MÁS DE UN MILLÓN Y MEDIO DE VOCES POR LA VIDA
Clamor ciudadano denuncia: «una sociedad sana no puede convivir con el aborto»
Lleno hasta la bandera. Más de millón y medio de españoles se concentraron en Madrid para defender el derecho inalienable de la vida y el apoyo a la mujer y la maternidad. La pelota está en el tejado de los políticos. La sociedad ha hablado.
No cabía un alfiler. Desde horas antes del comienzo oficial de la manifestación convocada por más de 40 asociaciones cívicas españolas, con el apoyo de muchas internacionales, en defensa de la vida, Madrid ya era un reguero de manifestantes.
Camisetas blancas con el logo de la manifestación copaban las calles. Muchos también sacaron de los armarios banderas de España y de comunidades autónomas y se echaron a la calle venidos de todos los rincones del planeta.
El presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, cerró el acto con una intervención en la que lanzó el mensaje más claro a los políticos, parlamentarios y gobernantes: «A los que hoy gobiernan y a los que están en la oposición les decimos: el derecho a la vida es demasiado importante. Tenéis que protegerlo», al tiempo que aseguró que «una sociedad sana y humana no puede convivir con una ley permisiva del aborto, ni con la actual ni con la anunciada, ni con ninguna».
«Queremos específicamente hacer llegar a las mujeres que todos nosotros, todos los que estamos hoy en las calles de Madrid, estamos a su disposición para lo que necesiten. Nosotros no las vamos a bandonar como hacen las leyes injustas que premiten o facilitan el aborto», añadió Blanco con gran aporobación de los presentes.
Testimonios de primera mano
Mientras la cabecera de la manifestación avanzaba desdde la Puerta del Sol hasta la Puerta de alcalá, se pudo oir un buen número de testimonios de mujeres que, o bien habían abortado y explicaban su sufrimiento, o bien estuvieron a punto de hacerlo pero pudieron segir adelante. Sara explicó cómo con tan sólo 18 años sus padres la obligaron a abortar engañada. Ahora, asegura, «estoy destrozada. No quiero ver a nadie; no quiero estar con nadie. Sólo quiero ir con él».
Damaris es una hondureña afincada en España. Al poco de llegar, quedó embarazada. Su difícil situación económica le llevó a decidir abortar. Pero al llegar a laclínica, algo le hizo salir corriendo. Entró en una iglesia y según narró, le asesoró un sacerdote. «Ahora estoy muy feliz por haber tenido a mi hijia. Animo a otras mujeres en esta situación a que busquen ayuda, para decir sí a la vida y no al aborto», añadió.
También Lucía, con sus 17 años, casi una niña, explicó cómo ha tenido un embarazo no previsto. «Tuve mucho miedo», explicó, pero «gracias a una amiga pude hablar con mis padres y me van a ayudar. No voy a abortar. No hace falta. Tengo el apoyo que necesito. Tendré a mi hijo muy jóven, pero muy feliz».
También intervino Esperanza Puente que contó cómo los médicos dejaron a su lado los trozos de su hijo después de abortar. Con su habitual fuerza, Esperanza exclamó: «¡Hoy es un día para decirle al mundo entero que las mujeres no quertemos abortar! Lo más progresista de una sociedad civilizada es defender la vida, defendiendo y ayudando a la mujer y a la maternidad».
Aún con la cabecera de la marcha a la altura de la plaza de la Cibeles, en la que se encontraban Benigno Blanco, presidnte del Foro Español de la Familia; Alfredo Dagnino, presidente de la fundación Universitaria San Pablo CEU y Gádor Joya, portavoz de la plataforma Derecho a Vivir, entre otras personalidades, resonaron desde el escenario los testimonios de apoyo de representantes de las asociaciones internacionales que han secundado la manifestación. Así, se escucharon voces de aliento desde Brasil, Estados unidos de Norteamérica, Francia, Alemania e Italia. También se refirió el apoyo de un representante de El Congo, que a última hora no pudo acudir al evento.
Pero sin duda, el momento más esperado por las más jóvenes fue la intervención de Eduardo Verástegui, que realizó un llamamiento a los hombres a que «no se resignen a que un parlamento decida sobre la vida y la muerte de sus polítcos», que sean «valientes» y asuman «las consecuencias de sus actos».
Negar el derecho a la maternidad
Las periodistas Cristina López Schlichting, Isabel San Sebastián e Isabel Durán, leyeron el manifiesto de convocatoria de la manifestación, en el que se aterrizó en el contenido de la nueva ley del aborto que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero está impulsando: «Con la nueva ley anunciada se privará a la mujer de su derecho a la maternidad, no se hará nada por evitar anortos y crecerá cuantitativamente el inmenso fracaso que es siempre un aborto provocado. Además, la nueva ley del aborto pretende imponer con carácter obligatorio y coactivo en todos los servicios y centros sanitarios y educativos la ideología de género y su visión de la sexualidad y la persona».