Bibiana Aído, «satisfecha» al término del debate sobre la nueva ley del aborto

La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, manifestó su «satisfacción», al término del debate en el Pleno del Congreso de los Diputados sobre la reforma de la Ley del Aborto, por el hecho de que la Cámara Baja no haya defraudado la confianza depositada por «miles de mujeres».

R.B./ReL

17 diciembre 2009 00:00

Bibiana Aído, ministra de Igualdad

«El pasado 26 de noviembre expresé mi confianza en que el trabajo parlamentario sirviera como herramienta para enriquecer el proyecto de ley y hoy puedo decir con satisfacción que esa confianza y la de miles de mujeres en este país no ha sido defraudada», sentenció la ministra, quien también expresó su «agradecimiento» al trabajo de «más de un año» de los distintos grupos parlamentarios desde la creación de la Subcomisión del aborto.

Asimismo dijo que las aportaciones de las formaciones al proyecto de ley «han enriquecido» el texto y que España está ahora «más cerca de tener una ley equiparable con los países de su entorno, más equilibrada, que pone límites donde no los hay y ofrece mayores garantías jurídicas tanto para las mujeres como profesionales».

A la salida del debate en el Pleno, la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, destacó que la ley «cuenta con una amplia mayoría de la Cámara y va a dar mayor seguridad jurídica y mayores garantías a las mujeres y a los profesionales».

Por su parte, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo dijo a Europa Press que el asunto del aborto es un tema «complicado» e incidió en las «medidas sociales y sanitarias» de la ley que buscan prevenir los embarazos no deseados y disminuir los abortos.

Durante el debate, unas 25 personas paseaban por los alrededores del Congreso, debido a que los días en los que se celebran plenos en la Cámara están prohibidas las concentraciones, en contra de la nueva ley. Algunos de los manifestantes, que acudían a título individual, portaban pancartas en favor de la vida y en contra del aborto, que consideran «un crimen». Agentes de la Policía Nacional pidieron a algunos de los presentes su identificación, a los que recordaron que no podían estar concentrados en las inmediaciones de la Cámara baja.