ASISTIÓ UN CENTENAR DE FELIGRESES
Gran fracaso de la concentración en Bilbao contra Munilla y el «autoritarismo» de la jerarquía
Protestan contra los «ataques» a los derechos humanos por parte de los obispos y para apoyar a los que están siendo «amenazados» por la jerarquía.
Amén de la cobertura mediática de cierta prensa afín a sus postulados que ha cumplido el rol de altavoz para intentar tener cierta presencia en la opinión pública, la gran concentración convocada para ayer por un grupo de feligreses de la diócesis de Bilbao para protestar por el supuesto autoritarismo de la jerarquía eclesiástica y presionar a la Santa Sede en la elección del nuevo obispo fue un rotundo fracaso.
Al menos esto es lo que se concluye, en cuanto a números se refiere. De los más de 800.000 feligreses que constituyen la diócesis vasca, tan solo un puñado de cien (100) se acercaron a los exteriores de la catedral de Santiago de Bilbao para protestar «contra los ataques a los derechos humanos que se producen en el seno de nuestra Iglesia» y para apoyar «a quienes están siendo presionados o amenazados por esa jerarquía», según leyeron en un comunicado.
«Cuatro gatos mal contados»
«¡Vaya éxito de convocatoria! Cuatro gatos mal contados. No son nadie. No son nada. Cuentan con la colaboración de unos medios que pretenden darles un protagonismo que no tienen y nada más» comenta Francisco José Fernández de la Cigoña, el blogero católico más visitado de toda España.
«No esta yo muy seguro de que la manifestación de ayer en Bilbao de católicos contestatarios fuera a ser un fracaso. No por la asistencia de católicos, pues bien sé que son escasísimos los que nutren esas filas, sino porque se pudieran incorporar otros sectores a quienes el catolicismo no sólo no les dice nada sino que desean su desaparición, pero que optaran por apoyar esa protesta antieclesial», agrega en su blog de «La Gaceta de la Iglesia».
Según uno de los organizadores del conciliábulo, Borja Aguirre, miembro del colectivo Eliza Gara, no se trata de «un asunto entre nacionalistas y no nacionalistas, sino entre conservadores y quienes queremos una Iglesia dialogante».
Aunque aseguraron ayer que entre los convocantes no se hallaba ningún miembro del «grupo de los 700», no se descarta la presencia de más de uno o una entre los manifestantes.
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