HAY QUE RECORDAR LA DOCTRINA DE LA IGLESIA
Miguel Ayuso: «Si lo reducimos todo a la objeción de conciencia estaremos siempre a la defensiva»
Por primera vez, un español estará al frente de la Unión Internacional de Juristas Católicos, que ha clausurado en Madrid su último Congreso con la presencia de los cardenales Rouco y Tauran. El nuevo presidente hace para ReL un balance del evento y señala una condición principal para la eficacia de las acciones de los cristianos.
Como ha venido informando ReL, el jueves y viernes de esta semana ha tenido lugar en Madrid el congreso internacional de la Unión Internacional de Juristas Católicos (UIJC), que entre otras cosas ha abordado las alternativas de la doctrina de la Iglesia a la pura objeción de conciencia en el seno del Estado liberal.
Además la UIJC renovó todos sus cargos, y por primera vez un español presidirá la institución, tras las etapas de Sergio Cotta hasta su fallecimiento, y de Joël-Benoît d´Onorio hasta ayer. Se trata de Miguel Ayuso Torres (Madrid, 1961), profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Pontificia de Comillas, presidente desde 2005 de la Confederación Española de Juristas Católico, organizadora del decisivo congreso de Madrid.
«Ha sido un absoluto éxito», comenta Ayuso a ReL nada más clausurarse: «Éxito intelectual por la altura de las intervenciones, éxito de asistencia con más asistentes de los esperados (superaron los doscientos), éxito de internacionalidad por la variedad de países presentes y éxito eclesiástico con la presencia de los cardenales Jean-Louis Tauran y Antonio María Rouco Varela y la solemnidad de las misas de apertura y clausura, que oficiaron en latín».
Le preguntamos si su nombramiento, y en Madrid, responde a un mayor peso de España en el seno de la asociación: «Sí, pero sobre todo de Hispanoamérica. Acaban de crearse las secciones de México, Colombia y Perú, ha renacido en Chile y en Argentina mantiene todo su vigor».
Las jornadas cursaron en torno al tema Estado y conciencia, y abordaron el creciente problema que supone para los católicos la invasión, por parte de un Estado de corte cada vez más totalitario, de ámbitos que hasta ahora había respetado. «Lo que no se puede hacer es llevarlo todo al terreno de la objeción de conciencia», explica el nuevo presidente de la UIJC: «Si lo reducimos todo a eso, estaremos siempre a la defensiva. Es más, psicológica y sociológicamente esa actitud tiende al liberalismo. Desde luego hay que oponerse a las leyes injustas, pero sobre todo recordando la doctrina social y política de la Iglesia y los principios del derecho público cristiano».
Ayuso considera «casi imposible de responder» nuestra pregunta sobre la influencia real que pueden tener hoy los juristas católicos en el ámbito del derecho y de la política. Pero sí tiene clara una cosa: «Si nos organizamos bien y lo hacemos de forma eficaz, en el sentido antes dicho de una clarificación doctrinal, se puede influir, y mucho. Pero sin clarificación doctrinal todo se queda en buena voluntad, que se ha revelado insuficiente. La tarea fundamental hoy es ilustrar las inteligencias».
Un nuevo rumbo para una institución influyente
La UIJC nació (más bien se refundó) en 1986 para promover la unidad espiritual y de acción de los juristas católicos en todo el mundo, y en 2002 obtuvo del Consejo Pontificio para los Laicos el reconocimiento canónico como asociación internacional de fieles de derecho pontificio. Actualmente su consiliario es el cardenal francés Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
En cuanto al nuevo presidente, además de una intensa trayectoria académica de particular proyección internacional, Miguel Ayuso es también director científico del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II y doctor honoris causa por la Universidad de Udine (Italia), y autor de más de una docena de libros, entre los que destacan ¿Después del Leviathan? Sobre el Estado y su signo (1996), El ágora y la pirámide. Una visión problemática de la Constitución Española (2000), Chesterton, caballero andante (2001) y La constitución cristiana de los Estados (2008), varios de ellos traducidos al francés, el italiano y el portugués.
Además la UIJC renovó todos sus cargos, y por primera vez un español presidirá la institución, tras las etapas de Sergio Cotta hasta su fallecimiento, y de Joël-Benoît d´Onorio hasta ayer. Se trata de Miguel Ayuso Torres (Madrid, 1961), profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Pontificia de Comillas, presidente desde 2005 de la Confederación Española de Juristas Católico, organizadora del decisivo congreso de Madrid.
«Ha sido un absoluto éxito», comenta Ayuso a ReL nada más clausurarse: «Éxito intelectual por la altura de las intervenciones, éxito de asistencia con más asistentes de los esperados (superaron los doscientos), éxito de internacionalidad por la variedad de países presentes y éxito eclesiástico con la presencia de los cardenales Jean-Louis Tauran y Antonio María Rouco Varela y la solemnidad de las misas de apertura y clausura, que oficiaron en latín».
Le preguntamos si su nombramiento, y en Madrid, responde a un mayor peso de España en el seno de la asociación: «Sí, pero sobre todo de Hispanoamérica. Acaban de crearse las secciones de México, Colombia y Perú, ha renacido en Chile y en Argentina mantiene todo su vigor».
Las jornadas cursaron en torno al tema Estado y conciencia, y abordaron el creciente problema que supone para los católicos la invasión, por parte de un Estado de corte cada vez más totalitario, de ámbitos que hasta ahora había respetado. «Lo que no se puede hacer es llevarlo todo al terreno de la objeción de conciencia», explica el nuevo presidente de la UIJC: «Si lo reducimos todo a eso, estaremos siempre a la defensiva. Es más, psicológica y sociológicamente esa actitud tiende al liberalismo. Desde luego hay que oponerse a las leyes injustas, pero sobre todo recordando la doctrina social y política de la Iglesia y los principios del derecho público cristiano».
Ayuso considera «casi imposible de responder» nuestra pregunta sobre la influencia real que pueden tener hoy los juristas católicos en el ámbito del derecho y de la política. Pero sí tiene clara una cosa: «Si nos organizamos bien y lo hacemos de forma eficaz, en el sentido antes dicho de una clarificación doctrinal, se puede influir, y mucho. Pero sin clarificación doctrinal todo se queda en buena voluntad, que se ha revelado insuficiente. La tarea fundamental hoy es ilustrar las inteligencias».
Un nuevo rumbo para una institución influyente
La UIJC nació (más bien se refundó) en 1986 para promover la unidad espiritual y de acción de los juristas católicos en todo el mundo, y en 2002 obtuvo del Consejo Pontificio para los Laicos el reconocimiento canónico como asociación internacional de fieles de derecho pontificio. Actualmente su consiliario es el cardenal francés Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
En cuanto al nuevo presidente, además de una intensa trayectoria académica de particular proyección internacional, Miguel Ayuso es también director científico del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II y doctor honoris causa por la Universidad de Udine (Italia), y autor de más de una docena de libros, entre los que destacan ¿Después del Leviathan? Sobre el Estado y su signo (1996), El ágora y la pirámide. Una visión problemática de la Constitución Española (2000), Chesterton, caballero andante (2001) y La constitución cristiana de los Estados (2008), varios de ellos traducidos al francés, el italiano y el portugués.
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