La casa parroquial se ha convertido en un "piso patera"
Fieles denuncian la situación extrema en la parroquia barcelonesa de San Ramón Nonato
En estos últimos días, tras recibir una primera carta de denuncia sobre la extrema situación creada en la Parroquia de San Ramón Nonato de Collblanch, ha establecido contacto con Germinans germinabit un numeroso grupo de laicos de dicha parroquia que, habiendo agotado todos los conductos reglamentarios de denuncia, han hecho llegar su petición de ayuda ante la dramática situación que vive su comunidad parroquial. Denuncian que el rector ha convertido la casa parroquial en un "piso patera". Collblanch es uno de los barrios más populosos y abigarrados de los que, a caballo entre el municipio de Barcelona y el de Hospitalet de Llobregat, conforman el área periférica de la gran conurbación metropolitana.
(Germinans/ReL) Ya en 1888, y vistas las necesidades creadas por la llegada a esa barriada de una primera oleada de inmigrantes, como mano de obra con motivo de la Exposición Universal de Barcelona de 1888, se creó una Capilla dedicada a la Virgen de la Merced, dependiendo de la Parroquia de Santa Maria de Sants. La capilla fue elevada a Tenencia Parroquial bajo la advocación de San Ramón Nonato en 1920 y el arquitecto Enric Sagnier realizó el proyecto arquitectónico en 1924. En 1939, tras la quema del templo parroquial, se inicia la reconstrucción definitiva bajo el rectorado del Dr. Florencio Baucells, que entregó su alma a Dios el domingo de Resurrección de 1972, día 2 de abril, muriendo amado y acompañado multitudinariamente por toda la barriada a la que entregó su vida con generosidad. Sus restos reposan en el Cementerio de Sants. En tiempos más recientes, el paso de Mn. Josep Breu (19701979), Mn. Pere Miquel (19791984), Mn Andreu Conangla (19841993) y Mn. Lluís Portabella (1993-2006) ha dejado muy diversa huella y resultado en la evangelización y en la realidad cristiana del barrio. Su templo parroquial, dedicado a San Ramón Nonato, de una austera pero singular belleza, constituye un símbolo de la presencia de la Iglesia en las barriadas obreras barcelonesas. Con una bien gestionada escuela, que pertenece a la Fundación de Escuelas Parroquiales, los locales parroquiales están dotados además de un amplio campo de deportes, donde un veterano equipo de baloncesto federado lleva el buen nombre de su parroquia y de su barrio con orgullo por doquier, habiendo recibido numerosos galardones deportivos. Actualmente su jurisdicción parroquial, con sectores de población de clase media procedente del sector servicios y trabajadores obreros del comercio y de la industria, la forman unas 50.000 almas. Esta es la carta-denuncia recibida: Apreciados amigos en Cristo Jesús: Somos un grupo de laicos de la parroquia de San Ramón Nonato que os queremos hacer llegar nuestra preocupación y malestar por los acontecimientos que se han ido produciendo en nuestra parroquia desde la llegada del rector Joaquín Brustenga. Hace ahora tres años, desde la marcha de Mn. Lluís Portabella, el Sr. Cardenal destinó a nuestra parroquia a Joaquin Brustenga. Desde que comenzó su ministerio en nuestra parroquia se han ido sucediendo algunos hechos de diversa gravedad. En primer lugar queremos denunciar que Mn. Brustenga, sin consultar antes al Consejo Parroquial, introdujo en el piso de la casa parroquial a quince inmigrantes “sin papeles”, donde habitualmente viven y duermen, mantenidos por todos nosotros, que hemos de pagarles la luz, el agua, el teléfono, el gas. Estas personas disponen a su antojo de los alimentos de la Cáritas Parroquial, utilizan los salones de catequesis para dormir, andan a diestro y siniestro a su libre disposición por todos los locales comunitarios, donde entran constantemente personas desconocidas, motivo por el cual las puertas han aparecido rotas repetidas veces y numerosos hurtos han sido cometidos. Durante este periodo de tiempo, tres chicas han quedado embarazadas y han dado a luz a sus niños que ahora viven en la casa rectoral de los cuales nuestro párroco es el padrino. A parte de esa ocupación vergonzosa de los locales parroquiales, esas personas no se han integrado en la parroquia pero ello no es obstáculo para que afirmen con chulería que de allí nadie las sacará porque gozan de la protección del rector. Cada vez está situación se hace más insostenible ya que no sólo nos preocupa la estabilidad económica de la parroquia sino el escándalo provocado en tantos fieles y vecinos del barrio. La gente en Collblanch ya comenta lo escandaloso de los hechos y de cómo el Cardenal no hace nada al respecto. En repetidas ocasiones, miembros del consejo parroquial y numerosos feligreses hemos comentado a Mn. Brustenga lo intolerable que resulta esta situación y que es necesario que los desaloje de la casa parroquial. Su respuesta despótica siempre es la misma: “a mi no me da la gana sacarlos, yo soy el rector y se acabó”. Estamos totalmente indignados por esta situación y muy especialmente porque el Sr. Cardenal Martínez Sistach, que está al cabo de todo lo que está pasando, calla y no hace nada al respecto. El pasado domingo 31 de agosto, Mn. Brustenga invitó al