ALBERTO GATÓN, CAPELLÁN CASTRENSE
«Entré en el Ejército Español por mi amor a la Patria fundido con la fe»
No hace mucho tiempo que ha ingresado en el Ejército como capellán castrense, pero el «pater» Alberto Gatón no estaba lejos de este destino. En su familia ha tenido ejemplos de dedicación a la milicia. La fe, unida a su amor a la Patria, le ha llevado a dejar la pastoral rural en la provincia de Santander para formar parte del centenar de capellanes castrenses de España.
- Usted ejerció su ministerio con anterioridad en un pequeño pueblo de Santander. ¿Cómo se decidió a pedir el cambio de destino para servir en la milicia?
- Buscando ser lo más útil, en lo posible, a la Iglesia . Yo me había convertido en hijo adoptivo del valle y ya se confundía la labor humana con la sacerdotal. Con gran dolor de mi corazón, pero con el deseo de servir a la Iglesia, opté por entrar en el Ejército Español como sacerdote.
-¿Cuáles son sus motivaciones? ¿Qué le atrae de ser capellán castrense?
- Aparte de vinculaciones familiares, me motivó el servicio a la Patria, los ideales de compañerismo y el amor a la Patria fundido con la fe.
- ¿Podría explicar el sentido que tiene que se interprete el himno nacional en el momento de la consagración?
- Se trata de un símbolo de homenaje al Santísimo. Igual que el himno nacional es un símbolo musical de unión hacia la Patria, esa misma unidad se explicita hacia el Santísimo.
- ¿Qué se espra de la Conferencia Internacional de Capellanes Castrenses que se celebra por primera vez en Madrid?
- Se trata de potenciar el valor del hecho religioso en las Fuerzas Armadas, no sólo españolas, sino de tanta gente que busca el servicio a la Patria, y en el servicio a la Patria, encuentra a Dios. También en las dificultades, en las guerras, en los momentos difíciles de la lucha por la seguridad y la paz mundial. Y por otra parte, el hecho religioso es universal. No sólo está la religión cristiana que abarca a católicos, protestantes, ortodoxos, anglicanos... sino también están judíos, musulmanes y budistas. Por tanto, unidos los que en nombre de Dios intentamos ayudar a las personas, se intentará buscar los puntos comunes. En definitiva, el hecho religiosos como aglutinante de paz y amor universal.
Profesor y capellán en la academia de ingenieros de Hoyo de Manzanares.
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