DUELO ENTRE LOS FANS
Entre la fe y la tragedia: el destino de los dos grandes amigos de «Los problemas crecen»
La popular serie de televisión, una de las de mayor éxito en los 80, aún se repone con buenos índices de audiencia. Mike y Boner eran uña y carne en la ficción, y los actores que los encarnaban, Kirk Cameron y Andrew Koenig, guardaron siempre un cariño inmenso a aquellos años de trabajo. El drama llegó con la misteriosa desaparición que conmovió al «star system».
Todo el equipo de Los problemas crecen [Growing pains] está de luto. Tras varios días desaparecido, en circunstancias que hacían temer lo peor, uno de los protagonistas de la serie, Andrew Koenig, de 41 años, apareció muerto en el Stanley Park de Vancouver (Canadá), donde se ahorcó en un árbol. Se trata de una zona muy densa y difícilmente visible desde el camino.
Hace quince días, el actor, hijo de Walter Koenig (uno de los intérpretes de la serie Star Trek), dio señales de que algo pasaba, devolviendo a amigos algunos objetos personales y renunciando a un par de trabajos. Al parecer, se encontraba sumido en una profunda depresión. Mandó un mensaje alarmante a su padre y desapareció.
Uno de los primeros en pedirle que regresase fue Kirk Cameron, su gran compadre en la ficción televisiva. «Rezo por ti, amigo. Espero saber de ti pronto. Si estás leyendo esto, llámame, por favor», declaró el Mike de Los problemas crecen en un llamamiento público a su contrapartida en la serie, Boner: «Mike y Boner podían siempre solucionar las cosas si se ponían a ello», le animó. Todo ha sido, sin embargo, inútil. Los actors de Growing pains estaban muy unidos, y de hecho Cameron está casado con una compañera de reparto, Chelsea Nobel, con quien tiene seis hijos, cuatro de ellos adoptados. Ya hacía de su novia Kate en las últimas temporadas de la serie, producida entre 1985 y 1992 y múltiples veces repuesta en España, donde la emite actualmente la FDF de Telecinco.
A prueba de fuego
La apelación a la oración no ha sido retórica en el caso de Cameron, que es conocido por su activa militancia cristiana. «En momentos como éstos», comentó al conocerse la muerte de Koenig, «hay que recordar la brevedad de la vida y la importancia de estar preparados para nuestro destino eterno.» Cameron pidió respeto para la familia: «He sentido un gran dolor al conocer el final de la búsqueda de mi viejo amigo Andrew. Espero que todos muestren respeto a los Koenig y concedan a la familia algún tiempo para reflexionar y llorar la pérdida de su querido hijo. Continuaré mis oraciones por ellos».
Aunque la carrera de Andrew no llegó a despegar, quedando en papeles secundarios para cine y televisión, tanto él como Kirk seguían siendo muy populares en Estados Unidos por el buen recuerdo que dejó la serie que los hizo célebres en su adolescencia.
Hace dos años, sin embargo, Cameron volvió a conocer las mieles del éxito profesional al interpretar el papel protagonista de A prueba de fuego, una película que defiende la importancia de luchar por el matrimonio cuando está en dificultades, basada en un libro que acaba de publicarse en España. Tras arrollar en los cines y permanecer diecisiete semanas en la lista de libros más vendidos del New York Times, A prueba de fuego devolvió a Kirk al estrellato, y por eso su figura ha adquirido una relevancia especial para los medios de comunicación tras el fallecimiento de Koenig.
La autobiografía de Cameron, publicada en 2008, se tituló Still growing [Aún creciendo], en alusión a la serie, y en ella cuenta cómo, desde el ateísmo que profesaba, tuvo lugar su descubrimiento de la figura de Jesucristo, y las decisiones que esa fe le hizo adoptar en su vida a partir de entonces. Entre ellas, dirigir un programa de televisión, The Way of the Master, de corte protestante evangélico y espiritualidad cristiana.
Hace quince días, el actor, hijo de Walter Koenig (uno de los intérpretes de la serie Star Trek), dio señales de que algo pasaba, devolviendo a amigos algunos objetos personales y renunciando a un par de trabajos. Al parecer, se encontraba sumido en una profunda depresión. Mandó un mensaje alarmante a su padre y desapareció.
Uno de los primeros en pedirle que regresase fue Kirk Cameron, su gran compadre en la ficción televisiva. «Rezo por ti, amigo. Espero saber de ti pronto. Si estás leyendo esto, llámame, por favor», declaró el Mike de Los problemas crecen en un llamamiento público a su contrapartida en la serie, Boner: «Mike y Boner podían siempre solucionar las cosas si se ponían a ello», le animó. Todo ha sido, sin embargo, inútil. Los actors de Growing pains estaban muy unidos, y de hecho Cameron está casado con una compañera de reparto, Chelsea Nobel, con quien tiene seis hijos, cuatro de ellos adoptados. Ya hacía de su novia Kate en las últimas temporadas de la serie, producida entre 1985 y 1992 y múltiples veces repuesta en España, donde la emite actualmente la FDF de Telecinco.
A prueba de fuego
La apelación a la oración no ha sido retórica en el caso de Cameron, que es conocido por su activa militancia cristiana. «En momentos como éstos», comentó al conocerse la muerte de Koenig, «hay que recordar la brevedad de la vida y la importancia de estar preparados para nuestro destino eterno.» Cameron pidió respeto para la familia: «He sentido un gran dolor al conocer el final de la búsqueda de mi viejo amigo Andrew. Espero que todos muestren respeto a los Koenig y concedan a la familia algún tiempo para reflexionar y llorar la pérdida de su querido hijo. Continuaré mis oraciones por ellos».
Aunque la carrera de Andrew no llegó a despegar, quedando en papeles secundarios para cine y televisión, tanto él como Kirk seguían siendo muy populares en Estados Unidos por el buen recuerdo que dejó la serie que los hizo célebres en su adolescencia.
Hace dos años, sin embargo, Cameron volvió a conocer las mieles del éxito profesional al interpretar el papel protagonista de A prueba de fuego, una película que defiende la importancia de luchar por el matrimonio cuando está en dificultades, basada en un libro que acaba de publicarse en España. Tras arrollar en los cines y permanecer diecisiete semanas en la lista de libros más vendidos del New York Times, A prueba de fuego devolvió a Kirk al estrellato, y por eso su figura ha adquirido una relevancia especial para los medios de comunicación tras el fallecimiento de Koenig.
La autobiografía de Cameron, publicada en 2008, se tituló Still growing [Aún creciendo], en alusión a la serie, y en ella cuenta cómo, desde el ateísmo que profesaba, tuvo lugar su descubrimiento de la figura de Jesucristo, y las decisiones que esa fe le hizo adoptar en su vida a partir de entonces. Entre ellas, dirigir un programa de televisión, The Way of the Master, de corte protestante evangélico y espiritualidad cristiana.
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