Italia y Rusia, a la cabeza del incremento
Aumenta sensiblemente la cifra de peregrinos a Tierra Santa
El obispo vicario para Israel del Patriarcado Latino de Jerusalén (católico), monseñor Giacinto-Boulos Marcuzzo, dio a conocer al diario «L’Osservatore Romano» que los peregrinos en Tierra Santa están en «vertiginoso aumento», una circunstancia que permite que se promueva a la Iglesia en Israel y la paz en Oriente Próximo. Italia y Rusia son los países que más han incrementado su número de peregrinos. Si continua la tendencia se podrá detener el éxodo de cristianos que viven en Tierra Santa, y que se ganan la vida en el sector turístico.
(L.R.R/La Razón) El obispo vicario para Israel del Patriarcado Latino de Jerusalén (católico), monseñor Giacinto-Boulos Marcuzzo, dio a conocer al diario «L’Osservatore Romano» que los peregrinos en Tierra Santa están en «vertiginoso aumento», una circunstancia que permite que se promueva a la Iglesia en Israel y la paz en Oriente Próximo. Así lo confirma al mismo diario el padre Gianfranco Pinto, director de la Oficina de Peregrinajes de las Delegaciones de Roma a Tierra Santa. Según el sacerdote, desde junio de 2008 hasta enero de 2009 ya hay programadas 27 peregrinaciones. «Hemos casi duplicado los viajes con respecto a 2007», afirma. Los peregrinos italianos en Tierra Santa en 2006 fueron 58.000, en 2007, 82.000; y para 2009 se espera «que lleguen al menos cien mil». Por otra parte, el custodio de Tierra Santa, el sacerdote franciscano Pierbattista Pizzaballa, prevé para el año 2009 la llegada, entre otros, de un millón de peregrinos rusos, «favorecidos por un acuerdo que Israel firmó con Rusia que los exonera de obtener el visado para ingresar al país». Otro franciscano de la custodia de Tierra Santa, Frederic Mannes, señala que «nuestros cristianos operan en gran parte en el sector del turismo religioso». «Ver a tantos peregrinos de todas partes del mundo –refiere– hace disminuir el sentimiento de abandono que con frecuencia los acompaña. La tendencia de nuestros cristianos, en contacto con los judíos y la globalización, es la de olvidar su identidad religiosa. A partir de la llegada de los peregrinos puede nacer también para ellos un redescubrimiento de su fe», asegura el religioso.
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