Alierta, ya expresidente de Telefónica, pone en marcha con el Papa Francisco la Fundación Profuturo
El pasado martes, César Alierta dimitía como presidente de Telefónica, después de casi 16 años al frente del primer operador de telecomunicaciones español y sexto del mundo.
La noticia, que no por sorprendente dejaba de ser en cierto modo esperada –de hecho, la decisión se venía pergeñando desde hacía ya casi un año, aunque muy en secreto y con absoluta discreción–, la conocían un grupo de personas muy reducido y cercano al empresario.
Entre ellas, alguien a quien desde hace ya casi ocho años le une una profunda y sincera amistad, y a quien conoció precisamente gracias a las buenas relaciones de la directiva de la operadora española en Argentina con varias instituciones y empresas del país. De hecho, fue su amigo de la infancia Luis Blasco, hasta ayer mismo como quien dice –dejó el cargo en febrero pasado– presidente de Telefónica Argentina, quien les presentó. Un «alguien» que se ha convertido en un vínculo del que será el futuro más inmediato de Alierta: el Papa Francisco.
Viaje exprés al Vaticano
Por ello, a nadie de su entorno le extrañó la repentina decisión del pasado lunes del aún presidente de Telefónica al tomar un avión con destino al Vaticano, donde comunicó en persona su decisión al Sumo Pontífice.
Alierta, quizás algo cansado tras tantos años al pie del cañón y tras haber convertido al viejo monopolio en una «teleco» global de referencia mundial, se quiere dedicar de lleno a estrechar aún más si cabe los lazos de amistad y colaboración con el Papa Francisco y, por ende, con los más necesitados.
Para ello, según ha podido saber ABC, Alierta decidió poner en marcha un proyecto solidario ideado junto al Santo Padre en el último año. Una fundación que, en un primer momento, dependerá económicamente de la operadora, pero que está abierta a nuevos inversores «solidarios», a grandes empresarios del mundo que quieran participar del proyecto.
La Fundación Profuturo –que así se llamará la nueva organización– ha tenido ya una primera experiencia piloto en Angola.
En cuanto eche a andar en otros países, la nueva «joya de la corona» del empresario español se dedicará a proporcionar educación –de calidad, digital, y con disponibilidad de las herramientas necesarias para poder llevarla a cabo, como tabletas y cursos específicos–, a niños y profesores de los países del mundo más desfavorecidos, sobre todo, en Iberoamérica y en África.
La fundación, que ayudará a países independientemente de si la operadora española tiene o no negocios allí, nace bajo el paraguas de la Iglesia católica si bien no excluirá ayuda a Estados con diferentes creencias.
No parece pues que sea coincidencia el momento elegido por César Alierta para poner en marcha su proyecto más solidario junto al Papa Francisco, tras el éxito de la «experiencia piloto» en Angola, ni tampoco haberle hecho partícipe de su decisión un día antes que al resto de la humanidad. Cerrados todos los cabos, solo queda empezar a recaudar fondos para que la fundación sea una realidad.
Una amistad afianzada por «cable»
Hace ya 11 años, un desconocido Jorge Mario Bergoglio decidía, junto a su gran amigo Julio Rimoldi, meterse de lleno en el mundo de la televisión en Buenos Aires. El entonces cardenal y su «socio» periodista –con la ayuda además de otros profesionales de distintos medios de comunicación argentinos– creaban Orbe 21, un pequeñísimo canal de televisión convertido hoy en una plataforma presente en 38 países de Iberoamérica, Estados Unidos y, desde hace un año, en España.
Precisamente el lanzamiento del canal en nuestro país fue producto de la cada vez más estrecha amistad entre el presidente de Telefónica, César Alierta, y el Papa Francisco. Y es que Orbe 21, canal que Movistar TV, del grupo Telefónica, incluye desde abril de 2015 en su parrilla para España, ya se emitía en Perú, Venezuela y en Chile, si bien es un canal que llega a muchos más países gracias a su emisión vía internet
(www.canalorbe21.com).
