ENTREVISTA AL NUEVO OBISPO DE SAN SEBASTIÁN
Munilla: «Soy un obispo católico, es decir universal. No estoy bajo ninguna bandera política»
En la primera entrevista que concede a un medio nacional, el nuevo obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ya desde el principio deja traslucir su personalidad: no tiene miedo a nada. Ni a ETA ni a las críticas que le puedan lanzar desde las bancadas políticas del nacionalismo vasco. Es contundente al afirmar que «no estoy bajo ninguna bandera política».
Desde que fue nombrado obispo de San Sebastián el pasado sábado, han sido numerosas las voces del nacionalismo que se han alzado contra él. Pero monseñor José Ignacio Munilla no ha entrado al trapo. Ha soportado las críticas con paciencia y sin perder el sentido del humor; ése que siempre le ha caracterizado. «Soy un obispo católico, es decir, universal. No estoy bajo ninguna bandera política», subraya sin rubores ni complejos.
– Desde que fue nombrado titular de Palencia corría el rumor en círculos eclesiales de que, antes o después, volvería a su diócesis donostiarra como obispo, un gesto por parte de la Iglesia, ciertamente, arriesgado y beneficioso a la par.
– Pero la verdad es que no esperaba que fuese tan pronto… Al final, después de tanta rumorología, comencé a pensar que la cosa podría ser cierta, hasta que al final llegó la llamada. Creo que una de las mejores cosas que he podido hacer en estos tres años de ministerio episcopal ha sido procurar vivir al margen de quinielas, rumores y chismes eclesiásticos.
– ¿Y cómo ha recibido la noticia de la elección?
– Lo que más me cuesta es dejar Palencia, porque es obvio que un destino de tres años es demasiado corto. Sin embargo, he procurado hacer de la necesidad virtud, predicando a los palentinos sobre la importancia de la confianza y de la obediencia al Papa, así como del amor a la Iglesia universal.
– ¿Siente algún temor por volver a su tierra como obispo? Un sector de la diócesis no parece dispuesto a recibirle con los brazos abiertos...
– Estos días vengo pensando una cosa: ¡hay que ser más valiente para mandar que para obedecer! Yo no he buscado nada, sino que me he limitado a responder a la llamada de la Iglesia; y eso me da mucha paz.
– Paz que no parecen compartir algunos dirigentes del PNV. A pesar de que usted habla perfectamente el vascuence y de que ha trabajado más de 16 años en Guipúzcoa, los nacionalistas dicen que usted no está capacitado para pastorear la realidad vasca...
– En mi experiencia como sacerdote de Zumárraga, he comprobado que no es nada complicado ser pastor de feligreses de distintas opciones políticas, siempre y cuando su adhesión a la Iglesia sea plena. En este caso, lo fundamental es la fe cristiana, y lo secundario es la adscripción política. ¡No hay problema alguno! Pero lo complicado es cuando la política se convierte en lo fundamental y la adhesión a la Iglesia pasa a un segundo plano. Yo soy un obispo católico; no estoy bajo ninguna bandera politica.
– ¿Teme a ETA?
–Dice el refrán que «quien teme sufrir, sufre de temor». Uno de los peores males que ejerce el terrorismo es la siembra del miedo… No podemos caer en esa trampa.
– También ha sido motivo de polémica su apoyo a las declaraciones de monseñor Martínez Camino sobre la excomunión a los políticos católicos que voten a favor del aborto…
– Es un ejemplo concreto para demostrar que la Iglesia no responsabiliza de forma exclusiva a la madre. Existen también otras corresponsabilidades morales por causa de la cooperación con el aborto, a muchos niveles: el progenitor que se desentiende del embarazo; aquellos que aconsejan y hasta presionan; los que hacen negocio; los políticos que aprueban las leyes…
Un prelado en internet...
...y en la radio. De hecho, desde hace cerca de cuatro años dirige el programa de mayor audiencia de Radio María: el Catecismo, que emite de lunes a viernes desde las ocho de la mañana y que radiará ahora desde San Sebastián. Cuenta con su propia página web, www.enticonfio.org, donde cuelga sus cartas pastorales, algunas con títulos tan llamativos como «Manda el porro a la porra», «Internet, ángel y demonio», «La niña del exorcista» y ha elaborado incluso un «test de estima sacerdotal».
– Desde que fue nombrado titular de Palencia corría el rumor en círculos eclesiales de que, antes o después, volvería a su diócesis donostiarra como obispo, un gesto por parte de la Iglesia, ciertamente, arriesgado y beneficioso a la par.
– Pero la verdad es que no esperaba que fuese tan pronto… Al final, después de tanta rumorología, comencé a pensar que la cosa podría ser cierta, hasta que al final llegó la llamada. Creo que una de las mejores cosas que he podido hacer en estos tres años de ministerio episcopal ha sido procurar vivir al margen de quinielas, rumores y chismes eclesiásticos.
– ¿Y cómo ha recibido la noticia de la elección?
– Lo que más me cuesta es dejar Palencia, porque es obvio que un destino de tres años es demasiado corto. Sin embargo, he procurado hacer de la necesidad virtud, predicando a los palentinos sobre la importancia de la confianza y de la obediencia al Papa, así como del amor a la Iglesia universal.
– ¿Siente algún temor por volver a su tierra como obispo? Un sector de la diócesis no parece dispuesto a recibirle con los brazos abiertos...
– Estos días vengo pensando una cosa: ¡hay que ser más valiente para mandar que para obedecer! Yo no he buscado nada, sino que me he limitado a responder a la llamada de la Iglesia; y eso me da mucha paz.
– Paz que no parecen compartir algunos dirigentes del PNV. A pesar de que usted habla perfectamente el vascuence y de que ha trabajado más de 16 años en Guipúzcoa, los nacionalistas dicen que usted no está capacitado para pastorear la realidad vasca...
– En mi experiencia como sacerdote de Zumárraga, he comprobado que no es nada complicado ser pastor de feligreses de distintas opciones políticas, siempre y cuando su adhesión a la Iglesia sea plena. En este caso, lo fundamental es la fe cristiana, y lo secundario es la adscripción política. ¡No hay problema alguno! Pero lo complicado es cuando la política se convierte en lo fundamental y la adhesión a la Iglesia pasa a un segundo plano. Yo soy un obispo católico; no estoy bajo ninguna bandera politica.
– ¿Teme a ETA?
–Dice el refrán que «quien teme sufrir, sufre de temor». Uno de los peores males que ejerce el terrorismo es la siembra del miedo… No podemos caer en esa trampa.
– También ha sido motivo de polémica su apoyo a las declaraciones de monseñor Martínez Camino sobre la excomunión a los políticos católicos que voten a favor del aborto…
– Es un ejemplo concreto para demostrar que la Iglesia no responsabiliza de forma exclusiva a la madre. Existen también otras corresponsabilidades morales por causa de la cooperación con el aborto, a muchos niveles: el progenitor que se desentiende del embarazo; aquellos que aconsejan y hasta presionan; los que hacen negocio; los políticos que aprueban las leyes…
Un prelado en internet...
...y en la radio. De hecho, desde hace cerca de cuatro años dirige el programa de mayor audiencia de Radio María: el Catecismo, que emite de lunes a viernes desde las ocho de la mañana y que radiará ahora desde San Sebastián. Cuenta con su propia página web, www.enticonfio.org, donde cuelga sus cartas pastorales, algunas con títulos tan llamativos como «Manda el porro a la porra», «Internet, ángel y demonio», «La niña del exorcista» y ha elaborado incluso un «test de estima sacerdotal».
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