En Estados Unidos es normal que una diócesis bautice entre 300 y 500 adultos cada Pascua
Rito de elección de catecúmenos: vuelven los grupos grandes de conversos tras el paro de la pandemia
Al empezar la Cuaresma, el primer domingo de Cuaresma, en muchas diócesis del mundo los obispos se reúnen en su catedral con los catecúmenos y candidatos que en Pascua serán bautizados (o, si ya están bautizados, van a ser admitidos en la Iglesia Católica).
Acuden a esta ceremonia en la catedral los catecúmenos, sus catequistas y padrinos o promotores, a veces sus parientes y amigos. El obispo les felicita y anima a perseverar en su camino de fe, y luego suelen hacerse fotos de grupo. Firman además solemnemente su petición de ingreso en la Iglesia. Su nombre queda inscrito en el llamado "Libro de los Elegidos". Es lo que se llama el Rito de Elección de Catecúmenos. Luego suele celebrarse una misa, en la que los candidatos aún no pueden comulgar.
En 2020, 2021 y 2022, a causa del coronavirus y sus confinamientos, muchos de estos ritos no se celebraron, o se aplazaron, o se diseminaron en encuentros más pequeños, celebrados en parroquias. Pero la Iglesia prefiere que el nuevo católico acuda a la catedral, la sienta como algo suyo, algo grande y antiguo con lo que enlazar, y que allí vea a muchos otros conversos y candidatos al bautismo, de distintas edades y orígenes, quizá distintos a lo que ve en su parroquia.
En España los grupos de catecúmenos oscilan entre media docena y dos o tres docenas por diócesis, pero en Estados Unidos, tras el parón de la pandemia, se vuelven a los grupos de 200 o 500 conversos que acuden a las ceremonias, preparándose para la Cuaresma que les lleve a entrar en la Iglesia.
Instrucciones para novatos: Padrenuestro y Bienaventuranzas
En Barcelona, por ejemplo, se celebró este domingo 25 de febrero en la catedral, con 25 catecúmenos. El cardenal Juan José Omella les animó a "profundizar en la vida de Cristo" y apoyarse en dos herramientas muy concretas: el Padrenuestro (para orar) y las Bienaventuranzas (como camino de vida). Muy sencillo, en teoría, pero para un cristiano "novato" puede ser toda una aventura.
El cardenal Omella en la catedral de Barcelona con los 25 catecúmenos adultos de 2023.
En Córdoba (Andalucía), el obispo Demetrio presidió la ceremonia con 9 catecúmenos. "Aquí están estos catecúmenos que se añaden aquí y en otras catedrales e iglesias en España y en el mundo entero”, dijo, señalando que a nivel mundial cada año hay "varios cientos de miles" de bautizos de adultos (en realidad, de mayores de 7 años). A los catecúmenos les dijo que "lo más importante es conocer la vida de Jesús" y crecer en la fe en comunidad, en un grupo o parroquia, porque “Dios nos llama aisladamente sino que nos llama en una comunidad, que es la Iglesia”.
Sobre estas ceremonias, es más fácil encontrar reportajes fotográficos y homilías de los obispos de EEUU que de los de España. En EEUU además hay más conversos que en Europa, aunque menos que hace unos años. En una sociedad con mucha inmigración y una gran pluralidad religiosa, muchos se hacen católicos para casarse con un cónyuge católico, o bien porque se han sentido integrados en una comunidad católica.
El obispo Catalá de Málaga con los catecúmenos en los ritos de elección de 2023.
Bautizarse para ser amigos de Dios
El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, les predicó en inglés y también algunos párrafos en español. Recordó que cuando fue misionero en Haití muchos años veía que a los santos les llamaban en haitiano "Zanmí Bondié", amigos del Buen Dios. "Eso es lo que el bautismo hace de nosotros: amigos de Dios", les explicó a los catecúmenos. Eso implica decir "no" a "todo lo que es incompatible con esta amistad", igual que Jesús dijo "no" a varios ofrecimientos del diablo en el desierto.
Y en español añadió, citando a Juan Pablo II: "si el Bautismo es una verdadera entrada en la santidad de Dios... sería un contrasentido contentarse con una vida mediocre, vivida según una ética minimalista y una religiosidad superficial”". Y añadió: "Recuerden las palabras pronunciadas una y otra vez en las Escrituras y que nos fueron repetidas a nosotros con frecuencia por el Papa Juan Pablo II: No teman. No tengan miedo de caminar por la vida como amigos de Dios".
500 conversos en Baltimore
Mientras una diócesis española como Barcelona puede reunir unos 25 catecúmenos, en EEUU se dan cifras que multiplican eso por 20. Por ejemplo, en la catedral de María Nuestra Reina en Homeland, Baltimore, el arzobispo William Llori celebró los ritos de elección con 500 personas: 178 catecúmenos que se bautizarán y 323 candidatos, ya bautizados en comunidades no católicas. Llegaron de 58 parroquias y participaron con amigos y catequistas en una liturgia de 90 minutos en español e inglés.
