viniera a Barcelona?
- Yo invité el Santo Padre a venir a Barcelona y al final fue posible. Fue la invitación del pastor de una Iglesia local al Santo Padre. Aceptada la invitación por el Santo Padre, se comunicó a las autoridades civiles. Y, dado que había un Año Santo en Santiago, se vio pertinente añadir, a la visita a Barcelona, la visita a Santiago de Compostela. Y por eso, el Santo Padre sale de Roma el sábado, va a Santiago, y de Santiago viene a Barcelona.
Visita a una obra diocesana
- ¿Hay algún otro acto previsto del Santo Padre durante su estancia en Barcelona?
- Hay un acto que ya ha sido aceptado y que complementa el acto de la mañana, que naturalmente es muy importante. El Papa, por la tarde, visitará a las familias de una institución canónica diocesana, situada en el Guinardó, de la que cuidan las Religiosas Franciscanas de los Sagrados Corazones, y que se llama la Obra Benéfica del Niño Dios. El Papa desea estar al lado de unas familias que tienen unas necesidades especiales en la educación de sus hijos, de familias que tienen hijos con síndrome de Down, hijos que han nacido y que sus padres los aman y les ayudan. Tienen una escuela, un centro de acogida de día, un taller ocupacional y una residencia que se desea ampliar. Y el Santo Padre bendecirá la primera piedra de esta nueva residencia.
- ¿Si no es indiscreción, recordando que una vez me presentó a su señor padre, le quisiera preguntar qué diría su padre, un hombre tan activo que viajaba por toda España, de todos estos acontecimientos?
- Mi padre tenía mucho sentido de la iniciativa, de la creatividad, del humor. Yo pienso que mi padre nunca había pensado que yo fuera arzobispo de Barcelona, que yo fuera cardenal y que, con mi sencilla invitación, el Papa la aceptara. El Santo Padre viene por la maravillosa iglesia que es la Sagrada Familia. Pero también viene como expresión de su afecto a nuestra diócesis y a nuestra ciudad. Es una expresión de afecto, de benevolencia de estimación. Así me lo ha manifestado él en muchas ocasiones, cuando he tenido oportunidad de poderle ver y poderle hablar de Barcelona. Esto lo tenemos que poner de relieve.
Tres peticiones del Sr. Cardenal Arzobispo
- ¿Quiere añadir algo más, Sr. Cardenal, para nuestros oyentes?
- En primer lugar, les pido que se preparen mucho, en el sentido de vivir su vida cristiana, su vida ciudadana, como personas y como cristianos, de la mejor manera posible y realizando sus compromisos en la Iglesia y en la sociedad. En segundo lugar, yo pido también que participen en todos los actos que tendrán lugar el día 6 por la noche y el día 7, fundamentalmente en la Sagrada Familia, pero también cuando el Papa pase por las calles, yendo o volviendo de un lugar u otro, que vengan también y que lo saluden. El Papa deja el Vaticano y viene hacia aquí. Y esto es un esfuerzo. El Papa tenía muchas razones para decir que no a la invitación que le hice. El Papa sale del Vaticano para venir. Salgamos nosotros de casa, salgamos de nuestros pueblos, salgamos de nuestras ciudades, para acogerlo por las calles y en los lugares donde el Papa haga las celebraciones. Pido también la oración por el Santo Padre, por todas sus intenciones y a la vez una valoración de su ministerio. Un ministerio difícil, delicado, necesario, que a veces no conocemos lo suficiente. Y que le digamos que le agradecemos de corazón este servicio, porque es un servicio no fácil y por otra parte muy preciado y muy necesario, sobre todo el de ser principio y fundamento de la unidad dentro de la diversidad de la Iglesia, extendida de Oriente a Occidente, con muchos millones de cristianos de culturas y de etnias muy diferentes, un ministerio con el que el Papa, con la asistencia del Espíritu Santo, nos ayuda a todos.
