Monseñor Fouad Twal, nuevo Patriarca latino de Jerusalén

(ACI) El Papa Benedicto XVI nombró nuevo Patriarca de Jerusalén de los Latinos a Mons. Fouad Twal, hasta ahora Coadjutor del mismo Patriarcado. Este Prelado reemplaza así a Mons. Michel Sabbah, quien presentó su renuncia, aceptada por el Santo Padre, en conformidad con el canon 401 que establece este procedimiento al alcanzar el límite de edad de 75 años. Mons. Fouad Twal nació en Madaba, Jordania, el 23 de octubre de 1940. Ingresó al Seminario Patriarcal Mayor de Beit-Jala y fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1966. En agosto de ese mismo año fue nombrado Vicepárroco en Ramallah. En enero de 1967 en Irbed; y en junio de 1968 en Mahatta. En septiembre de 1972 inició sus estudios de Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Lateranense en Roma y en octubre de 1974 ingresó a la Academia Pontificia Eclesiástica. En 1975 terminó sus estudios de Derecho Canónico. Dese 1977 hasta 1992 sirvió como diplomático de la Santa Sede, primero en la Nunciatura Apostólica de Honduras, luego en el Consejo para los Asuntos Religiosos de la Secretaría de Estado; la Nunciatura Apostólica en Alemania y la Nunciatura Apostólica en Perú. El 30 de mayo de 1992 fue designado Obispo Prelado de Túnez (Túnez), recibiendo la ordenación episcopal el 22 de julio de ese mismo año. El 31 de mayo de 1995 fue elevado a la dignidad de Arzobispo. También se ha desempeñado como Presidente de la Conferencia Episcopal Regional del Norte de África. El 8 de septiembre de 2005, el Papa Benedicto XVI lo nombró Patriarca Coadjutor del Patriarcado de Jerusalén de los Latinos. Mientras Mons. Sabbah era un abierto crítico del gobierno israelí, el nuevo Patriarca, Mons. Twal, Arzobispo de larga experiencia diplomática, ha sido recibido por los medios israelíes como un interlocutor que permitirá una comunicación más fluida entre Israel y la Santa Sede. Esto es de especial importancia porque ambas se encuentran en un complejo proceso de diálogo diplomático para determinar el estatuto de Jerusalén y establecer los derechos de los católicos aún no reconocidos por el Estado.