Hoy, solemnidad del Domingo de Ramos
La España católica comienza hoy su Semana Santa, tradición viva en las calles
Casi 60.000 nazarenos en Sevilla, 30.000 en Málaga y en Zamora, 15.000 en Murcia, 8.000 en Valladolid y en Zaragoza... están ya dispuestos para hacer su estación de penitencia. La devoción se impone a la crisis, aunque haya habido que hacer ajustes en los gastos en palmas, música o flores. Algunas cofradías, que han visto mermados los ingresos por las cuotas de sus miembros, han acordado permitir la participación en los desfiles de los cofrades en paro, aunque no estén al corriente de los pagos, para que nadie deje de salir en la Semana de Pasión.
( L. R. R./LA Razón) La devoción está "por encima de cuestiones económicas", explica a Efe Gerardo Sabador, presidente de la Real Federación de Cofradías y Hermandades de Granada: "Si algún hermano no puede salir, lo asume la Hermandad, de forma callada", añade. Los apuros económicos no se airean. "Es una obra de caridad", uno de los principios fundacionales de estas asociaciones. Así, este año, la mala situación laboral ha impulsado a la Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Valladolid a abrir una cuenta corriente con la que socorrer a los miembros más necesitados. En Málaga, según Rafael Recio, presidente de la Agrupación de Cofradías, "se ha trabajado más para lograr fondos y la respuesta ha sido masiva. Incluso han destinado más dinero a labor social". Las cofradías se sustentan con una cuota anual de entre 10 a 40 euros, aunque cada una se rige por normas distintas. En ocasiones, la salida comporta un donativo o se adjudica en subasta, según el puesto o si se portan símbolos procesionales. En Cuenca, las pujas para "bancero" (nazareno que porta el paso a hombros) alcanzan una media de 500-600 euros, en las cofradías más modestas unos 200 y en las más ricas hasta 2.000. Este año, una de ellas tuvo que hacer una subasta extraordinaria para poder cubrir todos los "banzos". "Las más pequeñas son las primeras en sufrir los problemas para captar cargadores", señala Rubén Serrano, de 23 años, el "bancero" más joven de la Hermandad de Jesús con la Caña. "A la falta de relevo generacional, se ha añadido ahora la crisis, pero finalmente salen todas, en la calle no se va a notar", sostiene. Este año hay menos compras, pero más arreglos: "Se han apañado más cosas. Prendas que en condiciones normales se harían nuevas, si la túnica se ha quedado justa o pequeña porque los niños han crecido, ahora se arregla y se aguanta con lo que hay", indican en la sevillana Casa del Nazareno, donde se hacen hábitos, capirotes, cíngulos, guantes y demás complementos. Algunas hermandades auguran que, probablemente la crisis favorezca la asistencia a las procesiones. Y ruegan, mirando al cielo, que la lluvia no impida sacar, un año más, al Señor Jesús y a su Madre a la calle.
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