- ¿Cómo surge, Señor Cardenal, la iniciativa de la visita del Santo Padre para dedicar el templo de la Sagrada Familia el 7 del próximo noviembre?
- Surge porque el templo de la Sagrada Familia comenzó su construcción en 1882. Y yo, como pastor de la Iglesia diocesana de Barcelona y como presidente también de esta fundación de la Junta Constructora de la Sagrada Familia, en la que participo en todas las reuniones, y participo de todas las dificultades y de todas las joyas y esperanzas, entendí que este templo ya lleva tres siglos -el XIX, el XX y el inicio del XXI- y pensé que tenía que ponerse a disposición del culto lo antes posible. No esperar a que quede todo terminado, todas las torres, porque eso pensamos que aún tardará unos quince años. Se trata de poder dedicar el templo al culto, a la celebración de la eucaristía y de los sacramentos, con la nave de la iglesia ya cubierta y acabada y todo ya dispuesto en el interior. Y por eso pensé que convenía hacerlo pronto. Y como la Sagrada Familia es un templo único en el mundo, me pareció que la persona que tenía que dedicar esta iglesia era el Santo Padre.
- ¿Cuáles son las razones para tomar conciencia, todos, de la importancia de esta visita del Santo Padre a Barcelona?
Lo tenemos que hacer como cristianos y como ciudadanos. Como cristianos, subrayo que es el vicario de Cristo, es el "dulce Cristo en tierra", como decía Santa Catalina de Sena, es el sucesor del apóstol San Pedro, tiene un servicio y una misión importantísima en toda la Iglesia , extendida de Oriente a Occidente, y por tanto también en nuestra Iglesia diocesana. Como cristianos, lo acogemos con una ilusión, con un cariño y con una unción espiritual y de fe que me parece que todos debemos tener con mucha profundidad y con mucha amplitud. Pero también nosotros mismos como ciudadanos, y otros ciudadanos que no sean cristianos, me parece que también debemos tener conciencia de esta importancia porque el Santo Padre es un personaje importantísimo en nuestro mundo.
Los Papas, últimamente, han tenido una gran incidencia no sólo en el aspecto religioso, sino también en el aspecto humano, trabajando por la paz en el mundo, por el entendimiento entre los pueblos, el desarrollo de los pueblos, en especial de los más pobres y necesitados. Yo creo que todo esto interesa a todo hombre y a toda mujer de buena voluntad. Y el sucesor de Pedro en este 2010 es el Santo Padre tan querido por todos nosotros, Benedicto XVI, que lo tendremos entre nosotros, y por lo tanto esto es un motivo de gran alegría.
Antoni Gaudí, hombre de fe
- ¿Cuáles son los hechos que más ha admirado, Señor Cardenal, de este arquitecto y hombre de gran fe que fue Antoni Gaudí?
- Pienso que mi proceso debe ser similar al proceso de muchas personas. Cuando contemplamos el templo de la Sagrada Familia mientras se va construyendo, con su belleza y su grandiosidad, nos fijamos en el arquitecto que lo proyectó en su totalidad. Nos fijamos en un arquitecto genial. Y el peligro que tenemos es el de quedarnos sólo con el arquitecto y no pasar a Antoni Gaudí como cristiano, como siervo de Dios, que tiene abierta la causa de beatificación. Como arquitecto, realmente yo quedo siempre admirado, no sólo de la Sagrada Familia, sino también de las otras obras que tiene, de la belleza, los detalles.
Se ha dicho que ha sido el Dante de la arquitectura, y también podríamos decir que ha sido un Miguel Ángel, porque Gaudí ha hecho muchas cosas, desde el diseño a la escultura. Pero no podemos olvidar que es también un cristiano y, a medida que he ido conociendo mejor a Gaudí, he descubierto también su dimensión de cristiano. De hombre comprometido con su tiempo, con la Iglesia y también con la sociedad, que se le propuso entrar en la política, lo que no quiso hacer; de hombre dedicado a su arte y a su familia como hombre soltero, a su padre viudo y a su sobrina hasta que ésta también murió y fue hacia la casa del Padre.
