SHANE O´DOHERTY PUBLICA «NO MÁS BOMBAS»
De poner bombas como terrorista del IRA, a encontrar a Cristo en una cárcel inglesa
Shane O´Doherty es un irlandés que fue muchos años terrorista del IRA. En la cárcel, después de leer de golpe los cuatro Evangelios, abjuró para siempre de la violencia y el odio. Ha publicado en España su historia: «No más bombas» (LibrosLibres).
- ¿Cuál cree que es nuestro mayor reto ante la lucha contra el terrorismo?
- Cuando hay un conflicto armado, conseguir la paz es lo primero que deseamos y es sin duda un milagro, pero una vez lograda la paz, todavía queda mucho por hacer. No basta simplemente con acabar con la violencia. Muchos de los que involucrados opinarán que la situación ha cambiado debido a algún acuerdo o negociación, pero no estarán convencidos. Lo que tenemos que explicar, sobre todo a los jóvenes y a las nuevas generaciones, es que la guerra, la violencia, el terrorismo, la violación de los derechos humanos son una equivocación. Tenemos que dar razones para acabar con la violencia, no sólo llegar a acuerdos, y no se está haciendo.
- Pero, ¿ahora hay paz en Irlanda?
- Aunque hayamos conseguido la paz hay nuevos grupos, que no estando de acuerdo con el proceso de paz ni con la política, están consiguiendo que gente joven se vuelva a involucrar. Si hay dificultades en llegar a un acuerdo, estos jóvenes dirán, «volvamos a la lucha», porque nadie les habrá dado razones para dejar la violencia, razones para perseguir la paz. Necesitamos un proceso de conversión y de esclarecimiento, de tomar responsabilidades ante los derechos humanos, no sólo negociaciones.
«Los Evangelios comenzaron a desafiarme»
- ¿Qué fue lo que más te influyó en tu camino hacia la conversión?
- Los cuatro Evangelios… Una vez, todavía en la cárcel de Brixton, en Londres, le pedí en tono desafiante a uno de los capellanes que me diera pruebas de que Dios existía. Me lanzó los Evangelios y me los leí en una noche, de un tirón. El hecho de leer los cuatro de una vez, con esas cuatro descripciones tan profundas, me dio una visión íntegra de Jesucristo. Lo que me chocó fue que la figura divina de Jesucristo, con una causa divina, sagrada e inocente, nunca usaba la violencia, hablaba de amar al prójimo, y yo, con una causa política, ni divina, ni sagrada ni inocente, estaba dispuesto a usar la violencia. Los Evangelios comenzaron a desafiarme y mi propia conciencia me empezó a condenar. Tenía que reconciliarme con mis víctimas, con Dios y conmigo mismo.
- ¿Qué efecto esperas que tenga la publicación «No más bombas» en España?
- Espero que todos los que lean mi libro - especialmente los jóvenes – no cometan los mismos errores que yo cometí; que aprendan de mi experiencia, que vean que todas esas promesas de cambiar el mundo mediante la violencia son siempre falsas porque al matar o herir a otros seres humanos, lo único que se logra es cometer más injusticias en lugar de ponerles fin. Te conviertes en trasgresor de los derechos humanos. Espero que mi libro sirva de advertencia a aquellos que siguen el camino de la violencia: es un callejón sin salida.
- ¿Qué dirías a aquellos que se resisten a perdonar?
- No tengo nada que decir a los que se niegan a perdonar. El perdón tiene que venir del corazón y del alma, de lo más profundo de cada uno. Si alguien no sabe perdonar desde lo más profundo de su corazón, entonces Dios es el único que le puede ayudar.
- ¿Y a los que no se arrepienten de lo que han hecho?
- Vivir implica arrepentirse de cosas, haber vivido y haber intentado luchar, haber cometido errores por inmadurez o por pasión, conocer el arrepentimiento… Todos nos arrepentimos de nuestras debilidades y de nuestros fallos. Negar el arrepentimiento es negar la vida.
- En España se compara a menudo a ETA con el IRA. ¿Crees que son comparables?
