Nuevo paso hacia la disolución de la comunión anglicana
Dos presbíteros anglicanos se «casaron» en una ceremonia religiosa en Londres
Dos presbíteros anglicanos homosexuales se casaron en una ceremonia religiosa en la Iglesia de San Bartolomé, en Londres, en la primera ´boda gay´ que se ha realizado en una parroquia anglicana. Aunque algunos clérigos anglicanos liberales habían celebrado en el pasado ceremonias para bendecir parejas homosexuales, ésta es la primera vez que un vicario lleva a cabo una ceremonia oficial de boda gay religiosa por el rito anglicano. El arozbispo anglicano de Uganda considera blasfema la ceremonia y pide al primado anglicano que tome medidas ya para evitar el cisma.
(ProtestanteDigital) Dos sacerdotes anglicanos homosexuales se casaron en una ceremonia religiosa en la Iglesia de San Bartolomé, en Londres, en la primera ´boda gay´ que se ha realizado en una parroquia anglicana, reveló este domingo el dominical ´The Sunday Telegraph´. Este hecho supone un claro desafío a la Iglesia anglicana, y ha generado una gran tensión y polémica. La ceremonia, oficiada a finales el mes pasado por Martin Dudley -el párroco de ese templo anglicano- va a profundizar la brecha existente entre liberales y tradicionalistas en el seno de la Iglesia de Inglaterra en torno a la ordenación de homosexuales que conviven con su pareja, así como sobre la postura teológica y ética respecto a las parejas del mismo sexo. PRIMERA `BODA GAY´ ANGLICANA Ya previamente la pareja, compuesta por los reverendos Peter Cowell y David Lord, había registrado legalmente su unión homosexual por la vía civil. Ya este hecho, afirma el Sunday Telegraph, supuso romper las directrices de la Iglesia de Inglaterra y fue celebrado en oposición al Obispo de Londres, Richard Chartres, en cuya diócesis tuvo lugar. Pero lo ocurrido en esta reciente ceremonia religiosa es un paso mucho más fuerte. Porque aunque algunos clérigos anglicanos liberales habían celebrado en el pasado ceremonias para bendecir parejas homosexuales, ésta es la primera vez que un vicario lleva a cabo una ceremonia oficial de boda gay religiosa por el rito anglicano; es decir, utilizando la liturgia tradicional para los matrimonios heterosexuales; con lecturas, himnos y eucaristía, lo que ha generado un gran torrente de críticas. CONSECUENCIAS IMPREVISIBLES Este nuevo paso es un más que claro desafío a la Iglesia de Inglaterra, que además de la polémica que ya ha levantado puede tener consecuencias imprevisibles. Ante lo sucedido "Los servicios de aprobación pública de uniones civiles homosexuales no están autorizados en la Iglesia de Inglaterra ni en la Diócesis de Londres", dijo en un comunicado el obispo de Londres, Richard Chartres. Por su parte un portavoz de la Iglesia anglicana declaró que el matrimonio gay "nos parece una seria violación de las normas (de la Iglesia anglicana) por parte de una o varias personas", precisó. El arzobispo de Uganda, Henry Orombi, ya ha dicho que la ceremonia fue "blasfema" y pidió al primado de la Comunión anglicana, Rowan Williams, que tome medidas para que la Iglesia Anglicana no se desintegre en un cisma internacional. Además, la noticia de esta `boda gay´ ha trascendido justo días antes de la conferencia anglicana que se celebrará este verano en Canterbury, sede del primado de la Iglesia de Inglaterra, en la que la noticia tendrá una enorme repercusión y hará difícil obviar un tema como el de la homosexualidad, que divide y enfrenta a los obispos anglicanos. Williams trata de evitar por todos los medios un cisma en la Comunión anglicana, mientras los obispos de esta confesión se muestran cada vez más preocupados. La posibilidad de que la división de opiniones sobre la práctica homosexual enturbie cualquier diálogo y lleve a una ruptura interna sube cada vez más según pasa el tiempo, especialmente ante situaciones como la presente que "echan más leña al fuego". De hecho, la situación ha originado ya respuestas contundentes. así, ya se ha anunciado que Jerusalén acogerá un gran congreso anglicano contrario a Canterbury en el `tema gay´. En él cerca de un tercio de los líderes de la Iglesia Anglicana a nivel mundial (la Comunión anglicana), que representan a más de 30 millones de anglicanos en el mundo, se reunirán con la amenaza de boicotear la reunión de Lambeth, el tradicional encuentro de todos los obispos anglicanos.
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