Gaudí era un genio, pero renunció a grandes proyectos que le habían ofrecido en París y Nueva York, para dedicarse sólo a la Sagrada Familia; vivió pobremente y quiso morir en el hospital de los pobres y no quiso que lo llevaran a otro hospital.
El espíritu romano de las diócesis catalanas
- ¿Qué deberíamos hacer para acercarnos a la figura del Papa cuando venga y rendirle homenaje?
- Debemos tener en cuenta que nuestro país, Cataluña, siempre ha dado mucha importancia a la "romanidad". El Papa es obispo de Roma y como obispo de Roma tiene una misión al servicio de todo el mundo, tanto en el aspecto espiritual como en otros aspectos de la convivencia social y en bien de la humanidad, como la promoción de la dignidad de la persona humana, los derechos fundamentales de la persona, el desarrollo de los pueblos más pobres, etc.
En este sentido, me complace subrayar la particular significación eclesial que ha tenido para nuestra tradición cristiana la incorporación en el artículo noveno del Credo catalán del adjetivo "romana", para calificar a la Iglesia católica, introducido ya entre los siglos XVII y XVIII. Realmente, la conciencia de "romanidad" ha sido y es una característica muy presente en nuestras diócesis catalanas y es una característica fuertemente arraigada en nuestras tierras y de forma relevante a partir del siglo XIX.
Con la influencia, por ejemplo, de las misiones populares promovidas por Sant Antoni Maria Claret, también por la obra de Jaume Balmes, por las pastorales del obispo Torras i Bages y por la renovación litúrgica que encontró su impulso más decisivo en el primer Congreso Litúrgico de Montserrat del año 1915. Ahora, con la visita apostólica de Benedicto XVI a Barcelona, queremos reafirmar esta conciencia de catolicidad y, por tanto, de comunión de nuestras Iglesias diocesanas con el Papa, el cual, según la bella expresión de San Ignacio de Antioquia, "preside la Iglesia en la caridad ", como sucesor de Pedro y obispo de Roma. Todo esto me parece que nos lo dará esta visita del Papa Benedicto XVI.
- Sr. Cardenal, una pregunta un poco atrevida, ¿cómo vive usted personalmente esta preparación de la visita del Papa?
- Con una actitud constante y creciente de agradecimiento al Papa, como le he manifestado en varias ocasiones, tanto por escrito como de palabra en algunas de las audiencias que he tenido. Siempre le he manifestado mi agradecimiento y el agradecimiento de toda la diócesis de Barcelona. Pero a la vez también lo vivo intensificando mi oración. Como pastor y también como cristiano que soy. Todos los cristianos debemos orar, la oración es muy importante. Oración por el Papa, pero oración también porque esta visita sea muy provechosa para todos nosotros. La vivo pensando en los detalles de la preparación, con la comisión organizadora que presido, con mucho trabajo y tratando de prepararlo todo de la mejor manera. Y sobre todo deseando que sea bien provechosa en el aspecto espiritual y pastoral para todos los cristianos y para todas las instituciones.
Pienso en las parroquias, en las comunidades cristianas, en los religiosos y religiosas, para todos los movimientos y las asociaciones. Que sea una visita muy provechosa y que esto ocurra en el contexto y en el marco de nuestra vida eclesial cotidiana, que es el Plan Pastoral que tenemos para ir aplicando. Como saben todos los diocesanos este Plan Pastoral tiene tres objetivos, pero hay uno de fondo que es muy importante, que es hacer que la pastoral diocesana sea más misionera y más evangelizadora.
Presencia más intensa de la Iglesia
- ¿Qué significa la visita de Benedicto XVI para nuestra ciudad de Barcelona, para los cristianos y, como ha dicho, para los ciudadanos de nuestro país?
