La junta militar de Birmania, acusada de crímenes contra la humanidad

Cuando Benedicto XVI afirmó recientemente en la Onu que "si los Estados no son capaces de garantizar los derechos humanos, la comunidad internacional ha de intervenir", poco imaginaba que se iba presentar tan pronto una ocasión para que el mundo hiciera caso a su consejo. A la catástrofe natural provocada por el ciclón Nargis se le añade la catástrofe humana provocada por la junta militar que gobierna Myanmar (Birmania), al impedir que la ayuda humanitaria mundial haga su labor. El comisionado de la EU para ayuda humanitaria no ha logrado avance alguno.

18 mayo 2008 00:00

(AsiaNews/ReL) En lo que ha sido otra bofetada en la cara de la comunidad internacional por parte de la junta militar birmana, la visita de tres días a Myanmar (Birmania) del Comisionado para ayuda humanitaria de la Unión Europea, Louis Michel, ha finalizado sin resultados prácticos, lo cual hace que sean pocas las esperanzas de que la próxima llegada del enviado de la Onu tenga éxito. Un diplomático francés dijo que la junta militar está cometiendo "crímenes contra la humanidad" por los que debería de ser juzgada. Los militares birmanos siguen mostrando una total indiferencia ante el destino de dos millones y medio de personas que necesitan ayuda tras el ciclón Nargis. El comisionado Michel pidió al régimen la concesión de más visados para permitir la entrada al país de más expertos internacionales para responder a las situaciones de emergencia provocadas por el ciclón. Otro de sus objetivos ha sido conseguir permiso de aterrizaje para los aviones que transportan ayuda a aeropuertos cercanos a las zonas más afectadas, para así ayudar a la distribución de la ayuda. Las peticiones del comisionado recibieron un no rotundo. Louis Michel sólo fue recibido por ministros de bajo nivel mientras que los más altos cargos de la junta rechazaron encontrarse con él. A pesar de ello, el representante de la Unión Europea, inasequible al desaliento, prefiere ser optimista y ha declarado que, al menos, los generales han sido "tentados para que reacciones positivamente". Entre el coro de las suaves protestas por parte de la diplomacia internacional, destacó con voz propia la denuncia del embajador francés ante la Onu, Jean-Maurice Ripert, quien el viernes afirmó ante la Asamblea General que el régimen birmano está cometiendo un "crímen contra la humanidad" al no aceptar ayuda extranjera. Los datos oficiales alcanzan ya la cifra de 77.738 muertos y 55.917 desplazados, pero según oficiales británicos podría haber ya más de 200.000 víctimas mortales. Dado el hecho de que dos millones y medio de personas están luchando en estos momentos por sobrevivir, el bloqueo de la ayuda externa por parte del gobierno militar, advierten los expertos, podría llevar a gran parte de esa población a morir de hambre y de enfermedades infecciosas.