Este domingo se celebrará una misa solemne de reparación
Profanaciones eucarísticas en Ecuador por la oposición de la Iglesia a la Constitución
El domingo 10 de agosto se llevará a cabo en la Catedral de Santiago de Guayaquil una Misa solemne de reparación en respuesta a las profanaciones y sacrilegios contra la Eucaristía producidos en los últimos días a raíz de las críticas del Episcopado Ecuatoriano al proyecto de Constitución anti-vida y anti-familia que promueve el gobierno del Presidente Rafael Correa. La Misa será presidida por el Arzobispo de Guayaquil y Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Monseñor Antonio Arregui Yarza. En las últimas semanas se han producido tres profanaciones en las que las hostias consagradas fueron arrojadas al suelo, pisoteadas, escupidas y despedazadas
(ACI) El domingo 10 de agosto se llevará a cabo en la Catedral de Santiago de Guayaquil (Ecuador) una Misa solemne de reparación en respuesta a las profanaciones y sacrilegios contra la Eucaristía producidos en los últimos días a raíz de las críticas del Episcopado Ecuatoriano al proyecto de Constitución anti-vida y anti-familia que promueve el gobierno del Presidente Rafael Correa. La Misa será presidida por el Arzobispo de Guayaquil y Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), Mons. Antonio Arregui Yarza. En un comunicado, el portavoz de la Archidiócesis, Francisco Sojos Oneto, señaló que "la Santísima Eucaristía, el tesoro más preciado de todo católico, fue profanada en las últimas semanas en tres ocasiones". La primera profanación ocurrió en la iglesia de Santísima Trinidad de Nobol, donde fue robada la hostia mientras se encontraba expuesta para la adoración de los fieles. El jueves pasado, un grupo no identificado ingresó a la capilla del Divino Niño de Praga, perteneciente a la parroquia de Nuestra Señora de Loreto y procedió a extraer el copón lleno de hostias consagradas, las que fueron arrojadas al piso, pisoteadas, escupidas y despedazadas. Los mismos profanadores entraron en la Iglesia de la Santa Cena el día domingo en la noche y volvieron a abrir el sagrario y destapar el copón donde se guardaban las hostias consagradas. El comunicado explica que "cuando se produce un sacrilegio, especialmente concerniente a las formas eucarísticas, la Iglesia entera está llamada a orar en conjunto para sanar la ofensa cometida contra el Señor Jesucristo, presente viva y verdaderamente en esas hostias". "No se puede pensar que se trata de hechos aislados y sin importancia. Estamos delante de un acto igual al que sufrió Nuestro Señor en su pasión y crucifixión. En Guayaquil hemos vuelto a flagelar a nuestro Señor, quien como cordero mudo ha recibido todas estas ofensas", concluyó Sojos Oneto.
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