- Yo pienso que significa una presencia de Iglesia más intensa, porque tendremos aquí el que, como sucesor de Pedro, preside la comunión de todas las Iglesias locales, extendidas de Oriente a Occidente. A la vez, para todos nosotros, significa la presencia de la Iglesia en medio del mundo, en medio de nuestra sociedad, en medio de nuestra ciudad. Y esto nos debe hacer tomar conciencia del servicio que el Santo Padre realiza en bien de la Iglesia, pero -repito- también en bien de muchos aspectos fundamentales de la convivencia social en nuestro mundo, interesándose el Papa por los grandes temas de fondo que nos preocupan: la dignidad de la persona, la paz, el desarrollo de los pueblos, el hambre, la violencia, la guerra y la paz ...
Y también los temas culturales, sobre los que el Santo Padre está muy interesado, porque en definitiva son las ideas las que llevan el mundo y llevan nuestra actuación, y un relativismo desorientador daña nuestra vida, saca sentido a nuestra existencia, no sabemos exactamente hacia dónde vamos y qué debemos hacer y cuál es el sentido de nuestra vida. El Santo Padre nos está diciendo que vivimos en medio de un materialismo muy grande, de una cultura relativista y de una falta de sentido de la trascendencia, de hacer una convivencia "como si Dios no existiera". Y todo esto no nos ayuda a realizarnos como personas y no nos ayuda a amarnos un poco más unos a otros. La misma crisis económica que estamos viviendo, en el fondo es una crisis de valores, y también es una crisis religiosa, porque es Dios quien nos dice que debemos amarnos unos a otros y tenemos que compartir las cosas con más justicia y más fraternidad.
- ¿Usted prevé que los mensajes del Papa irán por esos caminos que acaba de citar?
- Los mensajes del Papa nos enriquecerán muchísimo, nos enriquecerán en nuestra vida cristiana y en nuestra Iglesia diocesana, en las Iglesias locales de Cataluña y en las Iglesias de España, porque el Papa también irá a Santiago de Compostela. Pienso que también nos ayudarán para esta iglesia de la Sagrada Familia, este templo majestuoso, que es para el culto, y por eso viene el Papa, para dedicarlo a Dios, para celebrar la eucaristía y los demás sacramentos, para encontrarse con Dios nuestro Señor en la oración y en el silencio los cristianos y las cristianas... Pero a la vez es un templo abierto a todos, abierto a toda persona de buena voluntad que pueda visitarlo.
La palabra del Papa pienso que nos ayudará también al acogimiento de todas las personas, de personas que quizá no creen en Dios, al diálogo entre fe y cultura, al diálogo con el mundo, la valoración de la belleza como un camino que lleva hacia la trascendencia y hacia Dios. Pienso que el Papa hablará de todas estas cosas.
Fundamentalmente, me parece que hablará de la familia -porque nuestro templo es un icono de la familia de Dios y de la familia humana-, de la familia formada por todos los pueblos del mundo y a la vez pienso que hablará de la belleza como un camino, como ya he dicho antes, que conduce a la trascendencia y hacia Dios. Como ha dicho un autor importante, el mundo no puede vivir sin la belleza.
Hacia la beatificación de Gaudí
- Ya lo ha dicho antes, pero, ¿cree que la visita será un motivo para dar a conocer esta gran figura de Gaudí, como hombre y como cristiano, por ejemplo, devoto de la eucaristía?
