COMIENZA EL JACOBEO 2010
El Papa pide que el Camino de Santiago sea un espacio para evangelizar a los alejados
Las cifras son claras: el Camino de Santiago vive un crecimiento continuado en España y en el extranjero. La costumbre de peregrinar a la tumba de Santiago, hijo de Zebedeo, uno de los doce apóstoles de Jesucristo, nació en el siglo IX, pero en lo que llevamos de siglo XXI se ha multiplicado por 2,65: de 55.000 peregrinos en 2000 a casi 146.000 en 2009. Muy pocos peregrinos carecen de algún motivo espiritual, pero sólo el 42 por ciento viaja por puras razones religiosas.
El jueves se inició el Año Santo Jacobeo, con una solemne eucaristía en la catedral gallega presidida por el arzobispo Julián Barrio, y en la que participaron los obispos de Tuy-Vigo, Orense, Mondoñedo-Ferrol, Lugo, Astorga (capital de la Vía de la Plata), Le Puy (donde se inicia un ramal del camino francés), Piazza Armerina, en Sicilia, y dos obispos auxiliares alemanes, de Wurzburg y de Rottemburg. Alemania es el país extranjero del que más peregrinos vienen.
Renzo Fratini, nuncio del Papa en España, trajo a la celebración una felicitación del Pontífice acompañada de una orientación: que el Camino sirva para evangelizar. Benedicto XVI pedía recientemente crear espacios para que los alejados de Dios puedan acercarse a Él. Uno de esos espacios es el Camino de Santiago: «también los que no tienen fe, o tal vez la han dejado marchitar, tendrán una ocasión para recibir el don de Aquel que ilumina a todos los hombres para que puedan tener finalmente vida».
El Papa describe la fuerza de la ruta jacobea: «En el Camino se contemplan nuevos horizontes que hacen recapacitar sobre las angosturas de la propia existencia y la inmensidad que el ser humano tiene dentro y fuera de sí». La «verdadera meta», insiste, es que Dios entre en el corazón de los peregrinos «para que tengan vida y la tengan en abundancia». Para ello, pide a los sacerdotes del Camino «prodigarse en la administración de los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía», ya que «lo característico del Año Santo es el perdón y el encuentro con Cristo Vivo».
El 42 por ciento de los peregrinos declara viajar sólo por razones religiosas. El resto combina lo religioso, lo cultural, lo deportivo y también cierta espiritualidad difusa que es una oportunidad para evangelizar.
Renzo Fratini, nuncio del Papa en España, trajo a la celebración una felicitación del Pontífice acompañada de una orientación: que el Camino sirva para evangelizar. Benedicto XVI pedía recientemente crear espacios para que los alejados de Dios puedan acercarse a Él. Uno de esos espacios es el Camino de Santiago: «también los que no tienen fe, o tal vez la han dejado marchitar, tendrán una ocasión para recibir el don de Aquel que ilumina a todos los hombres para que puedan tener finalmente vida».
El Papa describe la fuerza de la ruta jacobea: «En el Camino se contemplan nuevos horizontes que hacen recapacitar sobre las angosturas de la propia existencia y la inmensidad que el ser humano tiene dentro y fuera de sí». La «verdadera meta», insiste, es que Dios entre en el corazón de los peregrinos «para que tengan vida y la tengan en abundancia». Para ello, pide a los sacerdotes del Camino «prodigarse en la administración de los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía», ya que «lo característico del Año Santo es el perdón y el encuentro con Cristo Vivo».
El 42 por ciento de los peregrinos declara viajar sólo por razones religiosas. El resto combina lo religioso, lo cultural, lo deportivo y también cierta espiritualidad difusa que es una oportunidad para evangelizar.
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