SOBRE EL ACCESO A LA SAGRADA COMUNIÓN
El cardenal O´Malley pide al Papa que clarifique la situación de los políticos abortistas
La polémica en torno a la exclusión del sacramento de la comunión a los políticos bautizados católicos que promuevan de alguna manera el aborto como consecuencia de su situación de «pecado público» sigue abierta en todo el mundo. El cardenal de Boston ha pedido a Benedicto XVI un cambio en la ley canónica o una directriz contundente al respecto.
El cardenal de Boston, Sean O´Malley, considera que la mejor forma de poner coto a la controversia sobre la negación del acceso a la Sagrada comunión a aquellos políticos bautizados católicos que fomenten directa o indirectamente el aborto es «un cambio en la ley canónica de la Iglesia o una directriz oficial del Santo Padre». Sólo estas dos alternativas podrían constuituirse a su juicio como la vía en la que la negación de la comunión funcionaría.
«Creo que la única vía por la que esa solución (la de negar la comunión) puede ser invocada es si hubiera una extensa catequesis o si esto fuera universal», porque a su juicio no es razonable que se haga una cosa en una parroquia y en otra lo contrario, según recoge Life Site News.
De hecho, los propios obispos americanos, que se han entregado al estudio de este problema durante años, no han sido capaces de dar unas directrices muy consensuadas, mientras que muchos católicos continúan protestando porque los políticos a los que concierne esta polémica sigan comulgando.
Esta división, a juicio de O´Malley, sólo lleva al «escándalo y a socavar la autoridad de los obispos».
Una petición lejana en el tiempo
Cuando el Papa Juan Pablo II pidió a los obispos que le hicieran llegar sus aportaciones mientras redactaba la e´cíclica Evangelium vitae, el cardenal O´Malley ya le preguntó al venerable Pontífice la necesidad d euna guía clara: «Le escribí, y le imploré que nos diera una clarísima directriz sobre cómo actuar con los políticos que fueran abortistas y al tiempo católicos».
Sin embargo, no fue hasta que se hizo pública en 2004 la carta enviada por el entoces prefecto de la Doctrina de la Fe y hoy Pontífice, el cardenal Ratzinger, cuando recibieron alguna aclaración al respecto. En esa carata se explicita que una vez que los políticos bautizado que se manifiestan o actúan a favor del aborto han sido advertidos de forma persistente por sus respectivos obispos para que no se acerquen a comulgar, «deben» negarles la comunión.
«Creo que la única vía por la que esa solución (la de negar la comunión) puede ser invocada es si hubiera una extensa catequesis o si esto fuera universal», porque a su juicio no es razonable que se haga una cosa en una parroquia y en otra lo contrario, según recoge Life Site News.
De hecho, los propios obispos americanos, que se han entregado al estudio de este problema durante años, no han sido capaces de dar unas directrices muy consensuadas, mientras que muchos católicos continúan protestando porque los políticos a los que concierne esta polémica sigan comulgando.
Esta división, a juicio de O´Malley, sólo lleva al «escándalo y a socavar la autoridad de los obispos».
Una petición lejana en el tiempo
Cuando el Papa Juan Pablo II pidió a los obispos que le hicieran llegar sus aportaciones mientras redactaba la e´cíclica Evangelium vitae, el cardenal O´Malley ya le preguntó al venerable Pontífice la necesidad d euna guía clara: «Le escribí, y le imploré que nos diera una clarísima directriz sobre cómo actuar con los políticos que fueran abortistas y al tiempo católicos».
Sin embargo, no fue hasta que se hizo pública en 2004 la carta enviada por el entoces prefecto de la Doctrina de la Fe y hoy Pontífice, el cardenal Ratzinger, cuando recibieron alguna aclaración al respecto. En esa carata se explicita que una vez que los políticos bautizado que se manifiestan o actúan a favor del aborto han sido advertidos de forma persistente por sus respectivos obispos para que no se acerquen a comulgar, «deben» negarles la comunión.
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