- Pienso que sí. Al menos eso es lo que deseamos. Para todos los diocesanos y para todas las diócesis de Cataluña y del resto de España hemos preparado en nuestra archidiócesis unas catequesis. Tres son sobre la misión que el Papa tiene en la Iglesia, para conocer un poco mejor el ministerio de Pedro y de sus sucesores. Dos de estas catequesis son sobre Gaudí, como hombre, como ciudadano, y como cristiano, como siervo de Dios que tiene una causa de beatificación abierta, que ya ha superado el proceso diocesano y se encuentra en Roma. Y dos catequesis más sobre la Sagrada Familia. Estas dos catequesis sobre Gaudí creo que nos ayudarán a conocerlo mejor, porque siempre vemos más en él al arquitecto genial que no al cristiano digno de imitación. Nos ayudará a equilibrar las dos dimensiones citadas, porque Gaudí vivía de la eucaristía diaria, de la liturgia de las horas. Pienso que Gaudí se fue haciendo cada vez más cristiano haciendo el templo de la Sagrada Familia.
- ¿Podría ser que el Santo Padre bajara a la cripta de la Sagrada Familia para visitar la tumba de Antoni Gaudí?
- Está todo muy cronometrado y no hay demasiado tiempo. La misa para la dedicación del templo y del altar comenzará a las 10 de la mañana. A las 12 está previsto que el Papa rece el angelus para todo el mundo desde la fachada del nacimiento, para saludar también a todos los que habrán seguido la eucaristía desde fuera del templo. Si no hay tiempo para bajar a la cripta, desde la nave, hay unos ventanales desde los que el Papa podrá ver la cripta y por tanto también el sepulcro de Gaudí.
La presencia de los fieles al templo y al entorno
- ¿Cómo se podrán colocar tantas personas dentro o al entorno del templo?
- Esta es la pregunta del millón, y muy difícil de contestar. Dentro cabe mucha gente, unas nueve mil personas. Pero habrá muchas más que tendrán que estar fuera, en torno a la Sagrada Familia, que se prevé que puedan sentarse y seguir la ceremonia a través de pantallas gigantes. Trataremos de satisfacer todos los deseos, aunque prevemos que será un poco difícil de poder satisfacer a todo el mundo. El coro está situado a treinta metros de altura y caben unos mil quinientos cantores, muchas de ellas voces blancas. Trataremos de hacer todo de la mejor manera posible. Pero queremos que sea todo el pueblo el que participe en los cantos de la celebración. Y el domingo día 7 por la mañana hemos pensado que no habrá misas en las parroquias, a fin de que los presbíteros puedan venir a concelebrar y que sus feligreses también puedan venir. Pero habrá misas suficientes durante el sábado por la tarde y el domingo por la tarde para las personas que no puedan participar en la misa del Papa.
- El sábado 6 de noviembre, el Santo Padre vendrá a Barcelona y será huésped de usted.
- Sí, eso nos honra mucho. Nunca en mi vida había pensado que pudiera acoger al Papa en el arzobispado de Barcelona. Pero el Papa viene a su casa, toda la Iglesia es su casa.
- ¿Usted irá también con los demás obispos a Santiago de Compostela?
- Sí. Iré a Santiago. En cuanto llegue el Papa, paso a formar parte del séquito del Papa con el presidente de la CEE, el arzobispo de Santiago y el nuncio. Y por eso podré viajar con el avión de Benedicto XVI cuando venga desde Santiago a Barcelona.
- ¿Espera que grupos de las diócesis de Cataluña y otros lugares puedan estar presentes en la Sagrada Familia?
- Lo espero y lo deseo. Hemos hecho un cartel con la Sagrada Familia que resalta sobre la ciudad de Barcelona y el Papa con los brazos abiertos, acogiendo a todos nosotros. Y sólo tiene estas palabras (un cartel ha tener pocas palabras): "Con el Papa en la Sagrada Familia. 7 de noviembre de 2010 ". Nada más. Tanto el cartel como las catequesis, de las que ya he hablado, las hemos hecho en catalán y en español, y se distribuirán en todas las diócesis que lo soliciten. Sobre todo, aunque no exclusivamente, esperamos feligreses de las diócesis catalanas, con las que tenemos siempre más contactos.
- ¿Es cierto que si el Santo Padre va Santiago se debe a las gestiones que usted hizo ante el Santo Padre para que viniera a Barcelona?
