La amante de un mafioso le acusa de un secuestro
La Santa Sede se queja del trato dado al arzobispo Marcinkus por el caso Orlandi
Cuando en 1983 desapareció -para no volver a aparecer- Emanuela Orlandi, joven de 15 años e hija de un funcionario vaticano, su secuestro fue reivindicado por un supuesto Frente de Liberación Turco, que pedía la liberación de Alí Agca. 25 años después los medios de comunicación italianos se hacen eco de las declaraciones de la que fue amante de un mafioso italiano, quien culpa al ya fallecido arzobispo norteamericano Paul Marcinkus. La Santa Sede se ha quejado a través de su portavor, el padre Federico Lombardi, S.I.
(VIS) El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, S.I., realizó ayer por la tarde la siguiente declaración: "La trágica desaparición de la joven Emanuela Orlandi, ha vuelto a la actualidad en el mundo de la información italiana". "Llama la atención la forma en que sucede, con la amplísima divulgación en los medios de comunicación de informaciones reservadas, que no se someten a ninguna comprobación, procedentes de un testimonio de valor muy dudoso". "Sin demostrar ni respeto ni humanidad ante personas que ya han sufrido tanto, se reaviva de esa forma el profundo dolor de la familia Orlandi". "Se difunden acusaciones infamantes y sin fundamento contra el arzobispo Marcinkus, muerto desde hace tiempo e incapaz de defenderse". "No queremos interferir en ningún modo con las tareas de la magistratura, que debe verificar rigurosamente, como es su deber, hechos y responsabilidades. Pero al mismo tiempo no podemos dejar de manifestar disgusto y reprobación por formas de información más en sintonía con el sensacionalismo que con las exigencias de la seriedad y la ética profesional".
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