- Aparte del hecho de que tanto la ETA como el IRA se aferraron a la lucha armada antes de ni siquiera haber intentado un activismo político y democrático; de que han matado y mutilado y han cometido innumerables violaciones de los derechos humanos, no hay comparación entre 800 años de ocupación y usurpación británica en la Historia de Irlanda y la historia del País Vasco. El Antiguo IRA - como se denominó entre 1918 y 1922 – luchó para establecer la libertad y la democracia en Irlanda y ganó la libertad de 26 de los 32 condados irlandeses. Después, el Antiguo IRA se convirtió en el ejército irlandés, comprometido con el pueblo y el gobierno democrático de Irlanda. Desde 1922 ha habido nuevos grupos que han explotado el nombre del IRA y que nunca han gozado del apoyo de la nación ni del gobierno de Irlanda. La lucha armada se declaró extinguida definitivamente a finales de los 90.
«ETA, no seáis prisioneros para siempre del odio»
- Si tuvieras la oportunidad de sentarte cara a cara con la cúpula de ETA, ¿qué les dirías?
- ¿Qué os impide lograr vuestros objetivos políticos pacíficamente? ¿Qué terrible tiranía os impide organizar y expresar democráticamente vuestras metas de manera pacífica? ¿Qué leyes totalitarias y represivas son tan severas que no os permiten trabajar de manera pacífica y democrática por vuestra causa y habéis tenido que optar por la violencia?
¿Qué visión ensombrecida de la humanidad os pone en contra del respeto por los derechos humanos? ¿Qué enfermedad sectaria o racista os ha dejado ciegos ante los derechos humanos de la gente? ¿Por qué expresáis el amor a vuestro pueblo matando y mutilando a otras personas? ¿Os hace el patriotismo matar gente necesariamente? ¿Es la violencia la única expresión que vuestra política conoce? ¿Por qué han evitado vuestros políticos el comienzo natural de un activismo democrático y se han ido directamente al extremo de la violencia?
¿No veis que al manchar vuestra causa y vuestras creencias con la sangre derramada de seres humanos, la nobleza y el honor de esa causa quedan totalmente minadas? Las naciones civilizadas esconden sus miradas de vuestros métodos y de vosotros. La sociedad os excluye, como parias de un discurso civilizado. ¿Por qué explotáis las pasiones juveniles de chicos y chicas para convertirlos en asesinos? ¿No podíais haberles educado en el arte de la política, en vez de en el de matar?
Obviamente amáis a vuestro pueblo en exceso, pero ¿por qué no deseáis su derecho a gestionarlo, a votar por sus deseos? ¿Por qué pisáis su derecho a votar matando en su nombre? Si una fuerza externa invadiera vuestro país y ultrajara los derechos democráticos de vuestro pueblo, lo llamaríais fascismo o totalitarismo, pero ignoráis la expresión democrática de de vuestra gente y lo llamáis amor. Vuestros miembros han usado el terrorismo antes de intentar los métodos políticos. Lucha armada antes que política - muerte antes de vida – es horrible para todos. Si la mayoría de vuestro pueblo no vota por una lucha armada ¿por qué la declaráis entonces? Si ahora no respetáis el voto democrático de la gente, ¿por qué van a confiar en que una vez que tengáis el poder, lo hagáis?
Sí. Es muy difícil decir «¡Amábamos demasiado! Nos equivocamos al declarar la lucha armada antes de haberlo intentado con la política. Nos equivocamos al matar y al mutilar. Pedimos perdón por habernos convertido en asesinos cuando lo que queríamos es amar a nuestro pueblo. Nuestro patriotismo era excesivo. Declaramos nuestro respeto a los derechos humanos de todos. La lucha armada se ha acabado». Pero hay que hacerlo.
Nosotros, en Irlanda, hemos pasado de la muerte a la vida, de la lucha armada a la política, de la oscuridad del odio a la luz del amor.
No seáis prisioneros para siempre del odio, del terrorismo, de un fascismo local. Como dice esa antigua frase: «En la guerra, razonar es traicionar» – Os apelo a que escapéis a la razón de vida y a la vida de razón, a que améis a vuestro pueblo y a todos los pueblos. Respetad los derechos humanos de todos. El País Vasco y España claman que volváis a razonar.
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