«Los lobbies homosexual y de lo políticamente correcto son la nueva Inquisición»

(Nicolás de Cárdenas/ReL) Ignacio Arsuaga acaba de sufrir un importante accidente del que se recupera poco a poco. Pero eso no le ha restado ni un ápice de ilusión, la misma con la que empezó la aventura de HazteOir.org hace ya ocho años. - HazteOir nace tras un viaje en el que conoció de primera mano las experiencias de participación social y relación con los poderes públicos en EEUU. ¿Desde entonces ha madurado la sociedad española en este campo? - Creo que sí, que desde 2001, año en que fundamos HO tres amigos, un grupo cada vez más significativo de ciudadanos ha tomado conciencia de su poder… la sociedad civil se ha desarrollado, aunque todavía quede mucho camino por recorrer. - Han sido muchas las movilizaciones, en la Red y en la calle, puestas en marcha por HO en estos años. ¿Ha habido más éxitos o fracasos? - Todo han sido éxitos, gracias a Dios. Incluso cuando no hemos conseguido objetivos políticos, con cada acción, el cuerpo social que representamos los que defendemos la vida y la dignidad humana se ha fortalecido. Con cada batalla, nos hacemos más fuertes, más conscientes. Esta es una labor a largo plazo, cuyos frutos los veremos en 10 o 20 años. - Los más pesimistas podrían pensar que, por ejemplo, pese a las convocatorias a favor de la familia y la vida de los últimos años, el Gobierno no ha frenado su calendario de «nuevos derechos» y, desde luego, no parece que lo dé por concluido. - En efecto, Rodríguez Zapatero ha demostrado en incontables ocasiones que preside un Gobierno profundamente ideológico, extremista. Hasta ahora, no ha escuchado a los que nos hemos movilizado a favor de la vida y la familia por dos motivos: primero, porque piensa que nos acabaremos cansando y que en nuestras filas no militan votantes socialistas. Pero también porque sabe que el discurso acomplejado de la derecha política impide que el PP saque rédito electoral de las medidas más radicales del Gobierno. - La equiparación del matrimonio a las uniones homosexuales, la promoción del aborto, el adoctrinamiento escolar con EpC han sido, o están siendo, los asuntos más denunciados por HO. ¿Cuáles son los retos de futuro en los próximos meses? - El reto más a corto plazo es parar la maquinaria abortista puesta en marcha por Zapatero y conseguir la ley de aborto libre lo llegue a publicarse en el Boletín Oficial del Estado. Por tanto, vamos a seguir volcándonos en la actividad de la plataforma «Derecho a Vivir». También nos preocupan las amenazas que sufren la libertad religiosa y la libertad de expresión. - En ocasiones se les ha tachado de radicales y ultraconservadores. De ejercer de correa de transmisión de la jerarquía católica en España. También de homófobos, por defender la familia. ¿Teme que llegue el día en que se reinstauren en España los delitos de opinión por manifestar posturas contrarias a temas que no sigan los dictados del relativismo moral? - Hoy en día tenemos un nuevo Tribunal de la Inquisición. El de los lobbies homosexual y de lo políticamente correcto, que condenan como «ultras» y «radicales» a todos los que nos salimos de los dogmas del discurso único. En concreto, el lobby homosexual está presionando al Gobierno para que apruebe una ley que crearía el delito de homofobia. Una vez aprobado ese delito, el que afirme en público que la homosexualidad es una enfermedad o que la unión de dos hombres no es matrimonio, por ejemplo, podrá ser llevado a la cárcel. Las restricciones a la libertad de los que somos «rebeldes» se van a multiplicar. - En algunas de sus iniciativas, han contado con la presencia de protestantes, como en el acto final de la campaña preelectoral «Yo rompo con ZP». Durante la última manifestación a favor de la vida, un socialista sevillano se unió a ustedes para criticar las reformas legales impulsadas por Bibiana Aído. ¿Cómo valora estas experiencias que podríamos llamar de «unidad en lo fundamental»? - Aunque algunos nos quieren ridiculizar presentándonos como «la derecha cavernaria» o «ultracatólicos», la realidad es que apoyan nuestras campañas ciudadanos muy diversos. En cualquier caso, si queremos producir un impacto en la opinión pública y en la política en España, nos hace falta aumentar la participación, en nuestras campañas, de militantes y simpatizantes socialistas. Precisamente creamos la plataforma «Derecho a Vivir» para que personas que defienden la vida, pero que no comparten muchos de los puntos de vista de HO, pudieran unirse a la batalla contra el aborto. - Acaban de inaugurar una nueva sede social y las campañas desarrolladas, como la de la plataforma Derecho a Vivir, suponen un aumento ingente de los gastos. ¿Cómo se las arreglan para sobrevivir económicamente, aún más en estos tiempos de crisis? - La verdad es que, en lo económico, también nos sentimos muy agradecidos. Tan pronto como asumimos un gasto, no tenemos más que pedir ayuda, y cientos o miles de ciudadanos responden con generosidad a nuestra llamada. Nos financiamos única y exclusivamente con las cuotas de nuestros socios y donativos puntuales, casi todos de importes pequeños. - Tengo entendido que su apellido, Arsuaga, es de origen vasco y que en español significa atalaya. ¿Necesita el católico de hoy una fortificación con atalaya para sobrevivir a la batalla cultural que vivimos? ¿Cuál es la suya? - La atalaya en una construcción de tipo militar que se edifica en un lugar elevado para poder divisar al enemigo y avisar de su presencia. En la sociedad de la información, es más necesario que nunca conocer y analizar los movimientos de los enemigos de la cultura de la vida… y difundirlos. Sólo cuando tomamos conciencia de las terribles intenciones de la industria abortista o de lo peligroso de algunos planteamientos de este Gobierno, por ejemplo, damos un paso al frente y los complicamos la vida para luchar por la libertad y los derechos de todos. Mi atalaya es www.hazteoir.org. - Como católico comprometido en la vida pública y padre ¿cuáles son los asuntos que «despacha» con mayor frecuencia con Dios? - A Dios le pido por mi familia, por mis amigos… y por toda esa maravillosa gente que se ha unido al ejército de la vida y del amor. Él me sostiene en mi actividad. Sin Él, nada podría… Pero con el Señor, con su Amor, todo adquiere sentido. Le pido que nos me deje de su mano, que no permita que me separe de Él. No puede dejar de darle gracias por tanto que me ha dado, y que me sigue dando.