- Yo invité el Santo Padre a venir a Barcelona y al final fue posible. Fue la invitación del pastor de una Iglesia local al Santo Padre. Aceptada la invitación por el Santo Padre, se comunicó a las autoridades civiles. Y, dado que había un Año Santo en Santiago, se vio pertinente añadir, a la visita a Barcelona, la visita a Santiago de Compostela. Y por eso, el Santo Padre sale de Roma el sábado, va a Santiago, y de Santiago viene a Barcelona.
Visita a una obra diocesana
- ¿Hay algún otro acto previsto del Santo Padre durante su estancia en Barcelona?
- Hay un acto que ya ha sido aceptado y que complementa el acto de la mañana, que naturalmente es muy importante. El Papa, por la tarde, visitará a las familias de una institución canónica diocesana, situada en el Guinardó, de la que cuidan las Religiosas Franciscanas de los Sagrados Corazones, y que se llama la Obra Benéfica del Niño Dios. El Papa desea estar al lado de unas familias que tienen unas necesidades especiales en la educación de sus hijos, de familias que tienen hijos con síndrome de Down, hijos que han nacido y que sus padres los aman y les ayudan. Tienen una escuela, un centro de acogida de día, un taller ocupacional y una residencia que se desea ampliar. Y el Santo Padre bendecirá la primera piedra de esta nueva residencia.
- ¿Si no es indiscreción, recordando que una vez me presentó a su señor padre, le quisiera preguntar qué diría su padre, un hombre tan activo que viajaba por toda España, de todos estos acontecimientos?
- Mi padre tenía mucho sentido de la iniciativa, de la creatividad, del humor. Yo pienso que mi padre nunca había pensado que yo fuera arzobispo de Barcelona, que yo fuera cardenal y que, con mi sencilla invitación, el Papa la aceptara. El Santo Padre viene por la maravillosa iglesia que es la Sagrada Familia. Pero también viene como expresión de su afecto a nuestra diócesis y a nuestra ciudad. Es una expresión de afecto, de benevolencia de estimación. Así me lo ha manifestado él en muchas ocasiones, cuando he tenido oportunidad de poderle ver y poderle hablar de Barcelona. Esto lo tenemos que poner de relieve.
Tres peticiones del Sr. Cardenal Arzobispo
- ¿Quiere añadir algo más, Sr. Cardenal, para nuestros oyentes?
- En primer lugar, les pido que se preparen mucho, en el sentido de vivir su vida cristiana, su vida ciudadana, como personas y como cristianos, de la mejor manera posible y realizando sus compromisos en la Iglesia y en la sociedad. En segundo lugar, yo pido también que participen en todos los actos que tendrán lugar el día 6 por la noche y el día 7, fundamentalmente en la Sagrada Familia, pero también cuando el Papa pase por las calles, yendo o volviendo de un lugar u otro, que vengan también y que lo saluden. El Papa deja el Vaticano y viene hacia aquí. Y esto es un esfuerzo. El Papa tenía muchas razones para decir que no a la invitación que le hice. El Papa sale del Vaticano para venir. Salgamos nosotros de casa, salgamos de nuestros pueblos, salgamos de nuestras ciudades, para acogerlo por las calles y en los lugares donde el Papa haga las celebraciones. Pido también la oración por el Santo Padre, por todas sus intenciones y a la vez una valoración de su ministerio. Un ministerio difícil, delicado, necesario, que a veces no conocemos lo suficiente. Y que le digamos que le agradecemos de corazón este servicio, porque es un servicio no fácil y por otra parte muy preciado y muy necesario, sobre todo el de ser principio y fundamento de la unidad dentro de la diversidad de la Iglesia, extendida de Oriente a Occidente, con muchos millones de cristianos de culturas y de etnias muy diferentes, un ministerio con el que el Papa, con la asistencia del Espíritu Santo, nos ayuda a todos.
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