Sr. Cardenal a que presidiera la Eucaristía. Él estuvo presente con nosotros, algunos seglares aprovecharon la ocasión para expresarles el descontento sobre el párroco y cómo está dirigiendo la parroquia. Sabemos que después el Sr. Cardenal, trascurrida la comida habitual de la festividad con el clero, comida en la que algunas de ellas sirvieron a la mesa, fue invitado por Mn. Brustenga a subir al “piso patera” en cuestión. El cardenal posteriormente no dijo absolutamente nada. Creemos y pensamos que el Cardenal no quiere involucrarse al respecto y prefiere hacer la vista gorda. Sabe todo lo que está pasando y cómo si le tuviera miedo a Brustenga, calla y calla. La situación nos parece insostenible no únicamente porque cada vez está viniendo más gente pidiendo vivir en la casa parroquial sino porque la feligresía tiene que contemplar cosas que no debiera contemplar. ( N. de R: aquí se relatan cuestiones de otra índole que preferimos omitir) Lo que pasa en nuestra querida parroquia es una vergüenza, no se da ejemplo de evangelización y el párroco con airadas muestras de enfado y totalitarismo, nos acusa de ser insolidarios y racistas. En el mes de junio nos llegó la noticia de que el Sr. Cardenal destinaba a un joven sacerdote como vicario a nuestra parroquia, Mn. Joan Muñoz. Estuvimos muy alegres porque veíamos una luz con la llegada de este joven sacerdote del que nos habían hablado muy bien. Estábamos pues contentos porque ilusamente pensamos que Joan podía arreglar esta situación tan complicada pero es evidente que él nada puede hacer en un asunto de tamaño calado. Cómo tampoco Mn. Martí Visa, sacerdote jubilado que reside y ayuda en la parroquia. Ninguno de los dos ha tenido el suficiente peso para resolver tan intrincado problema. Tampoco hemos querido implicar en este asunto a nuestro antiguo párroco Mn. Portabella. Vosotros quizá tenéis una perspectiva diferente, pero en los trece años que estuvo de rector en nuestra parroquia, se comportó como un sacerdote digno y celoso, cumplidor de su ministerio y siempre bien dispuesto a escuchar y ayudar a todos los feligreses, estando disponible siempre para toda la comunidad. Todo un ejemplo de sacerdote entregado, pero sin necesidad de convertir la rectoría y los locales parroquiales en “locales patera”. Queridos amigos de Germinans, sois nuestro último recurso. Nosotros amamos a nuestra parroquia, en la que llevamos muchos años colaborando en la catequesis, en la liturgia, en Cáritas etc. Y queremos seguir colaborando y ayudando: es nuestra vida. Cuando se publique esta carta tememos ser expulsados de los ámbitos de evangelización o que paguen justos por pecadores. Pero no nos ha quedado más remedio que pediros su publicación, y aunque vosotros conocéis nuestros nombres, preferimos que en la web nuestra denuncia sea anónima. Ya conocéis el peligro que representa Mn. Brustenga y lo malvado y vengativo que puede llegar a ser. Ahora comprendemos también vuestro anonimato en Germinans. Por lo que respecta a la responsabilidad del Cardenal en este asunto deciros que sabemos con certeza que encargó al arcipreste Mn. Murillo y al Vicario Episcopal de Zona Mn. Sanz , de hacer algo con el “marrón” del piso patera. Sin embargo, hasta el presente, no nos consta que ni uno ni otro, después de tantos meses, hayan llegado a cumplir su misión ni tomado cartas en el asunto. Y es que no se trata únicamente de esta cuestión: Mn. Brustenga hace dejación de sus responsabilidades ministeriales. Nunca está en la parroquia, lo buscamos y nadie sabe donde está, pasa olímpicamente de atender el despacho parroquial, los niños de la catequesis, ya en vísperas de la celebración de su primera comunión, no lo conocen así como tampoco sus padres. No se preocupa absolutamente para nada de la parroquia ni de los fieles que muchas veces en las celebraciones se quedan sin comulgar porque, tacaño y agarrado como es, dice que "no quiere poner más formas" porque "se gastan y cuestan mucho dinero". Inaudito. Para daros otro ejemplo revelador: en plena Cuaresma y vísperas de la Semana Santa, se ha ido a Turquía de viaje con unos amigos, dejando al pobre vicario solo. Queridos amigos, nos hemos dirigido a vosotros porque no podemos más ver la parroquia en este deterioro que cada vez va más lejos y otro curso así no lo soportaremos. Esperamos que nos podáis ayudar con esta dramática situación. Queremos anticipadamente daros las gracias por habernos manifestado con rapidez vuestra disponibilidad. A todos nos ha producido gran alegría y consuelo saber, como nos lo habéis expresado en el email de contestación a nuestro primer mensaje, que no nos dejareis abandonados y nos ayudareis. Además nos hemos quedado parados por vuestra pronta respuesta y sobretodo tan exhaustiva, considerada, responsable, educada y prudente. A veces se habla de vosotros como gente despiadada, inmisericorde y sin tacto. Queda demostradísimo que no es así, y os agradecemos que contéis con nuestro parecer sobre los detalles de la publicación de este asunto en Germinans. Eternamente agradecidos, Feligreses de San Ramón Nonato (un nutrido número con nombres y apellidos)
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