Un reportaje en el Catholic Review muestra varias motivaciones de los conversos. Algunos llevan sus hijos a colegios católicos, ven despertar la fe en los niños, se hacen preguntas, deciden explorar la fe y así dan el paso al bautismo.
Hay un grupo de 50 conversos que llegan de la parroquia de St Mary en Annapolis, especialmente de sus programas en español. Elmer Guevara, del ministerio hispano de la parroquia, dice que cada año suele ser esa la cifra. A veces son inmigrantes o hijos de inmigrantes que tenían fe a su manera pero por diversas razones habían aplazado muchos años bautizarse.
Amira Rady, estudiante de Salud Pública, dice: "Resultó que la Iglesia estuvo allí para mí en el momento justo. El centro de la fe es el amor, y eso es lo que me atrajo".
Vídeo de la ceremonia del rito de elección de catecúmenos en Washington al empzar la Cuaresma de 2023; esta diócesis bautizará o recibirá en plena comunión a 1.100 personas esta Pascua, un tercio de ellas de origen hispano. La misa incluye lecturas y mensajes en español.
En Hawaii la ceremonia se reparte por varias islas
La diócesis de Hawaii se prepara para bautizar 222 catecúmenos en la noche de Pascua. Vienen de 48 de sus 72 parroquias o apostolados. Los candidatos (muchos antiguos protestantes) son recibidos por otra vía en otras fechas de Pascua. Siendo difícil desplazarse de isla a isla, los ritos de elección no se centralizan, sino que los celebran los vicarios de zona en 6 templos distintos. En las listas de conversos, hay apellidos polinesios, tagalos, hispanos, vietnamitas, hispanos, chinos, anglosajones...
En Cleveland, se realizaron dos liturgias en la catedral, una presidida por el obispo Edward Malesic para los catecúmenos (que se han de bautizar) y otra distinta, en otra hora, presidida por el obispo auxiliar Michael Woost para los candidatos (ya bautizados). Es otra forma de organizar el inicio de Cuaresma.
En Detroit son unos 500 los candidatos y catecúmenos, llegados de unas 200 parroquias.
En la diócesis de Brooklyn (Nueva York), como en Cleveland, separan los ritos de catecúmenos y los de candidatos en días distintos. Paula Katinas, del periódico católico The Tablet, acude a las ceremonias de catecúmenos, que son dos. El obispo Robert Brennan presidió una en Brooklyn, con 164 catecúmenos de 36 parroquias. Y más tarde otra en Queens, con 381 de 39 parroquias.
Katinas cuenta la historia de Nataly Castillo, de 19 años, una estudiante de diseño web y marketing digital. Nataly tiene padres católicos pero nunca llegó a ser bautizada ni dio el paso de acercarse antes a la Iglesia. “Era algo que pensaba, lo tenía en mente, pero nunca lo hacía. Parecía abrumador intentarlo", dice.
Nataly Castillo y su párroco el padre Ryan.
La pandemia y los exámenes de graduación le agobiaban mucho. Su madre le dijo: "Prueba a ir a la iglesia. Simplemente inténtalo". Fue a pasear a un parque para calmarse y al salir vio una parroquia. Entró muy nerviosa y preguntó que había que hacer para hacerse católica. "Inmediatamente me sentí acogida", explica. En las clases de catequesis se sintió a gusto y habló. "Era una forma de abrir mi mente y corazón", detalla.
Otra historia es la de Cunguang Zheng, obrero de la construcción de 45 años. Nació en China y llegó hace pocos años a EEUU. En China acudía con su familia a una iglesia cristiana clandestina, siempre con miedo de ser descubiertos. Al llegar a Estados Unidos decidió hacerse católico "porque era libre para hacerlo". Dice que será muy feliz cuando se bautice: "he esperado mucho para hacerlo".
Cuncuang Zheng y los sacerdotes que le acompañan. En China pertenecía a una iglesia cristiana clandestina, siempre con miedo a ser descubierto.
La historia de Jennifer Mejia es dura. En agosto, su madre, que nunca estuvo enferma, murió de un ataque al corazón. Jennifer, que es cajera en un restaurante de comida rápida, ha quedado al cargo de sus dos hermanos menores. Su madre no era religiosa, pero Jennifer dice: "Siento como si Dios y mi madre trabajan por mi desde el Cielo". Animada por un pariente, empezó la catequesis en una parroquia. "Al principio costaba un poco, pero lo hice, y ahora estoy lista para ser católica".
En la diócesis de Raleigh fueron unos 300 los catecúmenos y candidatos. Cuenta su historia a la web de la diócesis la nigeriana Oluwaseun Asogbon, que llegó a Estados Unidos hace 6 años. "Vengo de una cultura de tres fes: musulmanes, cristianos y tradicionales. Cuando llegué a EEUU aprendí sobre la fe católica y me encanta", explica.
Homilía del obispo Demetrio, con consejos para los nuevos catecúmenos; muchos obispos dan mensajes similares en el primer domingo de Cuaresma.