Estas son las reglas para elegir al nuevo Prelado del Opus Dei: el Papa después ha de aprobarlo
Javier Echevarría, segundo sucesor de San Josemaría Escrivá al frente del Opus Dei, ya descansa en la la cripta de Santa María de la Paz, la iglesia de la Prelatura en Roma, junto a su predecesor el beato Álvaro del Portillo. Durante dos días, los fieles rezaron ante sus restos mortales en la nave de esta iglesia y ante los de la urna con los restos de San Josemaría Escrivá.
A las cinco de la tarde del miércoles, se celebró la misa de exequias previa a la sepultura. Después, el vicario general, Fernando Ocáriz rezó un responso, se introdujo el ataúd en la tumba y se cubrió con una losa. Este jueves a las siete de la tarde se celebra una misa de sufragio en la basílica de san Eugenio, en Roma, transmitida por internet en OpusDei.org.
La elección de un nuevo Prelado
A partir de la próxima semana, el Opus Dei se preparará para elegir un nuevo Prelado vitalicio. Antes de tres meses deberá celebrarse un Congreso General Electivo.
El nuevo prelado lo eligirán los congresistas. Son congresistas "aquellos sacerdotes o laicos varones, de al menos treinta y dos años, incorporados definitivamente a la Prelatura desde al menos nueve años antes, nombrados de por vida tales por el Prelado". La mayoría de ellos actualmente son laicos. Hay también un Consejo Central de mujeres que puede proponer previamente candidatos al cargo de Prelado.
La norma establece que "para que una persona pueda ser elegido Prelado se requiere que sea un sacerdote miembro del Congreso General, incorporado a la Prelatura desde al menos diez años antes, y ordenado sacerdote desde al menos cinco años antes, hijo de matrimonio legítimo, que goce de buena fama y tenga al menos cuarenta años; que brille además por la prudencia, piedad, amor ejemplar y obediencia a la Iglesia y a su Magisterio, devoción hacia el Opus Dei, caridad hacia los fieles de la Prelatura, y celo hacia el prójimo; que esté dotado de especial cultura, también profana, de un doctorado en una disciplina eclesiástica, y de cualquier otra cualidad necesaria".
El sacerdote elegido pide después al Papa que le confirme en el cargo de Prelado.
Fernándo Ocáriz, probable sucesor
Aunque muchas personas cumplirían con el perfil que se exige en la normativa, se considera casi seguro que -salvo sorpresa- salga elegido el vicario general, Fernando Ocáriz, que ostenta este cargo desde 1994. Nacido en 1944, licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad de Barcelona, el teología por la Lateranense y doctorado en la Universidad de Navarra en 1971, cuando fue ordenado sacerdote. Desde 1986 es consultor de diversos organismos de la Curia romana: Congregación para la Doctrina de la Fe (desde 1986), Congregación para el Clero (desde 2003) y Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización (desde 2011).
A las cinco de la tarde del miércoles, se celebró la misa de exequias previa a la sepultura. Después, el vicario general, Fernando Ocáriz rezó un responso, se introdujo el ataúd en la tumba y se cubrió con una losa. Este jueves a las siete de la tarde se celebra una misa de sufragio en la basílica de san Eugenio, en Roma, transmitida por internet en OpusDei.org.
La elección de un nuevo Prelado
A partir de la próxima semana, el Opus Dei se preparará para elegir un nuevo Prelado vitalicio. Antes de tres meses deberá celebrarse un Congreso General Electivo.
El nuevo prelado lo eligirán los congresistas. Son congresistas "aquellos sacerdotes o laicos varones, de al menos treinta y dos años, incorporados definitivamente a la Prelatura desde al menos nueve años antes, nombrados de por vida tales por el Prelado". La mayoría de ellos actualmente son laicos. Hay también un Consejo Central de mujeres que puede proponer previamente candidatos al cargo de Prelado.
La norma establece que "para que una persona pueda ser elegido Prelado se requiere que sea un sacerdote miembro del Congreso General, incorporado a la Prelatura desde al menos diez años antes, y ordenado sacerdote desde al menos cinco años antes, hijo de matrimonio legítimo, que goce de buena fama y tenga al menos cuarenta años; que brille además por la prudencia, piedad, amor ejemplar y obediencia a la Iglesia y a su Magisterio, devoción hacia el Opus Dei, caridad hacia los fieles de la Prelatura, y celo hacia el prójimo; que esté dotado de especial cultura, también profana, de un doctorado en una disciplina eclesiástica, y de cualquier otra cualidad necesaria".
El sacerdote elegido pide después al Papa que le confirme en el cargo de Prelado.
Fernándo Ocáriz, probable sucesor
Aunque muchas personas cumplirían con el perfil que se exige en la normativa, se considera casi seguro que -salvo sorpresa- salga elegido el vicario general, Fernando Ocáriz, que ostenta este cargo desde 1994. Nacido en 1944, licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad de Barcelona, el teología por la Lateranense y doctorado en la Universidad de Navarra en 1971, cuando fue ordenado sacerdote. Desde 1986 es consultor de diversos organismos de la Curia romana: Congregación para la Doctrina de la Fe (desde 1986), Congregación para el Clero (desde 2003) y Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización (desde 2011).
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