La noticia, que no por sorprendente dejaba de ser en cierto modo esperada –de hecho, la decisión se venía pergeñando desde hacía ya casi un año, aunque muy en secreto y con absoluta discreción–, la conocían un grupo de personas muy reducido y cercano al empresario.
Entre ellas, alguien a quien desde hace ya casi ocho años le une una profunda y sincera amistad, y a quien conoció precisamente gracias a las buenas relaciones de la directiva de la operadora española en Argentina con varias instituciones y empresas del país. De hecho, fue su amigo de la infancia Luis Blasco, hasta ayer mismo como quien dice –dejó el cargo en febrero pasado– presidente de Telefónica Argentina, quien les presentó. Un «alguien» que se ha convertido en un vínculo del que será el futuro más inmediato de Alierta: el Papa Francisco.
Viaje exprés al Vaticano
Por ello, a nadie de su entorno le extrañó la repentina decisión del pasado lunes del aún presidente de Telefónica al tomar un avión con destino al Vaticano, donde comunicó en persona su decisión al Sumo Pontífice.
Alierta, quizás algo cansado tras tantos años al pie del cañón y tras haber convertido al viejo monopolio en una «teleco» global de referencia mundial, se quiere dedicar de lleno a estrechar aún más si cabe los lazos de amistad y colaboración con el Papa Francisco y, por ende, con los más necesitados.
Para ello, según ha podido saber ABC, Alierta decidió poner en marcha un proyecto solidario ideado junto al Santo Padre en el último año. Una fundación que, en un primer momento, dependerá económicamente de la operadora, pero que está abierta a nuevos inversores «solidarios», a grandes empresarios del mundo que quieran participar del proyecto.
La Fundación Profuturo –que así se llamará la nueva organización– ha tenido ya una primera experiencia piloto en Angola.
En cuanto eche a andar en otros países, la nueva «joya de la corona» del empresario español se dedicará a proporcionar educación –de calidad, digital, y con disponibilidad de las herramientas necesarias para poder llevarla a cabo, como tabletas y cursos específicos–, a niños y profesores de los países del mundo más desfavorecidos, sobre todo, en Iberoamérica y en África.
La fundación, que ayudará a países independientemente de si la operadora española tiene o no negocios allí, nace bajo el paraguas de la Iglesia católica si bien no excluirá ayuda a Estados con diferentes creencias.
No parece pues que sea coincidencia el momento elegido por César Alierta para poner en marcha su proyecto más solidario junto al Papa Francisco, tras el éxito de la «experiencia piloto» en Angola, ni tampoco haberle hecho partícipe de su decisión un día antes que al resto de la humanidad. Cerrados todos los cabos, solo queda empezar a recaudar fondos para que la fundación sea una realidad.
Una amistad afianzada por «cable»
Hace ya 11 años, un desconocido Jorge Mario Bergoglio decidía, junto a su gran amigo Julio Rimoldi, meterse de lleno en el mundo de la televisión en Buenos Aires. El entonces cardenal y su «socio» periodista –con la ayuda además de otros profesionales de distintos medios de comunicación argentinos– creaban Orbe 21, un pequeñísimo canal de televisión convertido hoy en una plataforma presente en 38 países de Iberoamérica, Estados Unidos y, desde hace un año, en España.
Precisamente el lanzamiento del canal en nuestro país fue producto de la cada vez más estrecha amistad entre el presidente de Telefónica, César Alierta, y el Papa Francisco. Y es que Orbe 21, canal que Movistar TV, del grupo Telefónica, incluye desde abril de 2015 en su parrilla para España, ya se emitía en Perú, Venezuela y en Chile, si bien es un canal que llega a muchos más países gracias a su emisión vía internet
(www.canalorbe21.com).
Comentarios